“Dallas Buyers Club” llega a los cines con una gran carta de presentación: Oscar a mejor actor, mejor actor de reparto y al curradísimo maquillaje. No lean esta crítica, vayan al cine a verla en versión original directamente.
Sinopsis de la película “Dallas Buyers Club” (2014)
1985. El señor Ron Woodroof (Matthew McConaughey) vive la vida al momento sin pensar en el mañana. Apasionado de los rodeos, se busca las vueltas para organizar apuestas ilegales sin importarle demasiado el resultado de los jinetes: caigan o no de sus titánicos toros, el señor Woodroof siempre gana.
Woodroof no sabe de límites y poco le importan las normas. Es un tío duro y viril que defiende su idea del honor con sus propios puños sin importarle las consecuencias. Por mucho que le apaleen, Woodroof nunca cede ni se echa atrás, sabe que la vida son dos días y piensa disfrutarla como un forajido.
Pero un día, tras un accidente, Woodroof descubre que le queda menos vida de la que calculaba. Tenaz por naturaleza, hará todo lo posible por mantenerse con vida y nada ni nadie le pondrán una fecha de caducidad. Ni el gobierno, ni la ley, ni las empresas farmacéuticas, serán lo suficientemente fuertes para detener a un vaquero indómito que piensa coger lo que le pertenece.
En su camino, Woodroof encontrará inesperados aliados como Rayon (Jared Leto), un transexual en la misma situación que Woodroof con el que deberá negociar para llevar un magnífico plan para esquivar a la muerte a la vez que los federales. Un plan que, si todo sale bien, les puede hacer ricos: El club de compradores de Dallas o Dalas Buyers Club.
Crítica de la película “Dallas Buyers Club” (2014)
El título de “Dallas Buyers Club“, suena más a una película sobre estafadores y caraduras que a una película dramática ganadora de 3 premios Oscar. Pero si los merecidos premios han sido posibles -lo siento Leonardo DiCaprio, deberás esperar otra ocasión y lo siento Barkhad Abdi, a ver si tienes suerte y te vuelven a nominar- es precisamente porque Dallas Buyers Club habla de un enorme problema desde el punto de vista de un personaje caradura, vividor y perdedor por naturaleza pero muy carismático. Y eso es algo que nos encanta. Nos encanta ver historias sobre personas que inesperadamente dan la vuelta a la situación, de perdedores que llegan donde nunca había nadie llegado antes mientras a su paso desafían a la autoridad y, como es en este caso, a la muerte.
Pues bien, Dallas Buyers Club, tiene de todo esto y mucho más, ya que tanto la interpretación de los actores protagonistas oscarizados (Matthew McConaughey y Jared Leto), como los que ni siquiera fueron nominados (Jennifer Garner Steve Zahn, Denis O’Hareo…) hacen un trabajo más que loable.
Matthew MacConaughey está ante el papel de su vida y no hay más que verlo físicamente –hay que ver cómo adelgazan, engordan o se musculan estos norteamericanos- para darse cuenta de que tenía ganas de meterse en la piel de este vividor. ¡Eso es una construcción de personaje y lo demás son tonterías!.
Y claro, hablando de la construcción del personaje ahí tenemos a Jared Leto, otro sobresaliente en creación del personaje, mimando cada movimiento, cada mueca, cada postura, hasta hacernos olvidar por completo que estamos viendo una representación de alguien que en absoluto es.
Como decía al comienzo de la crítica,“Dallas Buyers Club” llega bien cargadita de temas polémicos y, a pasar de estar en el siglo XXI, cargados de actualidad. Por un lado nos encontramos con una enfermedad que ya fue descubierta hace más de treinta años y que a día de hoy todavía no hay una cura; por otro, hay grandes empresas farmacéuticas que hacen negocio con los tratamientos; más allá está el gobierno que prohíbe el consumo de drogas. Luego, se toca la homosexualidad, algo a lo que injustamente siempre ha sido ligado a la enfermedad (tanto es así que cuando yo iba al colegio llegué a pensar que si dos hombres tenían sexo espontáneamente desarrollaban el sida). Y por último, se podría mencionar que están las víctimas de todos ellos, que de alguna u otra manera, lo son por culpa de la intolerancia.
Una intolerancia contra la que se revelará un carismático personaje llamado Ron Woodroof inspirado en el original Ron Woodroof, que luchó por su cuenta contra el gobierno y la enfermedad, experimentando con su propio cuerpo con todas las drogas habidas y por haber que le pudieran dar una mayor esperanza de vida. Probablemente, este señor jamás fue un vividor como el personaje al que da vida Matthew McConaughey, ni fuese tan carismático, puede que lo único que tuviesen en común fuera su profesión de electricista y los actos documentados de sus acciones. Pero lo que es seguro es que, gracias a este tipo de personas, que son incapaces de aceptar las cosas como son, la humanidad es capaz de avanzar por encima de los intereses de unos pocos.
Una última recomendación: Vedla en versión original. Jared Leto y Matthew McConaughey hablan tan desde el personaje que, con todos mis respetos por los actores de doblaje, es imposible que no se pierdan sus intenciones tan cargadas de matices.