Gambito de dama de Netflix: Crítica de la serie

Anya Taylor-Joy, la reina del ajedrez

La nueva miniserie de éxito de Netflix está basada en la novela del mismo nombre publicada por Walter Tevis en 1983. Gambito de dama de Netflix se adentra en el competitivo mundo del ajedrez profesional, tocando temas como el feminismo, la adicción a las drogas y el desarraigo social. Encabezada por una formidable Anya Taylor-Joy, analizamos a continuación en esta crítica sus pros y sus contras.

Sinopsis

Tras ser testigo del suicidio de su madre, la pequeña Elizabeth Harmon (Anya Taylor-Joy) ingresa en un internado para jóvenes huérfanas. Allí aprenderá a jugar al ajedrez gracias al conserje del centro, el señor Shaibel (Bill Camp). Su pasión y sus dotes naturales le conducirán al éxito, pero su adicción a los tranquilizantes y el alcohol pondrán en peligro su carrera.

Escena de la serie Gambito de dama de Netflix
Escena de la serie Gambito de dama de Netflix

Crítica de la serie Gambito de dama de Netflix

El mundo del deporte ha sido representado por el cine y la televisión en innumerables ocasiones. Un binomio que ha funcionado desde antaño y que nos ha dado profundos retratos sobre las fortalezas y debilidades del ser humano. Atletismo, fútbol, boxeo, baloncesto o automovilismo tienen en su haber películas icónicas que han retratado con eficacia el dinamismo de la competición deportiva.

El ajedrez, el motor de la serie Gambito de dama de Netflix

El ajedrez, como deporte de destreza mental, pausado y exento de dinamismo, ha sido considerado habitualmente como poco cinematográfico. Más allá de películas que han tratado el tema de manera tangencial, como ‘El séptimo sello’ de Ingmar Bergman, existen pocas muestras que lo tomen como elemento central. Dos biopics son las más representativas aproximaciones a su universo: ‘En busca de Bobby Fischer’ (Steven Zaillian, 1993) sobre el joven prodigio Josh Waitzkin y ‘El caso Fischer’ (Edward Zwick, 2014), retrato focalizado en el enfrentamiento entre el genio de Chicago y el soviético Boris Spaski.

La miniserie Gambito de dama de Netflix viene a llenar ese hueco ofreciendo un adictivo divertimento plagado de escenas donde se muestran enérgicas jugadas de ajedrez que harán las delicias de los aficionados, pero también de los neófitos que buscan puro entretenimiento.

Anya Taylor-Joy
Anya Taylor-Joy

Anya Taylor-Joy es la reina

Los personajes de la serie Gambito de dama de Netflix son totalmente ficticios (a excepción de referenciados maestros ajedrecistas como Jose Capablanca o Alexander Alekhine) pero la narración está planteada como un biopic al uso. Esta concepción de la trama resulta de lo más acertada para profundizar en la personalidad del personaje de Elizabeth Harmon, recorriendo desde su infancia todos sus traumas, miedos y aprensiones; creando así un personaje fascinante al que ayuda sobremanera la magnética interpretación de Anya Taylor-Joy en una actuación cargada de matices, y que supone la mejor baza de la serie.

El resto de los personajes pivotan alrededor de ella, y los actores que los encarnan realizan una actuación muy solvente, apoyados por un guion que desarrolla su relación con el personaje de Harmon de manera sutil y bien calibrada. Así, el desarrollo de la serie va encontrando en sus siete capítulos relaciones tan interesantes como las que Harmon mantiene con su primer mentor, el señor Shaibel (Bill Camp), con su hermética madre adoptiva Alma Wheatley (Marielle Heller), o con algunos de sus rivales y compañeros de afición.

Anya Taylor-Joy y Thomas Brodie-Sangster
Anya Taylor-Joy y Thomas Brodie-Sangster

Una estrategia de ataque acertada

A nivel visual, la dirección de Scott Frank (Godless, 2017) en la serie Gambito de dama de Netflix hace gala de un estilo sobrio pero muy efectivo, combinando apropiadamente el clasicismo formal cuando se trata de recrear la vida de los años 60 en Estados Unidos, y la intensidad que requiere una competición deportiva, con unos encuadres y un montaje que aportan un dinamismo un tanto artificioso, pero que visualmente funciona muy bien.

Las secuencias de los diferentes enfrentamientos con sus oponentes, así como la relación de Harmon con el resto de los personajes son el verdadero motor de la serie, logrando un buen equilibrio entre ambos elementos en cada episodio y consiguiendo que la serie no se haga pesada en ningún momento.

Anya Taylor-Joy y Harry Melling
Anya Taylor-Joy y Harry Melling

Los puntos flacos de la propuesta

Sin embargo, no todo son virtudes en la exitosa miniserie de Netflix. El tono de biopic ficticio le sienta bastante bien, pero tiene su talón de Aquiles: la falta de riesgo en su estructura. Más allá de las sorpresas puntuales que conciernen al devenir de algunos personajes hay en la serie Gambito de dama de Netflix una sensación de que la trama transcurre de manera un tanto previsible y convencional. Si bien es cierto que este hándicap queda compensado por el resto de elementos, no evita que al terminar la serie uno sienta que a la historia le faltan momentos memorables.

El otro, y quizá mayor defecto, es la poca profundidad con la que se tratan temas que aparecen aquí y allá en el metraje de la serie. El feminismo, intrínseco a la historia, no tiene especial recorrido ni la serie trata de ir demasiado lejos, a excepción de puntuales detalles. Tampoco la serie está demasiado interesada en la vertiente política y el uso partidista del ajedrez en el conflicto entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, (algo que sí mostró, por ejemplo, ‘El caso Fischer’), por lo que a veces la realidad que muestra se siente un poco edulcorada.

Mención especial merece el pobre desarrollo que hace la serie de las adicciones de su protagonista. Desde el primer capítulo se nos muestra a una joven adicta a los tranquilizantes y posteriormente al alcohol, pero el conflicto personal que se deriva de ello acaba resultando muy superfluo e irrelevante. No se trata de pedir que la historia muestre los dañinos efectos del consumo de estas sustancias a modo de moralina, pero la serie Gambito de dama de Netflix parece empeñada en mostrar que la protagonista tiene un problema de adicción más por puro efectismo que por relevancia en la trama y en la psicología del personaje.

Anya Taylor-Joy
Anya Taylor-Joy

Opinión final de la serie Gambito de dama de Netflix

En definitiva, Gambito de dama de Netflix es una miniserie imprescindible para quienes aman el ajedrez, y muy entretenida, en general, para todo tipo de público. Con una actuación brillante de Anya Taylor-Joy y un desarrollo sin grandes altibajos, la serie se erige como una pequeña y muy agradable sorpresa en el reciente catálogo de Netflix; si bien no termina de ir más allá debido a que narrativamente resulta algo convencional y no es demasiado profunda a la hora de abordar algunos de sus temas.

Ficha Técnica y Fecha de Estreno

Título original: The Queen’s Gambit
Género: Drama, Ajedrez
Sitio Oficial: Serie Gambito de dama
País: USA
Idioma: Inglés
Fecha de estreno en España: 23 de octubre de 2020
Productora: Netflix
Distribuidora: Netflix
Duración: 7 capítulos (60 min.)
Año:2020
Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años

Ficha Artística

Dirección: Scott Frank (Creador), Allan Scott (Creador), Scott Frank
Guión: Scott Frank (Novela: Walter Tevis)
Fotografía: Steven Meizler
Música: Carlos Rafael Rivera
Reparto: Anya Taylor-Joy, Thomas Brodie-Sangster, Bill Camp, Harry Melling, Isla Johnston, Moses Ingram, Chloe Pirrie, Janina Elkin, Marielle Heller, Marcin Dorocinski, Patrick Kennedy, Matthew Dennis Lewis, Russell Dennis Lewis, Rebecca Root, Christiane Seidel, Millie Brady, Akemnji Ndifernyan, Eloise Webb, Alexander Albrecht, Tatsu Carvalho, Michel Diercks, Murat Dikenci, Rebecca Dyson-Smith, Reda Elazouar, Sam Gilroy, Hubertus Grimm, Charlie Hamblett, Madeline Holliday, John Hollingworth, Tim Kalkhof, Raphael Keric, David Masterson, Steffen Mennekes, Alberto Ruano, Kyndra Sanchez, Sarah Schubert, John Schwab, Ricky Watson, Martin Müller

Cartel

Cartel de la serie Gambito de dama de Netflix
Cartel de la serie Gambito de dama de Netflix

Trailer

RESEÑA FINAL
Una entretenidísima miniserie que muestra la grandeza del ajedrez y que aúpa a Anya Taylor-Joy como una de las actrices a seguir de cerca en los próximos años.
DIRECCIÓN
6
GUIÓN
6
INTERPRETACIÓN
8.5
LO BUENO
La interpretación de Anya Taylor-Joy.
El dinamismo de las escenas de ajedrez.
La trama no tiene apenas altibajos.
LO MALO
El desarrollo es bastante convencional.
No profundiza en algunos aspectos relevantes de la historia.
6.8
Nota