Buddy movie que reúne a Ryan Reynolds y Samuel L. Jackson en un relato de acción con grandes dosis de humor que no pasa de entretenido.
Crítica de la película “El otro guardaespaldas”
El otro guardaespaldasparece una película realizada a mayor gloria de su actor protagonista; un Samuel L. Jackson al que se considera icono gracias en gran parte a sus colaboraciones en el cine de Quentin Tarantino, y para muchos, uno de los actores que mejor expresa los tacos delante de la cámara. De esta manera, con un argumento alocado y un compañero como contrapunto, Jackson se convierte en el rey de una función que a pesar de sonar a algo visto mil veces, resulta entretenida para estos últimos coletazos del verano cinematográfico.
Patrick Hughes, que ya demostró saber rodar acción en la tercera entrega de la saga “Los mercenarios”, se pone al timón de la historia y la consigue llevar a buen puerto, sin dejar respiro durante sus casi dos horas de metraje, donde la acción se sucede entre secuencias con un par de persecuciones, una por carretera y otra en lancha, la mar de resultonas, sin necesidad de montajes cargados de planos que apenas duran un segundo. La solvencia del director hace que la cinta sea no solo competente como historia sino interesante desde el punto de vista de la puesta en escena que utiliza.
El reparto es un acierto, empezando por el ya mencionado Samuel L. Jackson, que hace suya la función con una retahíla de tacos digna de El sargento de hierro. Su pulso en las escenas de acción viene a demostrar que el ya veterano actor sigue estando en forma y se merece más protagonismo en el rol de Nick Fury, su personaje más conocido en los últimos años. Ryan Reynolds le sigue de cerca explotando esa vena cómica que supo aprovechar tan bien en Deadpooly que aquí no llega a ese nivel, pero se suple con la química que comparte con Jackson y que en cierto modo puede recordar a Jungla de cristal III: la venganzadonde el concepto de buddy movie irrumpía en la saga con en uno de sus primeros y exitosos roles protagonistas junto con el Jules de “Pulp fiction”. A estos dos hay que sumar el villano encarnado por el siempre genial Gary Oldman, que puede hacer brillar hasta el peor de los guiones. En esta ocasión, interpretando a un dictador de Bielorrusia implacable y cruel que resulta muy disfrutable cada vez que aparece en pantalla. También se agradece la breve colaboración de Salma Hayek como la esposa del personaje del sicario, y el recurrente apelativo cariñoso con el que se dirige a él. Cierra el reparto la actriz Elodie Yung, la Elektra de la televisiva “Daredevil” y la recién estrenada “The Defenders”.
Conclusión de “El otro guardaespaldas”
El otro guardaespaldases una película gamberra con el único objetivo de entretener al personal y sacarle una sonrisa gracias a un subgénero, el de las buddy movies, poco prolífico en la actualidad y que vivió su época de esplendor en los años ochenta y noventa, pero que sigue siendo tan divertido y disfrutable como antaño.