Marvel vuelve al ataque con la tercera entrega del Capitán América, en esta ocasión con todos los héroes de su universo enfrentados y la presentación de dos nuevos aliados que darán mucho que hablar en el futuro.
Crítica ‘Capitán América Civil War’ (2016)
Mucho se ha especulado desde que se anunció que Marvel se lanzaba a adaptar uno de sus eventos más sonados de los últimos años. La Civil War de Mark Millar enfrentaba a todos los héroes del Universo Marvel en una guerra que trajo consecuencias fatales y cambios impactantes para los lectores. El traspaso a la pantalla parecía imposible, teniendo en cuenta que los derechos de la mayoría de personajes están en manos de otros estudios. Kevin Feige, conocedor de sus limitaciones, junto al tándem formado por los hermanos Russo, han creado con esta Capitán América Civil Waruna adaptación muy inteligente que no deja de lado la trama de “Capitán América: el soldado de invierno”.
El argumento continúa la historia de Bucky, complementándola con los eventos acaecidos en “Vengadores: la era de Ultrón” y el resto de aventuras del supergrupo. Los temores iniciales que anunciaban la película como un “Vengadores 2.5” no tienen fundamento. Estamos ante un thriller donde Steve Rogers y su amigo Bucky son los auténticos protagonistas, siendo la Guerra Civil una subtrama que culmina en la batalla central de la cinta.
El guion, por tanto, sigue la estela de “Capitán América: el soldado de invierno” con una trama adulta, donde las cuestiones políticas siguen presentes y el humor tiene un peso menor que en anteriores productos de la compañía. Su larga duración no se hace pesada en ningún momento al tener que prestar atención a muchos frentes y la presentación de un villano y dos nuevos héroes. El personaje del Barón Zemo no tiene nada que ver con su homólogo de las viñetas, pero resulta interesante como mente privilegiada que no necesita de superpoderes para poner en jaque a los héroes más poderos de La Tierra. El que más tiempo de presentación ocupa en pantalla es T’Challa aka Pantera Negra, la nueva incorporación que tendrá película propia en la Fase 3 del MCU. Un diseño de uniforme perfectamente referencial al de los cómics y una interpretación solvente de Chadwick Boseman convierten a este superhéroe africano en uno de los personajes más interesantes de cara al futuro cinematográfico de Marvel. La otra gran baza de la película, destinada a quitar el protagonismo al resto, es la incorporación al MCU de Spider-man, tras el acuerdo con Sony. Estamos ante la más fiel versión del trepamuros vista hasta la fecha. Si bien su traje puede resultar polémico por ser demasiado digital en algunas tomas, la encarnación de Tom Holland es la adecuada, con sus reconocibles chascarrillos entre puñetazo y patada y sus sufridos problemas como adolescente. Su aparición no llega a la media hora de metraje, pero resulta la presentación perfecta y el deposito más grande de expectativas para su aventura en solitario, donde compartirá pantalla con Robert Downey Jr.
La factura visual del film es indiscutible, y eso se debe en gran medida al buen hacer de los hermanos Russo; que se han superado con creces en lo que a la planificación de la acción se refiere. Contar con tantos superhéroes ha supuesto que los directores saquen a relucir todo su potencial y demuestren que son los mejores rodando acción, construyendo las más espectaculares peleas de todo el cine de Marvel. Su imaginación en las coreografías no tiene límites y saben sacar provecho a todas las habilidades de los personajes, siendo Falcon uno de los más desarrollados y molones de la función, junto con Pantera Negra y Visión, que quedó totalmente desaprovechado en su primera aparición en pantalla. Mucha atención también a Ant-man y sus nuevas habilidades, conocedoras por todos los lectores de los cómics.
Hablar de las interpretaciones sería redundante, pues todos tienen perfectamente asimilados a sus personajes. Tan solo destacar el esfuerzo de Daniel Brühl para dotar de profundidad a un Zemo distinto, y a Martin Freeman que pasaba por allí y no tiene mucho tiempo en pantalla.
“Capitán América: Civil War” no es la cumbre del cine Marvel, sino un paso más que nos lleva a la prometida “Infinity War”, donde los hermanos Russo serán capaces de demostrar todo su potencial, teniendo aún mucho que decir. Han demostrado que su primera película dedicada a Steve Rogers no fue un golpe de suerte.
Esta tercera entega tiene todo lo que se puede esperar de una cinta Marvel, pero el espectador debe ir con la mente preparada para lo que va a presenciar. No es una traslación a la pantalla del cómic de Millar. Es una adaptación que sirve a los objetivos del Universo Cinematográfico. Hay acción, hay humor, y mucho respeto por los personajes que se adaptan. Por supuesto hay que estar atentos al cameo de Stan Lee y quedarse a presenciar las dos escenas tras los créditos. Disfrutadla, y si tenéis la necesidad de aplaudir o gritar en alguna de las escenas hacedlo. Yo no me atreví.
