Este fin de semana llega otra firme candidata a los Oscar. ‘Figuras ocultas’ presenta la historia real de tres mujeres afroamericanas cuyos trabajos hicieron posible que la NASA ganara la carrera espacial contra la Unión Soviética. A su favor, la clara revelación interpretativa de la cantante Janelle Monáe. En contra, peca de resultar demasiado amable.
Crítica de la película Figuras ocultas
Con Figuras ocultas estamos ante una película que pese a no resultar demasiado innovadora en el planteamiento de su argumento sí invitará a los espectadores a reflexionar y recapacitar sobre una cuestión: ¿luchamos por nuestros derechos en la actualidad? La respuesta es un no rotundo. Y cuando nos enfrentamos ante realidades como las que narra esta película nos damos cuenta, salvando las distancias que nos separa de la historia claro está, de hasta qué punto vivimos en una sociedad demasiado acomodada como para salir a la calle y pelear por aquello que ya consiguieron nuestros abuelos y que nuestra generación ha dejado perder.
La película nos presenta las interesantes vidas de estas tres mujeres afroamericanas: las matemáticas Katherine Johnson (Taraji P. Henson) y Dorothy Vaughan (Octavia Spencer), y de la ingeniera Mary Jackson (Janelle Monáe). Todas ellas fueron elegidas por sus privilegiadas mentes para trabajar como “calculadoras” en la NASA, repasando los cálculos realizados previamente por astrofísicos e ingenieros que trabajaban en cada unos de sus proyectos. Poco a poco terminarán por revelarse ante un sistema racista y machista que las relegaba a un segundo, o tercer, plano.
Y eso es ni más ni menos lo que encontraremos en Figuras ocultas. Tres historias reales (basado en el libro de Margot Lee Shetterly) de superación personal y de lucha a nivel laboral y racial que sin duda protagonizaron Katherine Johnson, Dorothy Vaughan y Mary Jackson y que bien merecían su propia película a modo de homenaje. Unas heroínas silenciosas que no sólo lucharon por los derechos de los negros en unos Estados Unidos que aún los seguían tratando como esclavos, sino que también lo hicieron por los derechos laborales de todas las mujeres. Tres historias de esfuerzo, valentía y tesón que dejaron sin argumentos a la mismísima NASA no pudiendo más que terminar por reconocer y alabar su talento innato para las matemáticas y la astrofísica, tras prestar su valiosa ayuda para ganar la carrera espacial contra la Unión Soviética al hacer posible que el astronauta John Glenn fuera el primero en orbitar sobre la Tierra.
Dirigida por Theodore Melfi (St. Vincent), el mayor fallo de la cinta será pasar de puntillas y de forma demasiado naif por todos los problemas que se encontraron estas tres brillantes mujeres para desarrollar su trabajo en la NASA y que hoy las hacen merecedoras de este reconocimiento cinematográfico reivindicando su gran labor. Peca de resultar demasiado amable y académica, claramente apostando por trazar una firme carrera hollywoodense que le haga ganadora de Oscars. Carece de arrojo y de corazón, algo completamente necesario si queremos convertir una película biográfica en un trabajo merecedor de la categoría “de culto”. Todo ello la llevará a ser una apuesta cinematográfica correcta pero no apasionante como cabría esperar. A su favor hay que señalar que consigue no caer en la pedantería y que funciona como película de empoderamiento femenino consiguiendo que el espectador no pierda un ápice de su interés hasta el final.
Pero sin duda lo más destacable de Figuras ocultas es el impecable trabajo de todo su reparto. Sus tres protagonistas femeninas están excepcionales. Arrancan la cinta teniendo el mismo peso, aunque poco a poco el personaje deTaraji P. Henson, Katherine Johnson, será el que tome mayor protagonismo y termine centrando la historia hacia el lanzamiento espacial de John Glenn.Octavia Spencer, Dorothy Vaughan, nos regalará grandiosas secuencias junto a Kirsten Dunst, y la hasta ahora cantante Janelle Monae, Mary Jackson, destacará desde el comienzo como la gran revelación interpretativa de la cinta. Claramente serán las mujeres las que brillen, relegando a un segundo plano a sus homólogos masculinos:Jim Parsons yKevin Costner.