Resumen de la 17 Muestra SyFy 2020: Los mediocres atacan al festival

La Muestra SyFy necesita un reinicio urgente

Hoy os traemos un repaso de la que ha sido la 17 Muestra SyFy 2020, tanto del ambiente como de todas las películas que hemos podido visionar durante este pasado fin de semana. En resumen os podemos avanzar: Un viernes flojo, un sábado que remonta en calidad pero es reventado por los “graciosos”, y un domingo que se alarga debido a problemas técnicos

Resumen de la 17 Muestra SyFy 2020

Si alguien preguntara mi opinión sobre la 17 muestra SyFy de 2020 mi respuesta sería la siguiente: “No lo consiguió”. ¿Los motivos? Cada vez más gentuza se mete en la sala principal. Personas sin filtros morales, sin gracia, sin criterio y, lo peor de todo, sin educación ni respeto.

Todos los años siempre hay alguno y alguna que confunde la velocidad con el tocino. Es normal, muchos atocinados abandonan su cueva para hacerse notar en el cine de Palacio de la Prensa, lugar que creen les pertenece.

Una vez dentro, algunos piensan que gritar estupideces es gracioso, otros que comentar a viva voz sus vidas privadas tiene cabida. Así, parece que cada vez menos aficionados al género SyFy acuden a este festival.

Si hace unos años se agotaban los abonos, ahora sobran y los huecos se llenan de gente aleatoria que ha oído que aquí puedes decir lo que te venga en gana, sin importar si está relacionado con la película o no.

La programación del viernes no estuvo a la altura

El viernes a las 16:00h abrió el cine con la proyección de The Pool, una película donde un par de personas se quedan atrapadas en una piscina junto a un cocodrilo. Extrañamente, esta película se convirtió en la menos mala de todo el día -y eso que aún quedaban cuatro proyecciones por delante-.

Blood Quantum a las 18:00h, película anodina donde las haya, comenzó a hundir el día de forma trágica. Los conflictos familiares de nativos americanos que se pelean porque sí mientras los no nativos se convertían en zombis, no convencieron a nadie.

A las 20:00h llegó una con un reparto llamativo. Anthony Mackie (Falcon en las películas de superhéroes de Marvel) y Jamie Dornan (El Grey en Las 50 sombras de Grey) protagonizaban Synchronic. Una puesta interesante sobre una droga psicodélica, se fue diluyendo según pasaban los minutos.

Leticia Dolera, que se extendía demasiado en las presentaciones y chistes de la sesión anterior, aligeraba la presentación de Bacurau a las 22:00h. Que esta película fuera nominada a Palma de Oro en Cannes, y además ganadora del Premio del Jurado de este mismo festival, consiguió que definitivamente perdiese la fe en los premios -por mucho mensaje social que contuviese-.

La última película exhibida a la una de la mañana, Shed of the Dead, no mereció la pena. Todo un alivio para aquellos que no pudieron llegar a la conclusión del día.

El SyFy remonta el sábado (y lo hunden)

La mañana comenzó con Trolls 2 Gira Mundial. Una magnífica secuela de Trolls en la que se trata un tema internacional: La intolerancia musical. Si bien no tiene ninguna canción original particularmente destacable, cuenta con el buen rollo y la diversión de la primera. Además, el tema principal de la película, la hace muy interesante tanto para niños como para adultos.

Como adelanté, a las 16:00h se proyectó la mejor película del día anterior: The Cleasing Hour. Una película de terror divertida y original que contenía todo el espíritu SYFY. Esta, bien la podían haber programado el día anterior para compensar.

Llegan las 18:00h y se proyecta el remake de la película de David Cronenberg, Rabia. Rabid es proyectada y el público del SyFy hace el visionado sin alborotos. No está mal. Como todo buen remake, se sabe que no va mejorar la original, pero por lo menos logra entretener a los espectadores.

Una de las mejores pelis del SyFy

The Lodge: La mejor película del festival reventada por pardillos

He sido asistente del SyFy durante años. Obviamente, no he estado los 17 años seguidos, pero no me falta bagaje para saber de qué va la sala principal. Pues bien, aquí ese día y en esa sesión, la tontería fue máxima y absurda. Algunos de los asistentes se encargaron de reventar una película que podía haber creado una gran atmósfera de terror. Al igual que mataron The Lodge, esta gente habría destruido Crudo, que fue proyectada en una edición pasada de este festival. Algunos ya no saben distinguir entre “hacer gracia” y “molestar al de al lado”.

Aplaudir cuando sale la luna es gracioso -porque sólo hay un satélite y para que salga tiene que haber cielo-. Gritar cual perturbado “¡La puerta!” cada vez que una persona cruza un umbral en la película es excesivo -porque el mundo está lleno de edificaciones con la mala costumbre de que contienen espacios delimitados por paredes y muchas puertas-. Pero los irrespetuosos no entienden los límites porque sólo se escuchan ellos mismos.

Hacerse el gracioso sólo tiene gracia, cuando haces gracia. Si llevas cuatro gritos y la audiencia más allá de tus amigos no se ríe, por favor, cállate. Ya lo has intentado.

Este auténtico despropósito sufrió una escalada. Ávidos por ser los más tontos de la clase, hasta comentarios sobre Julen o Diana Quer tuvimos que aguantar los asistentes. Si el día anterior se plantearon cuestiones sobre el bajón en la programación, el sábado despertó preguntas sobre el bajón de algunos de los asistentes.

Antes, una mala película se hacía graciosa con las ocurrencias de la gente. Ahora, una buena película es insufrible con los berreos de cuatro trogloditas. Mientras, en la sala 3, tuvieron que aguantar insultos machistas, así que bien…

El color que cayó del cielo: Nada que ver

A las 22:00h, Leticia, que se lo pasó mejor ella que el público que vino a la sala, anunciaba esta película e invitaba al escenario al equipo de postproducción español de la película. Este año no había nadie salvo ellos para hacer la gracia de Canino: “Pa tu culo mi pepino”.

El equipo de postproducción de “El color que cayó del cielo” hizo un trabajo de diez en la película. Ellos son el ejemplo de que en España hay un gran nivel técnico. Lo malo es que aquí ni se usa, ni saben usarlo.

Leticia Dolera se despidió hasta el año que viene un día antes de cumplir su compromiso con el Festival SyFy. Tenía que ir a manifestarse al día siguiente en el día de la mujer. La verdad, todo sea dicho, después de las tediosas presentaciones del viernes y el sábado, poco se la echaría de menos el domingo. Más aun cuando  sus dilatadas entradillas fueron las responsables del retraso en las proyecciones de las últimas películas.

Sobre la película sólo decir, que por mucho que lo intenten, nadie sabe hacer nada convincente basándose en nada de H.P. Lovecraft. Ahí está la teoría, pero la práctica se convierte en algo aburrido, tedioso y sin sentido. Vale que los dioses y primigenios que describe el señor Lovecraft en su literatura sean caóticos e inabarcables para el entendimiento humano, pero una película no puede seguir las reglas del sinsentido.

El último día del SyFy 2020

Por los comentarios de los asistentes, Le daim, proyectada a las 18:00h fue a mejor película del día. Por lo visto un hombre que se obsesiona con una chaqueta, da para mucho.

A las 20:00h se proyectó First Love, una producción japonesa que lograba el entretenimiento y, a las 22:00h había intención de proyectar The Boy 2: La maldición de Brahms.

Cuando todo parecía que todo iba a finalizar respetando los horarios, la maldición del SyFy -que no la de Brahms- hizo su aparición. “¡En primicia mundial, vais a poder disfrutar de una pieza de “Un lugar tranquilo 2!”.

Comienza la proyección. Se oye el sonido pero no se ve la imagen. Segundo intento. Lo mismo. Pasa el tiempo. Ni aparece la pieza exclusiva ni aparece el muñeco de la secuela de The Boy.

Espontáneamente una chica se pone en mitad de la sala y comienza a decir frases de películas. El público tiene que adivinar de qué películas son. El juego es más divertido cuando alguien dice el título de una película que nada tiene que ver con la frase. El juego se llama Spoilers y parece ser que es la quinta parte de este.

Los asistentes al último pase reubicados en la sala 2.

Mientras la gente juega, aparece por el pasillo una persona con un contador. La cosa pinta mal. Al rato anuncian que no se puede ver la película en la sala. La única alternativa es reubicarnos en otra sala con un aforo máximo de 200 personas. Los que se queden fuera serán compensados. Por suerte, hay mas gente que quiere ser compensada que asistir a la proyección.

Una vez reubicados, casi una hora y media después del que debería haber sido su inicio, comienza The Boy 2. Si la precuela sorprendía para bien, como era de esperar esta The Boy 2: La maldición de Brahms sorprendió para mal. Pero tampoco muy mal, ¿eh? En comparación con la programación del viernes, The Boy 2, es de agradecer.

La muestra Syfy se despide hasta 2021

Fin del festival. Cansado y con muchas cuestiones sobre la intolerancia, abandono El Palacio de la Prensa. ¿Merece tanto sacrificio ver películas que pronto se estrenarán en el circuito comercial? La respuesta es sí, pero en la sala 2.

Si ya estamos así, la única salvación de esta muestra es que, al igual que las sagas de super héroes, esta se reinicie. Necesitamos un reboot de la muestras SYFY. Nuevas normas, nuevos votos.