Cuerpo de Élite es una comedia de acción y aventuras bien escrita, dirigida e interpretada, limitada por su carácter de encargo.
Sinopsis de ‘Cuerpo de élite’
Cinco agentes de distintos cuerpos autonómicos deberán aprender a trabajar en equipo para encontrar y neutralizar una bomba nuclear que podría ser detonada en cualquier parte de España.
Crítica ‘Cuerpo de élite’
El cine español está de enhorabuena y su director, Joaquín Mazón, tiene motivos para celebrarlo. Su primera película,Cuerpo de élite,, es toda una demostración de talento. Curtido en la poco conocida (y poco reconocida) profesión de primer ayudante de dirección en series como Círculo RojooTirando a Dar,Mazón también ha sido director de las exitosas seriesAllí AbajoyCon el culo al aire. Su capacidad para realizar comedia televisiva queda más que demostrada en su currículum pero como nos comentó Carlos Areces en la entrevista “En las series todo va como más rodado y en las películas hay que tomar decisiones de forma más inmediata (…) después de ver la presión del rodaje me di cuenta de que yo jamás podría ser director”.
Joaquín Mazón consigue casar de manera adecuada las escenas de acción, inspiradas en las películas de espías a lo Misión Imposible, con la comedia más patria que pueden ofrecernos estos dispares personajes autonómicos:Santi, Agente de Movilidad (Miki Esparbé); Gorka, Ertzainza (Andoni Agirregomezkorta); Lola, Guardia Civil (María León); y Pep, Mosso d’escuadra (Jordi Sánchez). A los que se le une un internacional, Byron (Juan Carlos Aduviri), un Legionario que dice ser de Cuenca, que es el más nacionalista de todos, pero que en realidad es Ecuatoriano.
La película funciona con altibajos a partir de un arranque sensacional que abre las puertas a toda una amalgama de posibilidades. Desde el minuto cero, Cuerpo de Élite representa una serie de “acción viril” a lo Daniel Monzón, para dejar claro que la cosa va en serio a pesar de que sus personajes tiren más por la caricatura. Una dualidad que podría parecerse en la forma al estilo Kingsmanpero que contiene un fondo más cercano, más nacional.
El espectador descubrirá con asombro que el guión deCristóbal Garrido y Adolfo Valor (guionistas de series como Refugiados, Velvet y de las películas El club de los incomprendidos y Promoción Fantasma), no tendrá problemas en reflejar los recientes incidentes políticos o tirarse a la piscina con ciertas escenas de humor irreverente. Sin embargo, algunos momentos harán languidecer la trama con escenas tópicas (la cansina relación amorosa típica a lo cine español) que aportarán nulo valor a la trama.
Por otro lado, y en contra de los prejucios que puedan despertar este disparatado Cuerpo de Élite formado por autonomías, la película no se centra en los chistes o tópicos regionalistas que todo el mundo hemos podido escuchar en alguna ocasión. El guión da prioridad a la comedia de situación a partir de los rasgos característicos de cada personaje, pues cada uno de ellos no dejan de ser lo mejor de cada cuerpo y lo peor de cada persona por uno u otro motivo.
Carlos Areces y Joaquín Reyes están fantásticos en sus respectivos papeles de Ministro y secretario y tienen la suerte de protagonizar algunas de las escenas con más mala leche que encontraremos en la película. Robert Bodegas, el agente encargado de las comunicaciones Gallego, es hilarante en su representación del típico tópico de la indecisión y su exageradísimo acento gallego el cual consigue mantener creíble desde que abre la boca hasta que consigue exasperar a su interlocutor.
Conclusión sobre ‘Cuerpo de élite’
Cuerpo de Élite es una comedia que está por encima de la media al contar con un amplio equipo profesionales que la han hecho posible. Todos sus aspectos han sido cuidados al máximo. Desde los efectos visuales, pasando por las escenas de acción, graciosas escenas de situación, fantásticos personajes… hasta descubrir una trama (la apropiación del ejército español de una bomba atómica desaparecida en el incidente de Palomares) que tiene chicha suficiente como para hacer una película seria sobre el asunto. Hasta mínimos detalles, como los que se pueden contemplar en las escenas de lucha cuerpo a cuerpo o de disparos, están a la altura de la más digna película de acción.
A pesar de todo, el resultado final es un poco costumbrista, un poco complaciente, un poco general, un poco desfasado para los tiempos que corren. No está mal, pero los productores han dejado pasar la oportunidad de crear una sobresaliente para hacer una película aceptable que deja al descubierto loables ambiciones.