“Mi querida cofradía” logra captar la atención, y por qué no las disparatadas risas, del público que apueste por las comedias nacionales que, aunque conservando un claro aroma a clásicos de nuestro cine, respiran personalidad por los cuatros costados.
Crítica de la película “Mi querida cofradía”
Unas risas despreocupadas serán las que logre arrancarnos Mi querida cofradía, el debut en la comedia de su directoraMarta Díaz de Lope Díaz. Una comedia de enredos a la antigua usanza, con claros toques almodovarianos, que logra engancharnos gracias al buen hacer de su protagonista, la actriz Gloria Muñoz; a unos gags inspirados que funcionan como un reloj; una trama que logra mantener expectante al público; y a unos planos con toque indie que logran aportarle carisma y personalidad al proyecto.
La película “Mi querida cofradía” nos presenta a Carmen (Gloria Muñoz), una malagueña dedicada en cuerpo y alma desde hace décadas a su querida cofradía. Ahora va a quedar vacante el puesto de presidenta y parece merecedora de la total confianza de su hermandad para ocupar el cargo… pero ¡con la Iglesia y sus sagrados mandatos hemos topado! ¿Cómo va a ocupar dicho puesto una mujer? De todos es sabido que el Presidente de la cofradía es eso, un hombre, e Ignacio (Juan Gea), su mayor rival en la disputa del cargo parece no querer ponerle las cosas fáciles.
Con “Mi querida cofradía” viviremos un auténtico subidón de empoderamiento femenino a golpe de comedia. Una clara reivindicación sobre el lugar que debe ocupar la mujer, históricamente relegada a un segundo plano, siempre a la sombra de “un gran hombre”, sin molestar ni quitarle protagonismo. La crítica social, estamental e incluso católica es clara y ocupa el centro de la trama de la película. Un mensaje alto y claro que ya es el clamor de millones de mujeres: la revolución será feminista o no será.
La propuesta deMarta Díaz de Lope Díazes el claro ejemplo de que no hacen falta muchos recursos, ni grandes efectos especiales, ni espectaculares argumentos para hacer las cosas bien en el mundo del cine. La película cuenta con todos los elementos necesarios para resultar ganadora en su juicio más severo, la sala de cine: un guion sólido; unos gags que funcionan; unos tiros de cámara que arriesgados; unos planos y un colorido muy indies; y unos actores que conocen su oficio a la perfección y te hacen disfrutar de lo alocado de la propuesta que plantean.
Si hay un pero que se le pueda poner a la película es no haber arriesgado más en el absurdo que ocupa la mayor parte de su trama, sin duda habría ganado infinitamente más apostando por el desmelene absoluto de su protagonista.
Seguramente, y a las alturas del año en que nos encontramos, ya tenemos frente a frente a uno de los títulos merecedores de los premios de la próxima temporada. Comienzan las quinielas, deja apuntada “Mi querida cofradía” y a su protagonista, Gloria Muñoz.