Biopic del legendario cantante Elton John con Taron Egerton poniéndose en la piel del pianista e intérprete. Una película que muestra todas las caras del artista y el precio del estrellato.
Crítica
Tras la premiada y exitosa Bohemian Rhapsody, los estudios se apresuraron a analizar qué otros músicos podían ser objeto de películas centradas en su vida, pudiendo sacar provecho de una selección musical que llevase al público en masa al cine. Ahora le ha tocado el turno a Elton John, un artista de sobra conocido, que ha lidiado con adicciones y problemas que no se enmascaran en este retrato en clave de musical.
El comienzo de Rocketman (Paramount) mira al espectador cara a cara, a través de un plano de Elton observando el patio de butacas, donde confiesa que es adicto a la cocaína, a las compras, al sexo y al alcohol. Y lo hace vestido de diablo. Un vestuario del que se va desprendiendo a medida que avanza la trama, estructurada en flashbacks que se anclan en una terapia de grupo que supone la redención del protagonista. Una metáfora perfecta de la bajada a los infiernos que supuso para el cantante llegar al estrellato, a través de un camino cargado de faltas de cariño y traiciones. El haber escogido el género musical para este biopic le sienta de maravilla a la música de Elton John, que aquí es utilizada como avance de la trama y con números que van desde lo íntimo hasta lo espectacular; utilizando la narrativa musical para dejar de lado la verosimilitud, con la finalidad de simbolizar momentos clave en la vida del intérprete.
Dexter Fletcher, que se encargó de terminar “Bohemian Rhapsody” tras los incidentes con Bryan Singer, aquí se muestra mucho más suelto en la puesta en escena, y en algunos momentos hace gala de un imaginario visual muy potente que se evidencia en el uso de unas transiciones fluidas e imaginativas que hacen avanzar el relato con pulso, a pesar de subrayar una serie de temas más de lo necesario, llevando a la cinta a un cierre apresurado que se podía haber alargado afinando un poco el segundo acto. Nada que no pueda remediar una selección musical que hará las delicias de los fans del británico.
Taron Egerton hace suyo a Elton John, sin necesidad de hacer una imitación del personaje. El actor interpreta obviando realizar una colección de gestos que referencien al Elton. Así, su trabajo brilla tanto en los momentos más emotivos, donde duele ver lo que sufre en su rol, como en los musicales, sabiendo que el propio actor se ha prestado a poner su voz con resultados sobresalientes. Egerton es tan enérgico en el escenario como Elton. El protagonista está arropado por un reparto plagado de caras conocidas donde destaca Jaime Bell como el eterno amigo del cantante que le escribe las canciones. Tampoco se quedan atrás Bryce Dallas Howard o un sorprendente Richard Madden, que ha evolucionado como actor desde que abandonó “Juego de tronos”, hace ya unos años.
Opinión final
“Rocketman” convence como película musical y como biopic. Es capaz de emocionar, hacer reír, sufrir y disfrutar de unos números musicales donde el director ha puesto toda su creatividad al servicio de una historia que reivindica la figura del Elton John, sin renunciar a mostrar sus sombras, las que construyen el relato e intentan hacerlo lo más honesto posible.
