Película El practicante de Netflix con Mario Casas: Crítica

Un thriller psicológico que no da ni frío ni calor

Mario Casas regresa con nuevo protagonista a Netflix, ahora es El practicante. Una cinta dirigida por Carles Torras que plantea un descafeinado thriller psicológico. Una propuesta que no da ni frío ni calor, en gran medida, por lo mal dibujados que están sus personajes desde guion. Comenzamos con nuestra crítica de la película El practicante de Netflix.

Sinopsis de El practicante

Ángel (Mario Casas) trabaja como técnico en emergencias sanitarias dando los primeros cuidados en la parte trasera de una ambulancia. Tras sufrir un grave accidente, su actitud controladora y obsesiva con respecto a su novia Vane (Déborah François) se disparará.

Mario Casas y Déborah François
Mario Casas y Déborah François

Crítica de la película El practicante de Netflix

Tras su visionado, no termino de entender las buenas críticas que ha cosechado El practicante entre la crítica profesional. Esto no quiere decir que no aprecie la cuidada estética de la cinta o el esfuerzo de Mario Casas por resultar contenido en el papel de psicópata controlador, pero de ahí ha decir que estamos ante una gran película va mucho camino. Comenzamos con nuestra crítica de la película El practicante de Netflix, una cinta con buenas ideas pero mal desarrolladas.

La importancia de un buen guion

Hay un título nacional que resonará en nuestra cabeza mientras visionamos la nueva propuesta de Netflix, ese es Mientras duermes (2010). La película de Jaume Balagueró lograba meterte el miedo en el cuerpo ante la cruel y despiadada conducta del portero de un edificio, protagonizado por el siempre sublime Luis Tosar. Ambas cintas guardan cierta similitud en torno a lo retorcido de su personaje protagonista y hacia la obsesión insana que mantienen por una mujer. En la de Balagueró todo funciona como un reloj, gracias a una buena dirección, a la interpretación de Tosar y a un magnífico guion de Alberto Marini.

Sin embargo, en la película El practicante de Netflix lo primero que hace aguas es el guion que firma el propio director Carles Torras junto a David Desola y Hèctor Hernández Vicens. Parecen querer conseguir que el espectador empatice de alguna manera con un joven atractivo que de repente es golpeado duramente por la vida, y tras un accidente de tráfico, se ve relegado a una silla de ruedas. El problema es que desde el primer instante de metraje el espectador ya sabe que dicho personaje no es trigo limpio. Ángel (Mario Casas) es un auténtico sociópata, capaz de ir robando objetos a las personas convalecientes que traslada en ambulancia. 

Mario Casas
Mario Casas

Tal es la oscuridad que marca el carácter del personaje principal desde el inicio que, como espectadores, nos darán igual sus problemas para poder concebir, su fatídico accidente de tráfico. o que tras éste su novia le abandone. Desde el arranque del metraje el espectador ya intuye que todo lo malo que le pase a Ángel se lo tiene bien merecido.

Algo que a su vez consigue que el espectador no empatice con el momento del accidente de Ángel, y que su actitud controladora, celópata y obsesiva con respecto a su novia no se vean de algún modo “amparadas” por la nueva situación del personaje. No, Ángel ya era un maltratador y un psicópata en potencia, todos los sabemos.

Aceptamos que el director Carles Torras tenía la intención de mostrarnos ciertos rasgos oscuros del personaje de Ángel antes del accidente; lo que sucede es que el espectador no tomará este acontecimiento como un elemento que desate dicha actitud, sino que terminaremos pensando que en silla de ruedas o no, el personaje de Ángel habría hecho los mismos actos ruines y crueles, y quizá con más realismo.

Y es que en ciertas escenas en las que el personaje de Vane lo está pasando realmente mal por las acciones perversas de Ángel, quedan diluidas y sin efectividad porque no resultan verosímiles. Que una chica en plenas facultades no logre dar esquinazo a un tipo en silla de ruedas, o está muy bien justificado desde guion – que no es el caso-, o termina por no tener ningún sentido.

Déborah François en la película
Déborah François en la película

Personajes fríos e irreales

Pero quizá el problema más significativo que podemos encontrar en la película El practicante es que no consigue que el espectador participe de la historia que plantea en ningún momento. Sus personajes protagonistas resultan tan fríos, tan lejanos entre ellos mismos y, lo que es peor aún, hacia todo acontecimiento que les esté sucediendo, que es imposible que una vez llegado el clímax final de la película nos importen los despiadados sucesos que concurrirán.

Tanto Ángel (Mario Casas) como Vane (Déborah François) parecen no tener ningún tipo de reacción ante cualquier estímulo. Ni frío ni calor. Algo que como espectador resulta insoportable y hace que te desvincules de inmediato del conflicto planteado.

Mario Casas en la película
Mario Casas en la película

Mario Casas y Déborah François

Déborah François en el papel de Vane tan solo es capaz de aportar una interpretación insípida. Y Mario Casas como Ángel no logra brillar precisamente por una mantenida contención que le persigue durante todo el relato. Hay que reconocer el esfuerzo realizado por el actor para dominar una silla de ruedas, algo nada sencillo, y para resultar pertubador. Pero esa contención inquebrantable durante todo el relato le hace flaco favor. Desde luego, decir que este es el mejor papel interpretado por Casas es pura fantasía. Fácilmente podemos nombrar otros trabajos dignos de tal alago: Hogar, Grupo 7 y, por supuesto, Adiós.

Escena de la película El practicante de Netflix
Escena de la película El practicante de Netflix

Opinión final de la película El practicante de Netflix

Como conclusión de esta crítica de la película El practicante podemos decir que estamos ante un thriller completamente fallido, que no logra captar la atención del espectador y hacerle partícipe del relato. Sus personajes resultan fríos, faltos de vida y de reacciones. Donde realmente logra destacar es en su apartado técnico.

Será curioso descubrir como su escena final habría planteado, de haberla planteado durante su arranque, una película mucho más interesante y perturbadora. Pero claro, esa habría sido otra película distinta.

Ficha Técnica

Título original: El practicante
Género: Thriller psicológico, Drama, Violencia machista
Sitio Oficial: Película El practicante
País: España
Idioma: Español
Fecha de estreno en España: 16 de septiembre de 2020
Productora: Netflix, Babieka, Zabriskie Films
Distribuidora: Netflix
Duración: 94 min
Año: 2020
Calificación por edades: No recomendada para menores de 12 años

Ficha Artística

Dirección: Carles Torras
Guión: David Desola, Hèctor Hernández Vicens, Carles Torras
Música: Santos Martínez
Fotografía: Juan Sebastián Vasquez
Reparto: Mario Casas, Déborah François, Celso Bugallo, Raúl Jiménez, Pol Monen, Guillermo Pfening, Maria Rodríguez Soto, Gerard Oms

Cartel

Cartel de la película El practicante de Netflix
Cartel de la película El practicante de Netflix

Trailer

RESEÑA FINAL
Un thriller psicológico fallido que no despierta ningún tipo de reacción en el espectador.
DIRECCIÓN
4
GUIÓN
2
INTERPRETACIÓN
4.5
LO BUENO
Los aspectos técnicos de la cinta.
LO MALO
La frialdad de los personajes.
El guion.
3.5
Nota