Arriesgada, provocadora, perversa y muy lúcida. En la línea de una pieza esperpéntica de Valle-Inclán. Sirve como espejo deformador y grotesco tanto de nuestros complejos más recónditos, como de los atributos efímeros y materialistas que nuestra sociedad promociona. Lástima que el director y guionista, Dan Gilroy (Nightcrawler), falle a la hora de entrar a matar; hubiera sido una faena merecedora del rabo y las dos orejas. Denzel Washington sale a hombros y por la puerta grande.
Críticas
Críticas de los últimos estrenos de la cartelera de España.
Comedia sexual gamberra donde un grupo de adolescentes decide hacer un pacto para perder la virginidad el día del baile de fin de curso. Sus padres intentarán evitarlo a toda costa. Película para adolescentes con moralina incluida.
Amor a medianoche es ofensiva, ridícula y carca. Se vale de todas las armas y artificios que tiene a su alcance para lanzar a los adolescentes (público potencial del film) un mensaje peligrosamente reaccionario.
La película Noche de Juegos es hilarante, fresca, disparatada y completamente desinhibida. Una de las comedias de la temporada, capaz de seducir a toda clase de público. El guión de la película, en su constante y desesperada búsqueda de la comedia, acaba resultando una sucesión de volantazos a 180 en medio de la autopista. Lo que a priori podría terminar ocasionando un grave accidente, acaba resultando un éxito sin paliativos que ahora llega a Netflix. Excelente casting: Jason Bateman y Rachel Macadams exhalan química. Aquí arrancamos nuestra opinión de la película Noche de juegos de Netflix.
Una película con elevadas pretensiones y con nulo resultado final es la que nos ocupa hoy en esta crítica, "Hacerse mayor y otros problemas". La ópera prima de Clara Martínez-Lázaro, protagonizada por Silvia Alonso, es la representación española en la cartelera del fin de semana.
Convencional, aséptico y ligeramente aburrido thriller político de acción. El transgresor y contundente José Padilha (Tropa de Élite; Tropa de Élite 2; Narcos) parece más preocupado por no labrarse enemigos o no pisar demasiados charcos a nivel artístico. Una pena. La fortuna favorece a los audaces.