Crítica de La familia perfecta: La comedia española que arrasa en Netflix

Crítica de La familia perfecta, comedia dirigida por Arantxa Echevarría y protagonizada por Belén Rueda y José Coronado. La propuesta intenta plasmar las diferencias de clases en la sociedad española y que esconde un claro mensaje de empoderamiento de la mujer.

Sinopsis

Lucía (Belén Rueda) es una ama de casa adinerada que lleva años casada con un reputado astrofísico (Gonzalo de Castro). Su vida, aparentemente perfecta, dará un vuelco cuando su único hijo, Pablo (Gonzalo Ramos), decida presentarle a la familia de su prometida Sara (Carolina Yuste), una joven que vive en un barrio del sur de Madrid y cuyo estilo de vida no podría ser más distinto al de ella.

Crítica de la película La familia perfecta

Los primeros diez minutos de la película La familia perfecta, bien podría presagiar que lo que vamos a ver es algo similar a lo que nos muestran películas como ¿Pero Dios mío que te hemos hecho? o Señor dame paciencia. La cinta se presenta como la gran comedia del año, con un elenco lleno de grandes rostros del cine español (Belén Rueda, José Coronado, Gonzalo de Castros, Pepa Aniorte, entre otros), y con una trama que promete risas y carcajadas. Sin embargo, esto no podía estar más lejos de la realidad.

Un inicio prometedor

Tras un primer acto bastante prometedor, lleno de puntos cómicos basados en la exageración, los estereotipos y los distintos clichés en los que se ven envueltos nuestros protagonistas, la película diverge en algo totalmente distinto.

Súbitamente, esta trama que gira en torno a cómo unos padres adinerados y de clase social alta tienen que lidiar con el hecho de que su hijo se vaya a casar con una joven muy por debajo de ellos socialmente hablando, pasa a un segundo plano.

Esto provoca que, a medida que entramos en el segundo acto, las situaciones cómicas derivadas de estas diferencias sociales sean cada vez menos frecuentes y el ritmo que había establecido la película La familia perfecta desde un primer momento se pierde completamente, haciendo que el espectador se sienta en momentos confundido por lo que está viendo. Algo que la cinta es incapaz de remontar en el tercer y cuarto acto.

Una comedia demasiado avariciosa

Esta pérdida paulatina de la calidad de la propuesta se debe a la desmedida ambición que posee la misma. La película La familia perfectatrata de compaginar esta diferencia de clases con un mensaje de empoderamiento de la mujer, que no resulta como debería.

Esta necesidad de plasmar en una misma cinta dos mensajes a los que se les puede sacar tanto partido, hace que la película este llena de momentos donde los hechos ocurren de forma demasiado brusca, carente de sentido, y sin una introducción previa. La trama principal (la diferencia de clases) se abandona demasiado pronto, haciendo que el ritmo que había impreso se diluya demasiado rápido. Sin embargo, esto no es que facilite precisamente que se profundice en el mensaje de empoderamiento. Más bien lo contrario.

Entre la diferencia de clases y el empoderamiento

La película La familia perfectatrata de abarcar más de lo que realmente se nos muestra durante las casi dos horas que dura la cinta, convirtiéndola en una sucesión de escenas inconexas entre sí y en las que no se profundiza prácticamente nada en la complejidad que los personajes se presupone deberían tener.

El conflicto interno al que se enfrenta el personaje de Belén Rueda (personaje sobre el que se centra el mensaje de empoderamiento de la mujer) y que realmente es el verdadero protagonista de la película, se aprecia tan solo de manera sutil durante la mayoría del metraje, mostrándose más claro solo al final de la misma.

En definitiva, una película que desaprovecha completamente el gran potencial que poseen ambas tramas.

Un guion y una dirección caóticos

¿Pero a qué se debe esto? Bueno, principalmente, a dos motivos.

Por un lado, tenemos el guion escrito por Olatz Arroyo. Un guion totalmente caótico e incoherente, donde sus idas y venidas provocan que el espectador sea incapaz de mantener el interés durante mucho tiempo.

Un guion que además falla a la hora de hacer cómicos los clichés y estereotipos de la alta y baja sociedad española durante la mayoría de la cinta (algo que sí consiguió Ocho apellidos vascos con andaluces y vascos), donde los momentos realmente relevantes y que hacen progresar la historia podrían editarse y formar un corto de no más de media hora.

Por el otro, tenemos el trabajo de dirección realizado por Arantxa Echeverría, una directora que ha triunfado en el mundo del cortometraje, pero con muy pocas tablas en el mundo del largometraje de ficción. Algo palpable en la película La familia perfecta.

La que fuera ganadora del Goya a la Mejor Dirección novel en 2019 por su opera prima Carmen y Lola (2018), nos deja con una dirección muy deficiente, que resulta en una película donde los personajes evolucionan muy bruscamente (prácticamente de la nada y sin motivos aparentes), y los actores principales nos dejan con algunas de las peores interpretaciones de su carrera, haciendo imposible que el espectador empatice con ellos. Unas actuaciones que parecen impropias de actores de la altura de José Coronado o Belén Rueda.

Opinión final de la película La Familia Perfecta

Es más que evidente que la película La familia perfecta contaba con todo lo necesario para convertirse en una de las comedías españolas de todos los tiempos. Sin embargo, intenta abarcar más de lo que puede retener al querer juntar en una misma película dos tramas, a las que, por separado, se les podría haber sacado muchísimo más partido.

Ficha Artística

Dirección: Arantxa Echevarría
Guion: Olatz Arroyo
Música: Pascal Gaigne
Fotografía: Pilar Sánchez Díaz
Reparto: Belén Rueda, José Coronado, Gonzalo de Castro, Carolina Yuste, Gonzalo Ramos, Jesús Vidal, Pepa Aniorte, Pepe Ocio, María Hervás

Cartel

Trailer