Quentin Tarantino regresa a la gran pantalla con su peculiar homenaje al cine. Brad Pitt y Leonardo DiCaprio protagonizan una cinta cuyo final no dejará indiferente a nadie en la sala. Te contamos todo el la crítica Érase una vez en Hollywood.
La propuesta de Tarantino en esta Érase una vez en… Hollywood es lo menos curiosa por la combinación de elementos que nos irán guiando hasta una fecha clave en la historia del cine. Una película que es un claro homenaje al cine en mayúsculas y a sus años dorados en Hollywood. Años que marcaron un antes y un después a la hora de entender y amar el séptimo arte. Una época donde los Western, el gran éxito de la taquilla, empezaban a estar de capa caída, y en los que empiezan a emerger nuevos talentos como Roman Polanski, capaces de introducir nuevas temáticas y narrativas. En esos momentos Los Ángeles era un hervidero de estrellas; un lugar peculiar donde glamour, excentricidades, drogas, lujos y hippies podían codearse juntos en una multitudinaria fiesta en la mansión PlayBoy.
Opinión Érase una vez en Hollywood de Tarantino
El mundo del cine nunca fue fácil, ni entonces ni ahora; circunstancia tan verosímil como que todo lo que pasa en Paquita Salas es 100% verdad, por muy loco que parezca. Estamos en una profesión llena de contrastes; de altibajos profesionales que llevan a la decadencia personal; a la fama efímera y al reconocimiento fortuito. Una profesión que puede llevarte al escalón más alto para luego dejarte caer al pozo más profundo, el olvido. Y en esa tarea, entre remar y sobrevivir, andan los dos personajes protagonistas de la cinta: Rick Dalton (Leonardo DiCaprio)- y su doble en las escenas de acción –Cliff Booth (Brad Pitt)-.
Érase una vez en Hollywood: ¿de qué va?
Rick Dalton es la viva imagen de esa encarnizada lucha por no dejar de ser lo que en algún momento se consiguió. Una estrella del western que parece no encontrar su sitio en las nuevas producciones de Hollywood y que tiene que resignarse a trabajar como vieja gloria en el spaghetti western europeo; la segunda regional de la meca del cine. Mientras su inseparable amigo y doble de escenas de acción, Cliff, parece haber tirado la toalla hace tiempo, y más que actor especialista se ha convertido poco a poco en el “chico para todo” de la estrella de Hollywood.
La química entre Brad Pitt y Leonardo DiCaprio
La película tiene tres partes que quedan bien diferenciadas. Tarantino va guiando la mirada del espectador en todo el momento, fijando el foco de atención en diversos aspectos y, quizá, con la esperanza de que aún no hayamos intuido el final de su relato. Casi tres horas de metraje dan para mucho y el director ha apostado por deleitarnos con cada secuencia, con cada diálogo, y con cada detalle de ese universo entre bambalinas.
En la primera parte de la cinta disfrutaremos con la relación entre Rick y Cliff; las participaciones de ambos en diversas películas; los rodajes; las largas esperas entre secuencia y secuencia en las caravanas; los castings; y, cómo no, las fiestas. En definitiva, viviremos al historia del cine desde dentro, con sus luces y sus sombras. Brillantes los diálogos entre ambos y en solitario; no hay nada dicho por decir; todas las palabras tienen peso y aportan en secuencias cargadas de verdad. Destacar en esta crítica Érase una vez en Hollywood, la bestial interpretación de Leonardo DiCaprio en la escena de la caravana.
Brad Pitt visita el rancho de Charles Manson
En la segunda podríamos hablar de la visita de Cliff al rancho de los hippies, algo que desatará el conflicto final de la película. Una historia que por sí misma tiene una fuerza brutal, tanto que podría ser merecedora de su propia cinta. Aquí el que se luce de lo lindo es Brad Pitt, un tipo duro entre una panda de niñatos malcriados que se creen “la ley” viviendo al margen del sistema pero chupando de la teta. Esta es la generación hippie de paz y amor libre, que experimentaba con todo tipo de drogas y que encontraban su sustento en las billeteras de sus papás de clase acomodada. En la película, viven afincados en un viejo rancho que servía de lugar de rodaje de las películas de Western.
El final de Érase una vez en Hollywood de Tarantino
Y así llegamos a su tercera parte: el gran acto final. También el que creará más controversia. ¿Alguien lo dudaba? El que dirige es Quentin Tarantino y hasta el momento nos estaba entregando una película “muy tranquilita”. Algunos la amarán, otros la odiarán con todas sus fuerzas declarándole la guerra a Tarantino, otros dirán que se repite, muchos no entenderán nada, algunos dirán que lo tenían claro desde la primera media hora de metraje, y más de uno saldrá completamente descolocado. Y es que seguramente esta no sea una película para comentar nada más salir de la sala; necesita ser asentada y analizada fríamente con el paso de las horas. Eso sí, no dejará indiferente a nadie. Ya estoy esperando los comentarios a esta crítica Érase una vez en Hollywood.
¿La sensación de quién te escribe sobre la nueva película de Tarantino 2019? Agridulce. La misma película pero eliminando ciertos personajes cruciales en la historia del cine de los 60, uno de ellos el protagonizado por Margot Robbie, habría firmado una cinta sobresaliente. Sobra completamente esa subtrama y esa venganza velada del director hacia un suceso mítico, queriendo revelarse contra el hecho y darle otro rumbo. Podría haber contado lo mismo sin incluirlos en su relato. Con todo y con eso, y tras mi crítica Érase una vez en Hollywood, tengo que reconocer que me sigue flipando Tarantino.