El criticado remake de Jumanji, por los morriñeros haters de los 90, se estrena en los cines de la actual España de finales de la segunda década del siglo XXI, es decir: Perfectamente adaptada a su tiempo y al actual público. Entretenida, divertida y con suficientes momentos “chorra” como para superar con nota la media del cine de entretenimiento. Jumanji: Bienvenidos a la jungla, mola.
¿De qué va la película Jumanji: Bienvenidos a la Jungla?
Cuatro adolescentes son castigados y, tras encontrar un videojuego llamado Jumanji, mágicamente acaban siendo transportados al interior de este transformándose en los alter ego de los personajes elegidos al iniciar la partida. Para volver a la realidad deberán finalizar el juego enfrentándose a un villano que tratará de recuperar una gema de poder cuyos protagonistas tendrán que colocar en su ubicación original.
Jumanji: Bienvenidos a la Jungla, una crítica entretenida
Que finales de los 80 y principios de los 90 vuelven a estar de moda, no es ninguna novedad. Stranger Things, la continuación de Twin Peaks y tantas otras obras homenaje, como la reciente película de IT, invaden el entretenimiento audiovisual. Los remakes están a la orden del día y, los niños de antes se han convertido en los papis de ahora. Películas de la infancia de estos nostálgicos abuelos cebolleta se proyectan en Singalongs, en festivales de terror, o en sesiones especiales. Triunfan la Nes, la super Nes, pero cuidado. ¡Ay de quien se atreva rehacer un “clásico” como Jumanji! La ira de estos premillenials, los generación X, se materializará en las manitas para abajo en los indicadores de popularidad de las redes sociales. Ya les pasó a las cazafantasmas.
Pues bien, y con toda la jeta del mundo, afirmo que Jumanji: Bienvenidos a la jungla, supera con creces los ya quemados mitos al estilo de Indiana Jones, Guerra de las Galaxias, y, por supuesto, toda la matraca y retraca de super héroes fílmicos. ¿Pero esto es posible? Pues sí. Gracias a todos estos fanáticos de la autenticidad que se empeñan en engrandecer rancios mitos y en fustigar entretenidas propuestas, el visionado de esta segunda parte de Jumanji, llega a ser hasta enriquecedor.
Jumanji 2 es una comedia más… y nada menos
Esta es una película que, al igual que la original, se deja ver una vez en la vida en el cine -siendo un crío, o siendo padre- y, posiblemente, una segunda y última vez tirado en el sofá de casa. Olvidable y predecible como cualquier producto de entretenimiento, Jumanji cumple con mucho más de lo esperado, dejando un fantástico sabor de boca y ánimo. No pretende, no hastía, y, aunque obviamente los hay, no se cimenta sobre efectos especiales.
En su lugar, la película dirigida Jake Kasdan (Bad Teacher 2011, Sex Tape 2014, serie New Girl) y escrita por Chris MacKenna, Erik Sommers (ambos del equipo de guión de Padre made in USA), y Scott Rosenberg (Con Air, 1997; serie Life on Mars, 2008-2009) y Jeff Pinker (Fringe), apuesta fuerte por la comedia y las justas dosis de acción.
El guión de la película continúa exactamente en el mismo punto que terminó la original Jumanji de 1995: con el juego de mesa semi enterrado en la arena de una playa. A partir de ahí se presenta la metamorfosis del juego de mesa en un videojuego y, tras un salto temporal a la presente época, se introducen una serie de personajes adolescentes arquetípicos: el chico empollón y pringaillo, la chavala sabelotodo, el deportista con aspiraciones profesionales nada académicas y la tía buena más interesada en su imagen que en el resto del mundo. Juntos, pero totalmente cambiados físicamente, llegarán mágicamente al interior del videojuego Jumanji. Y en cuestión de segundos, se darán cuenta de que el juego es una peligrosa trampa mortal donde la muerte les acecha en forma de animales salvajes, terrenos inhóspitos, y sanguinarios mercenarios.
La gracia de la película reside en la transformación y adaptación del juego a los modernos videojuegos. Los protagonistas adquirirán involuntariamente características, destrezas y atributos de los personajes seleccionados dando como resultado combinaciones y situaciones muy irrisorias. El cuarteto protagonista formado por Dwayne Johnson, Jack Black, Kevin Hart, y Karen Gillian (Nebula en Guardianes de la Galaxia), lucirán fantásticamente su vis cómica.
Kevin Hart, representará a un más que chulesco y fornido jugador de fútbol americano en el cuerpo de un pequeño paleontólogo; Jack Black será la joven adolescente instagramer dentro del rollizo cuerpo de un cartógrafo; Karen Gillian vendrá a ser la sabelotodo transformada en una especie de joven Lara Croft con las habilidades innatas de repartir a diestro y siniestro; y Dwayne Johnson adoptará el papel de empollón friki al borde del acoso escolar, en cuyo mundo de Jumanji se convertirá en tipo más duro, invulnerable y letal de la historia. La gracia de esto es que todos los personajes conservarán la personalidad de los adolescentes pero, debido al juego, asumirán involuntariamente las características y debilidades de sus personajes. Estas, las ventajas y las limitaciones, se explotarán en el momento justo requerido para la comedia o, como no, para justificar la acción.
La película está muy bien equilibrada en la comedia, la acción, la moralidad -no puede faltar la superación personal-, y el inevitable romance fílmico -se traga bien, han usado buen calzador-, siendo su punto fuerte el trío masculino que, sin menospreciar tampoco a Karen Gillian -le ha tocado un personaje más soso-, protagonizan las escenas más divertidas de Jumanji 2.
El director, Jake Kasdan, ha sabido coordinar a todos estos grandes de la interpretación y la fama, en una obra que fácilmente podría haberse sumido en el más absoluto desinterés. Muchas son las cosas que pueden salir desastrosamente mal cuando el interés de la producción reside en hacer algo para todos los públicos, entretenido, familiar, con efectos especiales y con una taquillera referencia bastante mediocre, que se supone debe respetar. Pero la Dwayne Johnson, antes La Roca, sabe dónde meter la pasta como productor, sabe cómo rodearse de buenos reclamos -además de él mismo-, y tiene clarísimo cómo lograr que todo el mundo pase un más que buen rato en la sala del cine.
Una cosa más. Si vais acompañados de niños pequeños es probable que os hagan una pregunta que pondrá en aprieto a más de uno. Es lo que tiene el moderno humor con sus chistes a distintos niveles.