Plagada de recovecos grises y agridulces, así como con una capacidad de imbuir en el espectador una abstracción a medio camino entre la alucinación hipnagógica y la poesía más lírica y rimbombante, Mirai, mi hermana pequeña, nominada a los Oscar 2019 al apartado de mejor película de animación, no se lo pondrá fácil al espectador medio – lo cual es siempre digno de elogio -, pero guarda un tesoro en si misma y en el viaje que plantea. No hay recompensa sin sacrificio.
Dominique Rocher dirige y coescribe la adaptación al cine la novela de Pit Agarmen (La nuit a dévoré le monde), una película que se apoya en los clásicos, se aleja de los básicos y se adentra en la salud mental del protagonista. Una visión nueva en un género desgastado que bien merece su oportunidad. Descubre los detalles en la Crítica de La noche devora al mundo.