Tercera entrega de la adrenalínica saga protagonizada por Keanu Reeves donde, en esta ocasión, se enfrenta a un numeroso grupo de asesinos que quieren darle caza. Un entretenimiento de gran calidad que supera a sus predecesoras.
Acertaba a escribir George Orwell en su afamada novela 1984, que del dolor sólo se podía desear una cosa: que cesara. Es una de esas frases que lo impregna todo, que te empuja al abismo y te hace, cuanto menos, reflexionar. A mi mente es una frase que siempre viene cuando los títulos de crédito no llegan o se hacen demasiado de rogar.
En 2001, la joven Qiao está locamente enamorada de Bin, un cabecilla del hampa local. Testigo del ataque de una banda rival contra Bin, dispara para defenderle. Por no delatarle, Qiao acaba condenada a cinco años de cárcel. Una vez en libertad, Qiao busca a Bin pero este se niega a aceptarla de nuevo en su vida.
Biopic del legendario cantante Elton John con Taron Egerton poniéndose en la piel del pianista e intérprete. Una película que muestra todas las caras del artista y el precio del estrellato.
Louis Garrel nos plantea una película donde el humor y el drama van de la mano, actualizando las relaciones de pareja y alejándose por completo del amor romántico. Busca, sin lugar a dudas, plasmar una realidad donde el hombre no posee el control de las relaciones, viéndose abocado a aceptar la voluntad de su amada.
Zhang Yimou consigue con esta película retrotraernos a lo que logramos sentir alguna vez con su antigua obra: “La casa de las dagas voladoras”. Con un guion más pausado y una acción más medida logra adentrarnos en una intriga que nos atrapará desde el primer momento, sin recurrir a grandes momentos de acción para llamar la atención del espectador, pues la trama ya es lo suficientemente interesante para no quitar los ojos de la pantalla.