Crítica de Yo nunca, la serie de Netflix que supone una sólida propuesta adolescente capaz de atrapar a todo tipo de público. Conoceremos la vida de una nerd, Devi, dispuesta a superar sus traumas del pasado y conquistar al buenorro del instituto.
Sinopsis de Yo nunca
Devi (Maitreyi Ramakrishnan) es una adolescente norteamericana de raíces indias que reside junto a su madre (Poorna Jagannathan) y su prima Kamala (Richa Moorjani) en Sherman Oaks, California. Ahora, en segundo curso del instituto, ha decidido dar un vuelco a su vida. Cansada de ser una nerd solterona, se ha propuesto ir directa a por el chico más guapo de su clase. ¿Conseguirá ligárselo mientras supera los problemas personales que la llevaron a una silla de ruedas en el curso anterior?
Crítica de Yo nunca
Bajo el título de un mítico juego para beber de la adolescencia, el “yo nunca he…”, llega la nueva propuesta adolescente de Netflix. La serie, dirigida al público adolescente, contiene un toque friki a lo ‘The Big Bang Theory‘, ciertos elementos rollo ‘Sex education‘ y un poco de ‘Esta mierda me supera’. Una combinación explosiva que funciona, os lo aseguro. En esta crítica de la serie Yo nunca de Netflix os damos todas sus claves de éxito.
La serie Yo nunca de Netflix
En la serie Yo nunca de Netflix conoceremos la vida de Devi (Maitreyi Ramakrishnan), una adolescente de origen indio enamorada platónicamente del compañero buenorro del insti, Paxton (Darren Barnet). Una chica de sobresalientes que, cómo no, tiene otras dos amigas tan frikis como ella: Fabiola (Lee Rodriguez), afroamericana, y Eleanor (Ramona Young), asiática. Juntas son las ONU. Así las han apodado sus simpáticos compañeros de clase. Vamos, unas nerds de manual.
Pero si crees que su origen étnico ha marcado la adolescencia de Devi, es que no conoces un pequeño detalle bastante “jugoso” como para no ser comentado entre clase y clase: su padre murió de un infarto durante un concierto en el instituto donde Devi tocaba el arpa; hecho que la dejó en shock postraumático y en una silla de ruedas durante tres meses, ya que literalmente no podía caminar. ¿Algún estigma más que la impida convertirse en popular?
La propuesta ya arrasa en Netflix, colocándose en su top de las series más vistas de la plataforma, compitiendo con algunos de sus títulos estrella como: la cuarta temporada de ‘La casa de papel‘ o la elogiadísima ‘Unorthodox‘. ¿Quieres saber por qué? Sigue leyendo esta crítica de Yo nunca.
Los creadores de la serie
La serie es creación de Lang Fisher y Mindy Kaling. Sí, la misma mujer de la que hace pocos días os hablábamos por protagonizar y firmar el guion de la película ‘Late night‘. En aquella ocasión no salía muy bien parada debido al uso de un feminismo desfasado durante toda la trama de la cinta; sin embargo, en la serie que nos ocupa no nos queda otra que alabar la naturalidad y frescura de las que hace alarde ‘Yo nunca’, convirtiéndola en una propuesta divertida y con ciertos toques de originalidad que, como espectador, se agradecen.
Mindy Kaling nos acerca, gracias a este certero relato, a los problemas de adaptación que sufrió en su adolescencia. Una joven de ascendencia india, más cercana a las costumbres yankis de Estados Unidos que a las tradiciones propias de la religión hindú que procesa su familia. Quizá esa cercanía con su propia adolescencia hacen que la serie funcione tan bien, no resultando una historia impostada ni artificial.
¿Tengo que ver la serie?
La serie Yo nunca (cuyo título original es Never Have I Ever) puede presumir de saber combinar a la perfección sus elementos dramáticos, que los tiene y muy potentes, con el humor descarado y fresco de una adolescente que sólo quiere ser “molona” y ligarse al tío más cachas del instituto. De esta manera nos acercará a la parte más dramática y humana de la historia sin resultar lacrimógena, y nos hará disfrutar de su lado más divertido sin resultar frívola y vacía de contenido.
Otro de los aciertos de la serie es la construcción de su personaje protagonista. Devi (Maitreyi Ramakrishnan) no es una nerd cualquiera que se esconde tras sus libros y unas gafas de miope. No estamos ante una empollona acobardada ante todo lo que signifique ser popular. En Yo nunca de Netflix nos encontraremos con un personaje súper carismático y con un exceso de confianza en sí misma que la hacen irresistible hasta para el guapo del instituto. La chavala le echa un morro y un coraje a cualquier situación que no habrá nada que se le resista. Un personaje con carácter, mucho carácter, y eso engancha y mucho.
Un narrador bastante peculiar
Otro elemento fundamental que aporta ritmo y descaro a la narración de la serie, es la voz en off que guiará al espectador en los acontecimientos que se sucederán en cada capítulo. Un personaje socarrón encarnado por el tenista profesional John McEnroe, tanto en la realidad como en la ficción. De su mano nos adentraremos en la vida de la joven, pero tendremos que esperar hasta el último de sus diez episodios para encontrar explicación a que este icono del deporte se presente como el narrador omnisciente de la historia.
Opinión final de Yo nunca
Para concluir esta crítica de Yo nunca (Never Have I Ever, 2020), la nueva serie de Netflix, sólo añadir que la propuesta resulta un estimulante canto a la diversidad e integración; que además afronta temas como el complicado paso de la adolescencia hacia la edad adulta y el duro proceso de duelo de un ser querido.
El final de la serie Yo nunca queda completamente abierto, presentando varias posibilidades para el futuro, por lo que está más que asegurada una segunda temporada.
