La nueva entrega de “Tomb Raider” y “Ready Player One” ya están en los cines. Dos películas basadas en videojuegos que bien pueden romper el techo que fijaron sus predecesoras del género ¿Qué deben hacer para ser la número 1? ¡No te pierdas nuestro repaso de las películas basadas en videojuegos más taquilleras de la historia!
Lara Croft: Tomb Raider – (Simon West, 2001)
Angelina Jolie interpreta a Lara Croft en la primera adaptación del personaje del videojuego a la gran pantalla. Croft, una habilidosa aventurera en búsqueda de tesoros, deberá desenterrar su pasado para encontrar un talismán capaz de controlar el tiempo.
Esta película, que recaudó un total de $274,7, deja la sensación de que el casting de la actriz principal y la dirección de algunas secuencias de acción, son lo más destacable. Todo lo demás no está a la altura en cuanto a valor de entretenimiento se refiere; no deja de ser irónico que Angelina Jolie recibiese una nominación a los Premios Razzie a la peor actriz por este papel. El guion rezuma tópicos, el resto del reparto sobreactúa demasiado durante los pocos minutos que hay interpretación en la pantalla, la música es del montón…
Sin embargo, se podría decir que “Tomb Raider” es una de esas películas que con los años ha ido adquiriendo el status de película de culto -puede que la combinación entre lo positivo y lo negativo provoque que esta película tenga un algo especial-. Lo que es seguro es que siempre será la referencia y objeto de comparación con futuras –o actuales– entregas basadas en el personaje de Lara Croft.
Resident Evil: Ultratumba (Paul W. S. Anderson, 2010)
Cuarta entrega de “Resident Evil” de la saga protagonizada por Mila Jovovich. Esta película continúa con el conflicto de las anteriores entre su personaje, la valiente Alice, la siniestra Corporación Umbrella y por supuesto, zombis y más zombis.
Muchos críticos afirman que esta película supuso la decadencia definitiva de la saga, que sus mejores días, si es que los tuvo, no volverían, y seguramente esa sea la opinión más aceptada del público en general. Con todo eso, recaudó $300,2 en todo el mundo siendo la película más taquillera de una saga que terminó acumulando más de $1.000 en total.
Es cierto que el éxito comercial no equivale a calidad cinematográfica -como seguiremos comprobando en esta lista-, pero también es cierto que esta es una de esas sagas con una temática bien definida y que con los años ha ido adquiriendo una base de irreductibles fans que disfrutan viendo estas películas. Poco importan las críticas negativas ni la falta de similitudes al material original: lo esencial es su estética y Alice matando zombis.
Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo – (Mike Newell, 210)
Jake Gyllenhall interpreta una príncipe persa que, tras aliarse con la princesa del reino vecino, interpretada por Gemma Arterton, deberá proteger el secreto de Las Arenas del Tiempo y derrotar al asesino del rey que pretende alterar el tiempo.
Esta película fue un “blockbuster” en toda regla, entretenida y predecible. Siendo justos, en cuanto a respeto o fidelidad al material original, esta es una de las mejores adaptaciones de películas basadas en videojuegos, además de la tercera más taquillera de la historia del género al recaudar un total de $336,4.
Intensas escenas de acción con efectos más que aceptables, personajes y tramas sencillas que no pretender reinventar nada sino entretener en el sentido más conceptual de la palabra, buenas interpretaciones de la mayoría del reparto y mucha nostalgia para los que jugaron al videojuego en su momento.
Angry Birds (Clay Kayttis Y Fergal Reilly, 2016)
Red, el protagonista, es un pájaro con mal genio que vive en una isla poblada por aves felices que no pueden volar. Sus amigos, Chuck y Bomb, nunca han terminado de encajar con el resto de aves al igual que el propio Red; un día aparecen unos extraños cerdos verdes que son adorados por el resto de aves, pero para Red y sus amigos, serán solo el inicio de sus aventuras.
La serie de videojuegos “Angry Birds” fue creada en 2009 por una empresa finlandesa. Tras su adaptación a dispositivos de pantalla táctil, en 2012 se convirtió en el juego para móviles más vendido de la historia. Y por todo esto hoy existe esta película de animación, estrenada en cines, en mayo de 2016.
La película está enfocada en el público infantil y, como suele ocurrir cuando las obras están diseñadas para este tipo de público, se podría enmarcar en uno de los siguientes casos: En el de película realizada para que los niños se rían con la repetición de chistes fáciles y los padres no entiendan lo que pasa; o la del tipo que tanto padres como niños se ríen, puede que por motivos distintos, e intentan que ambos aprendan alguna moraleja más o menos interesante. Si bien “Toy Story“, “Inside Out” o “Zootrópolis”, se pueden catalogar en la segunda opción, “Angry Birds” inevitablemente pertenece a la primera categoría. Eso sí,llegó a recaudar $349,8.
Warcraft (Duncan Jones, 2016)
El reino de Azeroth vive en paz hasta que un día recibe una invasión de orcos de otro mundo llegados a través de un portal mágico que pretenden conquistar y destruir el pacífico reino. Un héroe en cada bando, un valiente humano llamado Lothar, y un precavido orco llamado Durotan, deberán sacar lo mejor de sí mismos para salvar a sus respectivas razas de la extinción.
“Warcraft”, dirigida por Duncan Jones -que por aquel entonces solo había dirigido dos películas en su carrera-, y protagonizada por Travis Fimmel-conocido por su papel protagonista en la serie para televisión “Vikings”-, recaudó $433,7 y hoy en día sigue siendo la película basada en un videojuego más taquillera de la historia.
Las interpretaciones son correctas en su mayor parte, cumpliendo con lo que cada escena exige al personaje, pero ninguno de los actores muestra demasiada variedad de registros y la mayoría de las actuaciones tienen el mismo nivel de intensidad por lo que se acaban volviendo monótonas. La música es buena y acertada en el sentido que ayuda a transmitir lo que el director quiere que sienta el espectador en momentos determinados, pero tampoco es memorable. Las escenas de acción, aunque rebosan imágenes generadas por ordenador, están bien dirigidas y la cámara se sitúa a suficiente distancia como para lucir las coreografías y mostrar con claridad lo que está pasando.
En “Warcraft” el arco argumental de los orcos está muy bien presentado y desarrollado, más que el de los humanos. Los ambientes son muy cuidados y sirven tanto para meter al espectador dentro del mundo en cuestión como para regalar guiños a los fans del videojuego. La estética y el estilo son fácilmente identificables; desde el momento que empieza la película hasta que termina la sensación que estamos en un mundo mágico que podría existir realmente es permanente. Hay momentos de humor en lugares estratégicos alejados de la vergüenza ajena que pueden provocar sonrisas o suspiros reconfortantes. Y los detalles nostálgicos son tantos que es imposible apreciarlos todos en una primera visualización: vestuarios, emblemas, banderas, edificios, entornos, razas, personajes, guiños en el fondo de escenas aparentemente prescindibles, animales, criaturas mágicas, la propia magia… No es necesario haber jugado al juego para apreciar todo esto pero si lo has hecho, la experiencia mejora mucho.
Con el éxito comercial de esta película, lo más probable es que antes o después se estrene la secuela, de hecho, puede que estemos ante una potencial saga que nos acompañe muchos años en el futuro. Si superará a la primera o no es algo que solo el tiempo dirá, hasta entonces, para esa hipotética secuela y para el resto de películas basadas en videojuegos venideras, “Warcraft” es la número 1 a batir.