Entrevistamos al director Pete Docter y al productor Jonas Rivera durante su visita a Madrid para promocionar el nuevo estreno de Disney Pixar: Del revés (Inside out). Sus principales responsables nos revelan los secretos del peliculón del verano 2015.
1.- La idea de la película ‘Del revés (Inside out)‘ surgió al ver el cambio de actitud de tu hija (Pete), de ese cambio que tuvo al pasar de ser una niña alegre y vital de nueve años a una joven de once triste y lánguida. ¿Qué habéis aprendido personalmente después de hacer la película?
Pete: Hemos trabajado con muchos científicos y psicólogos. Uno de ellos, Paul Eckman. Nos estuvo contando que hay muchas emociones y muchos sistemas que están trabajando en conjunto en la mente. Hay algunas partes del cerebro que se encargan de unas cosas específicas, otros de otras, pero muchos de ellos son invisibles. Esos mecanismos nos hacen tomar decisiones que no tienen por qué ser pensamientos directos sin o llevarnos a hacer elecciones tan imperceptibles imperceptibles como… ¿Qué color de boli quiero utilizar para apuntar las notas de esta entrevista? Todo eso nos va definiendo e impulsa las cosas que hacemos. Quizá ha sido revelador darse cuenta de que hay muchas cosas ocultas, que hay muchas más capas en la mente desconocidas.
2.- Últimamente las películas de Disney Pixar, están dotadas de un trasfondo muy adulto, muy inteligente, muy inspirador. Al contrario de los grandes taquillazos para adultos que están desprovistos de cualquier valor intelectual. ¿Se le exige más a la animación?
Jonas: La pregunta habría que hacérsela a Hollywood. Eso es algo que yo mismo he pensado en más de una ocasión. Hay películas como las de Batman de Christopher Nolan, que es un personaje adulto y sofisticado… y es una película muy divertida… pero pasa eso. Lo importante en Pixar es tomarnos nuestro tiempo para hacer bien las cosas. Nosotros siempre partimos de una película que nos guste a nosotros como adultos, no pensando directamente en el público infantil. Nos gusta hacer películas universales con emociones que comprende todo el mundo.
3.- La película ha tenido mucho éxito en Cannes y en todos lados. ¿Podría haber sido más redonda si se hubiera quitado el punto ñoño y fuera más canalla?
Pete: Sí, desde luego si separamos el concepto y el mensaje se podría haber utilizado esta idea para contar un montón de viajes distintos a través de emociones y desde diferentes puntos de vista. Pero es que esta es la historia que queríamos hacer, la historia que nos cautivó. Nos gusta el tono que hemos transmitido en la película, sobre todo pensando en la pérdida… la pérdida de la infancia. Al hacernos adultos echamos la vista atrás y sentimos que se nos ha escapado la infancia. Pasamos a otra fase y se nos escapa esa fase anterior. Lo que queríamos transmitir era el mensaje de el poder de la tristeza.
4.- Disney está rehaciendo los clásicos en imagen real y en algún momento les puede tocar a las películas de Pixar. ¿Qué pensáis de ello? ¿Hay alguna película que no debería tocarse?
Pete: (Risas) El otro día estuvimos bromeando sobre eso.
Jonas: ¿Sobre hacer películas de Pixar en imagen real?
Pete: Sí. Toy Story con personas reales… ¡sería horroroso!
Jonas: (Risas) Sí. ¡Yo lo odiaría! Con algunas películas de Disney queda bien. A mi me gustó Cenicienta… pero no me puedo imaginar qué películas… A lo mejor Los Increíbles… no lo sé.
Pete: Al principio teníamos que pensar en los medios que teníamos. En los primeros tiempos de la animación por ordenador, intencionadamente o no, todo tenía apariencia de plástico. Así que era como… ¡habrá que adaptarse y utilizar personajes de plástico como protagonistas! Incluso con Nemo. Hacer esqueletos y carne es muy difícil, pero los peces parece que son más fáciles de representar con un ordenador.
Jonas: ¡Próximo verano! ¡Toy Story 3 de Pedro Almodóvar!
5.- Actualmente hay un boom en el mundo de la animación. ¿Piensan que las producciones Europeas y españoles con un presupuesto diez veces más limitado que el suyo pueden competir con Pixar o Dreamworks?
Jonas: Sí. Ahora mismo estamos en pleno boom de la animación. Al ir a distintos festivales como Cannes y demás nos estamos dando cuenta de que por fin la gente está entendiendo las películas de animación como películas. La gente empieza a dejar fuera el apelativo de “animación” y las están acogiendo por lo que son, películas sin pensar tanto en un producto hecho para niños. Somos conscientes de que nuestras películas también tienen que ser siempre divertidas pero nos centramos en que la animación es el medio que utilizamos. Está muy bien que así se vaya abriendo camino al resto de la animación. Recientemente hemos estado en Irlanda y hemos tenido la oportunidad de ver algunas películas que nos han parecido geniales.
Pete: En cuanto al tema del presupuesto: Nosotros trabajos en Disney y tenemos una maquinaria muy potente detrás pero no siempre fue así. Cuando empezamos, la primera película de Toy Story la hicimos con muy poco presupuesto. Eramos como cien personas trabajando en la película. Ojalá esto sirva para abrir el camino y que la animación llegue mucho más lejos. También al trabajar con poco presupuesto hay más posibilidades, no hay que apelar a un público tan grande. Puedes ser más específico y hablar más a determinadas culturas.
6.- ¿Habéis pensado en la posibilidad de continuar la historia a partir de que la niña se convierte en adolescente?
Jonas: No somos lo suficientemente valientes. Sería una película de terror (Risas). Por eso hemos evitado ir por ahí. Esta película es fruto de cinco años de trabajo. Nos encantan los personajes y tenemos mucho cariño al mundo que hemos creado pero ahora mismo nos apetece hacer cosas diferentes. Del revés surgió cuando terminamos UP y después de Up queríamos ir por otro camino, alejarnos de todo aquello y por eso surgió Del revés. Ahora estamos buscando proyectos que sean diferentes.
7.- Usáis dos tipos de animación diferente: una más realista, el mundo real de la niña; y otra más de estilo dibujos animados. ¿Cómo llegasteis a esa conjunción de estilos?
Pete: Fue algo muy intencionado. Queríamos estar seguros de que el público tuviera claro el mundo que estaban mirando en cada momento, porque desde el principio teníamos claro que habría muchos cambios bruscos de escena para poder ver a las emociones actuando y entonces a Riley respondiendo. Esto nos dio la oportunidad de aprovechar todas las posibilidades que nos ofrece la animación porque estamos trabajando en un terreno totalmente desconocido. Nadie sabe como es el interior de la mente. Pudimos explorar algo muy diferente a través de las emociones. De hecho, cuando vemos a los humanos en la película, tampoco son muy realistas son bastante caricaturescos. Cuando rodamos la película hicimos también hincapié en el tipo de fotografía que había que usar. Utilizamos distintas lentes, movimientos de cámara e iluminación para acentuar esa distinción entre los dos mundos.
8.- Esta es la única película de Pixar en la que no hay ningún villano. ¿Queríais dar más protagonismo a las emociones?
Pete: No creo que en la vida real los villanos actúen pensando como son reflejados en los dibujos. Todos esos personajes siempre se llevan al límite a través de historias que son metáforas de lo que vivimos en nuestra vida. En el mundo real el mal no mueve a la gente. La gente suele actuar pensando que están haciendo lo correcto aunque luego puedan estar haciendo mal, que es un poco lo que le pasa a Alegría en la película. Podríamos decir que ella es “el villano” porque ella hace las cosas mal pensando que está haciendo lo correcto hasta que se dan cuenta de que tiene que abrir las perspectivas y dejar que las demás emociones también ayuden a Riley a seguir su camino. En algún momento estuvimos pensando en meter algunas otras emociones como la depresión…
Jonas: Sí, al principio creamos una especie de monstruo, un personaje humeante, pero vimos que se alejaba mucho de la historia que queríamos contar y lo desechamos.
9.- Cuando salís de trabajar ¿seguís viendo animación o estáis saturados ya de vuestro trabajo?
Pete: ¡Vemos a nuestros hijos! Son nuestras televisiones personales, son mucho más divertidas que la televisión convencional.
Jonas: Me encantan las películas de acción real, las series, las películas de animación, pelis nacionales, extranjeras, veo la tele, veo Walking Dead… todo lo que puedo. Todas lo que veo me ayuda como inspiración para hacer grandes cosas… No sé, no puedo dejar de ver películas, me encantan.
10.- ¿Cuál es vuestra película de animación favorita?
Pete: Creo que puede se Dumbo. Cuando mi hijo era muy pequeño la solía ver una vez al día como poco durante un año y medio y ha día de hoy todavía no me he hartado de verla… ¡Y era como para que me diera un ataque de corazón!
Jonas: La mía es Peter Pann.
11.- ¿Cómo fueron vuestros estudios para documentaros para hacer la películas?
La memoria es muy interesante porque al parecer cuando uno evoca un recuerdo vuelve a decodificarlo de forma distinta en la memoria. Entonces, cuanto más evocas un recuerdo, es más susceptible de ser cambiado, y de ser menos parecido al verdadero momento que viviste. Es como la fotocopia, de la fotocopia, de la fotocopia… Pero esta no es la forma como queríamos reflejar la memoria. Optamos por retratar la memoria como hechos concretos para que Alegría pudiera ir viendo porque eso sirve mejor a la historia.
12.- La colaboración, un aspecto que viene muy retratado en la película ¿es un elemento clave en el trabajo de Pixar?
Jonas: Por supuesto. La colaboración es clave. El director es la fuente de la película, es el que la contiene y conduce al equipo pero, la razón de que todo sea un éxito es que todo es muy colaborativo. Todas las personas que están trabajando son cineastas que tratan de comunicar algo al público y siempre compartimos todas las ideas. En muchas ocasiones a lo mejor una idea no funciona pero gracias a todo el equipo que trabaja de cientos de maneras distintas se consigue sacar adelante algo.
Pete: Sí. Los tres pilares de Pixar son la dirección creativa, la colaboración y la interacción.