Vivir dos veces es la nueva propuesta de la directora Maria Ripoll. Una road movie de Valencia a con el objetivo de recuperar al primer amor. Un amor de juventud que su protagonista, Emilio, se niega a olvidar ahora que le han diagnosticado alzheimer. Analizamos la nueva apuesta del cine español en la crítica de Vivir dos veces.
Crítica de Vivir dos veces
En una semana de estrenos donde parece que nadie quiere competir con el payaso de It Capítulo 2, encontramos una película cercana, emotiva y de sello nacional que se atreve a mirarla de frente desde un género completamente distinto, claro está, el de la comedia dramática. Vivir dos veces es una historia sincera, bella y entrañable que promete sonar fuerte de cara a la próxima temporada de premios.
Su punto álgido, además de una trama cercana con la que cualquier espectador se podrá sentir identificado en uno y otro momento, son las interpretaciones orgánicas, naturales y sobresalientes de todo su reparto. Sí, de todo el elenco, desde los protagonistas más conocidos Oscar Martinez e Inma Cuesta, a un actor relegado a series de televisión de sobremesa como es Nacho López, hasta disfrutaremos de descubrir a la próxima actriz revelación de tan sólo diez años llamada Mafalda Carbonell. En esta opinión de Vivir dos veces ya señalo que estamos ante alguno de los posibles premios anuales a la interpretación.
Sinopsis
La historia arranca con un Emilio (Oscar Martinez) desorientado deambulando por las calles de Valencia… no tardarán en diagnosticarle una de las enfermedades más temidas en la actualidad: alzheimer. Con la preciosa idea de recordar antes de empezar a olvidar, Emilio embarcará a toda su familia en un viaje repleto de risas y lágrimas con el objetivo de reencontrarse con el amor de su juventud. El verdadero amor que no quiere olvidar.
La dirección de María Ripoll
Tras dos películas nada acertadas en los últimos años, Ahora o nunca yNo culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, la directora Maria Ripoll nos conquista con una película de fondo dramático que sabe conquistarnos con sentido del humor y grandes dosis de cercanía. Como la vida misma. ¿Quién no se ha reído en alguna de las situaciones más dramáticas de su vida? Es un hecho que la mayor comedia se encuentra en el drama.
Es verdad que con un tema tan delicado como el alzheimer es complicado alcanzar ese punto intermedio entre lo cómico y el dramático, sin resultar desacertado o tremendamente nostálgico. Lo positivo en la crítica de Vivir dos Veces, es que Ripoll lo logra con gran elegancia y armonía, haciendo que todos los elementos de su película se acompañen, encontrando unos en otros ese necesario equilibrio para lograr el buen resultado obtenido en la película.
El guion
Claro está que gran parte del mérito radica ya en el guion propuesto por María Mínguez, la cual apuesta por una historia cotidiana, cercana y con un final que consigue ser luminoso en una situación nada esperanzadora. Logrará involucrarnos en la búsqueda de Emilio y emocionarnos, eso sí, sin buscar la lágrima facil en ningún momento.
Opinión final de Vivir dos veces
Vivir dos veces resulta un canto a las ganas de vivir, a la esperanza, a la familia, al amor, a las oportunidades perdidas y a las que aún están por llegar. Una buena opción para el fin de semana cuando tus pretensiones sean emocionarte con una historia cercana y realista.