¡Ya está en los cines la nueva producción de Blumhouse! Siguiendo la tónica marcada por antecesoras como Déjame Salir, o Feliz día de tu muerte. El sótano de Ma, es un original thriller que luce por bandera al personaje de Sue Ann, interpretada por una soberbia Octavia Spencer.
El sótano de Ma: Sinopsis de la película
Unos adolescentes con ganas de fiestas entablan relación por casualidad con Sue Ann (Octavia Spencer) una mujer dulce y solitaria, que se compromete a comprarles alcohol y tabaco para sus juergas, con la condición de que éstas se den lugar en el sótano de su casa, bajo el maternal pretexto de que así ella se siente mejor, sabiendo que los adolescentes están controlados y no les pasará nada… Sin embargo, la peculiar personalidad de Sue Ann, y algunos extraños sucesos durante las juergas, hacen desconfiar a más de un adolescente sobre las supuestas inocentes intenciones de su misteriosa anfitriona.
El sótano de Ma: Crítica de la película
El personaje de Octavia Spencer (La forma del agua, Figuras ocultas, Criadas y señoras) es el principal punto a favor de la nueva producción de Blumhouse. Ma es uno de esos personajes tan bien escritos como interpretados. Pese a aportar un aire fresco y original al cine de terror, resultan inevitables las comparaciones con otros personajes similares como Annie Wilkes, interpretada por la maravillosa Kathy Bates en Misery, o Carrie White, interpretada por una genial Sissy Spacek en Carrie.
Lo que tienen en común Sue Ann, Annie Wilkes y Carrie es que son personajes aparentemente inofensivos, pero cuya inocencia es la punta del iceberg de una personalidad más compleja y siniestra. Sue Ann (o Ma, el cariñoso apelativo que le dan los adolescentes) es un personaje del que no te cansas de tirar del hilo para saber más, acerca de su personalidad, de su día a día, de su pasado etc. Un personaje que irradia empatía desde el primer minuto que sale en pantalla, y va ampliando la gama de emociones que transmite hasta límites, cuanto menos cuestionables.
La interpretación de Octavia Spencer es una de las mejores en lo que llevamos de año, apoyada por un desarrollo narrativo fuerte y bien planificado a lo largo del guión. El vestuario y el maquillaje también ayudan a crear un personaje tan original como potente, pero todo ello quedaría vacío de no ser por la genial interpretación de Spencer. Un personaje capaz de transmitir emociones simples y directas, generalmente cuando está con los adolescentes, y a su vez, capaz de expresar emociones más complejas e indirectas, generalmente cuando no hay adolescentes mirando. Un personaje que esconde mucho más de lo que enseña, que además es capaz de meter al espectador en su punto de vista, para entender sus motivaciones, y diferenciarla de la típica villana de películas de terror.
En contraposición, la cinta muestra sus carencias cuando el foco de atención no recae sobre Spencer, y el culpable no es otro que el guión.
Generalmente, en el género de terror suele haber una serie de normas no escritas sobre lo que los protagonistas pueden o no pueden hacer. Por ejemplo, si están en una misteriosa casa alejada en el monte, seguramente las normas sean que los móviles no tienen cobertura, los coches repentinamente dejan de funcionar, y hay una ayuda en camino que puede, o no, encontrarles y sacarles del infierno que están viviendo. Otro ejemplo sería en tramas con sucesos sobrenaturales, debe haber una escena del protagonista intentando convencer, sin éxito, a otro personaje, de la existencia del hecho sobrenatural (zombis, vampiros, fantasmas etc.)
En este caso, las normas pasan por normalizar una situación claramente atípica, como es que una desconocida entrada en años se encariñe repentinamente de unos adolescentes, que fin de semana tras fin de semana se dedican a estar de fiesta en su sótano. El problema está cuando el guión establece un nivel de tolerancia exagerado de los adolescentes, ante las sospechosas conductas de Sue Ann. Pues que sean adolescentes, no debería implicar automáticamente que sean idiotas, dicho suavemente.
Es cierto que hay más personajes al margen de Ma y los adolescentes, pero la mayoría tienen papeles funcionales que surgen por necesidades de la trama; como los padres de los adolescentes, el policía del pueblo, o la jefa de Sue Ann etc. Ninguno de ellos aporta demasiado a la trama, si acaso Luke Evans (Drácula: La leyenda jamás contada, La Bella y la Bestia, La chica del tren) en el papel del preocupado padre de uno de los adolescentes, o Juliette Lewis (El cabo del miedo, Abierto hasta el amanecer), en el papel de la preocupada madre de una de los adolescentes. En cuanto al propio grupo de amigos, prácticamente tienen personalidades intercambiables, todos son buena gente sin más pretensión que estar de fiesta con sus amigos durante el fin de semana; alguno hace algún amago de ser más diferente que otro, pero se queda más en intención, que en hecho relevante.
Dejando a un lado el resto de personajes, la trama plantea ciertos temas cómo la redención, el sentimiento de culpa, el paso del tiempo, la amistad o traumas infantiles. Si bien es cierto que son interesantes, más que desarrollarse se presentan en algún momento de la historia, para luego no volver a cobrar mucha relevancia.
El sótano de Ma: Opinión final
Las producciones de Bulmhouse están acostumbrando al público a una cierta tendencia, cintas donde se busca un equilibrio entre intriga, terror y comedia. Una fórmula que está cuajando bien ya que da un paso más a la típica producción enlatada de terror. Suelen tratarse de minorías que de alguna manera han sufrido algún tipo de abuso, que se ven envueltas en situaciones con toques de surrealismo, presentando antagonistas cuyo punto de vista queda bien explicado y desarrollado, hasta el punto que el espectador puede entender sus motivaciones.
Seguramente Déjame salir sea la producción que mejor haya sabido combinar esta fórmula. Feliz día de tu muerte, centró el tiro más en la parte cómica y de intriga, dejando a El Sótano de Ma en un puesto intermedio entre las dos anteriores. Pues sabe combinar los géneros de las recientes apuestas Blumhouse, pero no transmite la sensación de inquietud de forma tan eficiente como lo hace Déjame salir.
El personaje de Sue Ann, su interpretación y desarrollo narrativo, son los cimientos sobre lo que se construye el resto de la obra, sin llegar a ser tan original e interesante. Si hay que poner algún inconveniente a este magnífico personaje, es que la trama abusa de flashbacks para contar su pasado, siendo realmente relevantes el primero y el último, pues el resto no aportan nada a lo que ya hemos visto.
Por desgracia, el resto de la película no está a la altura del genial personaje de Octavia Spencer. Una oportunidad perdida para presentar una obra redonda, que se queda en entretenida, y destapa las cartas de Blumhouse, como revitalizante del género de terror.