Crítica de la serie 1899, la nueva ficción para Netflix de Baran bo Odar y Jantje Friese tras el éxito cosechado con ‘Dark’. Una ficción con la que surgen de manera inevitable las comparativas entre ambas, y con la que las expectativas estaban muy altas debido a la legión de fans que cosechó Dark en su momento. Pues bien, ya hemos terminado de ver por completo la nueva serie de los creadores de Dark para la plataforma Netflix y esto es lo que nos ha parecido (sin spoilers).
Sinopsis
Una serie de personas de diferentes países se encuentran en un barco camino a Estados Unidos cuando se topan con una llamada de socorro de otro barco desaparecido meses atrás. El encontrarlo desencadenará una serie de sucesos que harán cuestionarse a todo el mundo qué hace ahí y por qué.
Crítica de la serie 1899 (Netflix)
Quien esto escribe, es un ferviente admirador de la serie Dark (trabajo previo de los creadores Baran Bo Odar y Jantje Frieser). Ya en Los Interrogantes os contamos cómo fue su tercera temporada y la verdad es que tenía muchas ganas de ver lo nuevo de su director y guionista. Los trailers e imágenes promocionales eran muy interesantes y es la primera serie de Netflix que trabaja con la tecnología “de volumen” (como se hizo Mandalorian, un plató giratorio con fondos digitales), así que estaba esperando con ansias su llegada.
¿Estará a la altura de la serie Dark?
Sin embargo, comienzo a ver el primer episodio de la serie 1899 de Netflix y empiezan a resonar alarmas en mi cabeza. Escenas y referencias demasiado expositivas. Un metraje bastante largo de capítulo y aún no he tenido nada a lo que aferrarme. Canciones que son más un hit que un refuerzo para la trama que se está contando. Y todo muy al estilo Dark, pero con algo que no cuadra… Continúo viendo los episodios y bueno, ocurren sucesos llamativos, chulos, cosas que sorprenden momentáneamente pero que por desgracia son totalmente efímeras. Un truco de circo, algo que te hace balar en el momento pero que luego es totalmente prescindible.
Por qué defrauda la serie 1899 de Netflix
La serie 1899 de Netflix comete el gran error de construirse por completo en base al misterio, esto es, que el espectador va siempre por detrás de los personajes. Y aunque es un recurso comprensible, si todo lo supeditas al misterio, llega a un punto en el que el espectador desconecta porque no sabe qué narices está pasando ni tiene las herramientas necesarias para seguir la historia.
Este es un problema que presentan muchas películas, véanse la reciente “The Batman” o “El Cuerpo”. Y todavía en una película un giro final de los acontecimientos puede provocarte una sensación de conexión con la trama y “cerrar” lo hasta entonces presenciado, pero en una serie eso es mucho más complejo. La ficción 1899 no hace más que abrir frentes, abrir puertas y posibilidades y no te cierra ni soluciona ninguna de ellas. De esta forma, difícilmente puedes enterarte de algo.
Comparación con la serie Dark de Netflix
Todo eso está muy bien, pero a la ya mencionada Dark le pasa lo mismo y sin embargo la adoras. ¿Por qué? Aunque hay muchas similitudes entre los dos trabajos de los creadores alemanes, hay también un par de diferencias que son abismales.
Dark se basa también principalmente en el misterio pero, por un lado, sí te da algo de información y te permite saber qué están buscando los personajes (¿Dónde Cuándo está Mikkel?), es decir, te va soltando píldoras para que no te desubiques: y, por otro, Dark construye muy bien a sus personajes de manera que sus tramas te hacen conocerlos, seguirlos y se interrelacionan con la trama general de una manera magistral. Y precisamente es esa maestría en Dark la que se ausenta en la serie 1899, que busca más bien los golpes de efecto pero no sabe definirte a unos personajes sólidos.
En definitiva, la serie 1899 de Netflix te ofrece mucho background de los personajes. Sin embargo sus acciones y estrategias deambulan tanto en el no saber qué está pasando que esos background dejan de tener importancia para el espectador porque, que no tengan un objetivo, dificulta mucho que el espectador pueda empatizar con ellos.
A nivel estético
Por otro lado, a nivel estético también trata de emular a Dark pero parece que está como contaminada por la actual estética de las series que se hacen a día de hoy. En todos los capítulos incluyen un tema musical final, pero si en Dark eran canciones más desconocidas cuyo sonido y temática encajaban a la perfección con la serie (ya es imposible escuchar “Goodbye” de Apparat o “Familiar” de Agnes Obel sin asociarla con Dark, querido lector, si no las ha escuchado, hágase un favor y póngalas ahora mismo), en 1899 parecen hits más familiares para el espectador medio, haciendo que sean momentos meramente superficiales, de cierre, y no para asentar todo cuanto se ha visto hasta el momento (que ojo, la selección no es mala, de hecho hay temas que me encantan como “Child in Time” de Deep Purple o “(Dont fear) The reaper” de Blue Oyster Club pero desentonan con la serie).
Las interpretaciones del reparto
No es de extrañar que una serie de estas características tenga un buen elenco. En el caso de la serie 1899 de Netflix no es diferente. El reparto cumple y es llamativo por ser altamente internacional. Pero debido a que estos personajes no tengan un objetivo o una necesidad más allá de tratar de saber qué pasa en ese barco, hace que sean mayormente intercambiables. Y es una lástima porque el elenco sabe diferenciarse del resto y aportar su correspondiente parte para dibujar sus personajes, pero no tienen mucho más de donde sacar (al menos de momento).
Destacaría al alemán Andreas Pietschmann como Eyck (a quien ya vimos en Dark), al polaco Maciej Musial y a su principal protagonista, Emily Beecham. Del representante español, Miguel Bernardeau, solo puedo decir que parece que está más en Élite que en 1899. Ignoro si la dirección que le dieron fue de hablar como alguien del siglo XXI, pero a mí me temo que me sacaba de la ambientación en sus escenas. Tenía más la sensación de que estaba con los colegas por Malasaña (cosa que me pasó también con la serie de “El Cid” y otras tantas que se hacen a día de hoy).
La polémica del plagio
Al poco de estrenarse en Netflix, la autora brasileña Mariana Cagnin tweeteaba y se hacía eco de un plagio hecho por los creadores de 1899 de su novela gráfica “Black Silence”. Dicha denuncia venía acompañada de una serie de imágenes comparativas entre sus viñetas y fotogramas y elementos de la serie. Si bien a simple vista podrían parecer una inspiración demasiado cercana, lo cierto es que la historias de ambas obras tienen poco que ver y los elementos similares pueden ser perfectamente inherentes a cualquier otra obra de ficción (un grupo heterogéneo, las pirámides etc).
Los creadores de la serie 1899 de Netflix emitieron un comunicado refiriendo que jamás habían oído hablar de ese cómic y que lo desconocían por completo, aparte de tratar sin éxito de contactar con la autora brasileña en cuestión. En resumen, hay coincidencias puntuales en la estética pero las historias no se parecen en nada.
Opinión final de la serie 1899 (Netflix)
La serie 1899 de Netflix es una ficción estéticamente interesante, desde luego con calidad suficiente para estar por encima de otras series más genéricas, pero se pierde en supeditar todo al misterio.
Estreno y Ficha técnica
Título original: 1899
Género: Suspense, Ciencia Ficción, Drama
Sitio Oficial: 1899
País: Alemania
Idioma: Alemán, Inglés
Fecha de estreno: 17 de noviembre de 2022 en Netflix
Productora: Dark Ways,Netflix
Distribuidora: Netflix
Duración: 8 capítulos
Año: 2022
Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años
Ficha Artística
Dirección: Baran bo Odar(Creador),Jantje Friese(Creador)
Guion: Coline Abert,Emil Nygaard Albertsen,Baran bo Odar,Jerome Bucchan-Nelson,
Música: Ben Frost
Fotografía: Nikolaus Summerer
Reparto: Emily Beecham,Aneurin Barnard,Andreas Pietschmann,Miguel Bernardeau,Maciej Musial,Lucas Lynggaard Tønnesen,Rosalie Craig,Clara Rosager,Maria Erwolter,Yann Gael
Cartel
