Llegan las aventuras espaciales al cine español de la mano de la película ‘Órbita 9’. Una apuesta por abrir nuevos horizontes a nuestro cine que llega protagonizada por Clara Lago y Álex González. No te pierdas esta crítica libre de spoilers.
Crítica de la película española ‘Órbita 9’
La película que llega hoy a las carteleras en un buen ejemplo del gran avance en cuanto a variedad de temáticas y tramas en el que se encuentra inmerso el cine español en los últimos años. Órbita 9 es una clara muestra de las ganas que existen entre los nuevos directores emergentes -Bayona, Plaza, Balagueró, son los más sonados entre un largo listado de nuevos talentos cinematográficos- por explorar temáticas que hasta el momento parecían reservadas a las grandes producciones internacionales. Sólo hay que observar los últimos títulos españoles llegados a la cartelera para darnos cuenta que algo está poco a poco cambiando: ‘Zona hostil‘ de Adolfo Martínez, ‘El guardián invisible‘ de Fernando González Molina, o ‘Contratiempo‘ de Oriol Paulo. El cine español ahora sí empieza a soñar a lo grande.
Órbita 9 no cuenta nada que no hayamos visto antes en el cine, pero sí es la primera vez que lo vemos desde “nuestro punto de vista”. Su trama se podría resumir diciendo que toma prestados conceptos y situaciones propios de películas de ciencia ficción adolescente como ‘El juego de Ender’ o ‘Divergente‘ y lo mezcla con una historia de amor tipo ‘Tres metros sobre el cielo’. También hay que destacar las continuas referencias que como espectadores nos vendrán a la cabeza de grandes títulos del género como ‘Blade Runner’ o ‘2001: Odisea en el espacio’; su director queda influido por los grandes y eso hace que la película gane a nivel visual.
Claramente el punto fuerte de la cinta será su arranque donde veremos a Clara Lago convertida en Helena, la única tripulante de una nave espacial que se dirige rumbo a un planeta que promete dar aliento a la esperanza de vida de la especie humana apunto de la extinción en la Tierra. Durante su largo viaje espacial la nave sufrirá una avería con el oxígeno que hará indispensable su revisión por parte de un ingeniero, a quien da vida Álex González. Un futuro distópico donde la humanidad está amenazada de muerte por el cambio climático y la única vía de escape parece “mudarse” a planetas más amables para la vida.
Sí, ¡por fin han llegado a nuestro cine las naves espaciales! Ya falta menos para que veamos nuestro primer ovni ‘made in Spain’. No cabe duda del arrojo y valentía que demuestra su director Hatem Khraiche Ruiz-Zorrilla -que se estrena ahora con su primer largo tras escribir los guiones de ‘La cara oculta‘ (Andrés Baiz, 2011) o ‘Retornados‘ (Manuel Carballo, 2013)- a la hora de embarcarse en un proyecto de estas características y dimensiones. Un proyecto que destaca sobre todo por la originalidad de la premisa de la que parte, que además se encuentra apoyada en un giro de guion realmente sorprendente -aviso: ni se os ocurra ver el trailer o adiós sorpresa-. El director maneja su maneja con soltura en lo que se refiere al salto entre géneros cinematográficos, visitando lugares propios de la ciencia ficción, el thriller romántico o la acción futurista. Sin duda otra de sus bazas fuertes será el sobresaliente trabajo realizado en el terreno del diseño de producción y de localización -realizado con un presupuesto de apenas cuatro millones de euros-, situando a sus personajes en un entorno completamente identificativo en lo que se refiere a la ciencia ficción actual.
Pero la propuesta no terminará de ser redonda debido a importantes fallos, que los tiene, y no son pocos. En lo que se refiere al guion veremos como va perdiendo fuerza esa trama de viaje espacial cuya misión es la supervivencia humana para ir centrándose casi por completo en una historia de amor propia del cine adolescente. Habría sido más interesante seguir profundizando en el resto de naves y sus tripulantes, de su rescate o no, del conflicto social que podría desencadenar, de la destrucción de la Tierra tal y como la conocemos… pero no, una vez más nos hemos dejado llevar por el ideal romántico. Por otro lado los personajes secundarios quedan poco desarrollados y harán un flaco favor a ese intrépido avance de la trama y al creciente interés que despiertan los personajes principales. Claros ejemplos serán el científico loco capaz de todo por llevar a buen puerto sus investigaciones, interpretado por Andrés Parra; y la voz en off con la que Helena comparte sus días en la nave, que tiende a la sobre explicación.
Por todo lo mencionado anteriormente, Órbita 9 es una de esas películas que merecen una oportunidad en nuestra cartelera por su originalidad y su apuesta por visitar otros escenarios. Sin duda, Hatem Khraiche Ruiz-Zorrilla se señala como uno de esos directores españoles más prometedores de la actualidad, que sin duda habrá que seguir muy de cerca en los próximos años, ya que si ésta es su cinta debut, quién sabe con qué nos pueda sorprender en un futuro no muy lejano.