Apenas llevamos un mes de 2020 y ya tenemos comedia francesa del año. O al menos del mes, se trata de Una misión de locos (en francés Le Lion ), en la que el recurrente del cine galo Dany Boon (Nada que declarar, Bienvenidos al norte) interpreta a Léo, el paciente de un psiquiátrico que se tiene a sí mismo por espía internacional. No te pierdas nuestra crítica de Una misión de locos para saber si deberías o no acudir al cine a ver la nueva de Danny Boon.
Sinopsis de Una misión de locos
Léo Milan (Dany Boon), en su nombre clave El León, da rienda suelta a sus delirios cuando su médico encargado, el psiquiatra Romain Martin (Philippe Katerine) se ve en una situación extrema que le obliga a fiarse de las historias que le cuenta su paciente. El secuestro de su novia Louise (Anne Serra) es el detonante que lleva al psiquiatra a unirse al León en una investigación en la que ambos deberán dar lo mejor de sí y poner a prueba sus facultades físicas… y mentales.
Crítica de Una misión de locos
Esta comedia francesa, que pasará a la historia del celuloide (en el mejor de los casos) con más pena que gloria, sí que nos dejará otro buen alarde de creatividad en cuanto a las labores de los traductores de títulos al español. Así, “El León” pasa a llamarse en España Una Misión de Locos, haciendo honor al metraje, pues ese será el nivel de los chistes y las bromas recurrentes sobre la salud mental del protagonista. Destacar en esta crítica de Una misión de locos que los recursos humorísticos usados en la película no dan mucho más de sí, y se basan constantemente en la parodia del cine de acción y espionaje.
Dany Boon y Philippe Katerine, los protagonistas
Dany Boon y Philippe Katerine conforman un dúo cómico que emula con muy poca gracia al que formaran Bud Spencer y Terence Hill en el lejano siglo pasado. Un tiempo al que entran ganas de volver viendo Una Misión de Locos, que en lugar de encadenar guantazos como lo hacía la mítica pareja italiana, encadena chistes y gracietas malas de forma muy forzosa. Tanto que la trama queda reducida a esa simple consecución de bromas, sin importar la coherencia y el desarrollo de los personajes que tanto hace falta en el cine de acción, incluso cuando este es paródico. Ni siquiera cuando la película pretende ser menos graciosa, en las escenas de acción o persecuciones, hay unos fallos de raccord y unos planos tan cortos que no pueden ser creíbles ni por asomo.
La dirección de la cinta
Volviendo al pantanoso terreno de la comedia, lo que sería virtud en muchas películas que deberían tomarse menos en serio, aquí es todo lo contrario. No nos cuenta una historia
verosímil, y lo que es peor, ni el guión de Alexandre Coquelle ni la dirección deLudovic Colbeau-Justin pretenden que lo sea en ningún momento. El responsable del guión, Alexandre Coquelle, debió tener en mente al espectador más crédulo posible, desde los más mínimos detalles hasta la propia motivación de la trama.
Merece mención aparte el desarrollo del protagonista Léo, sobre el que cae la mayor parte de la carga cómica, pero también dramática, al estar en duda toda la película si realmente es un espía. La respuesta a esta pregunta se da tarde y mal, en un final algo apresurado que pretende empatizar con el loco tras haber sido él mismo la broma más recurrente los 80 minutos anteriores. Menos mal que el encargado de interpretarlo es Dany Boon, que es sin duda lo mejor de la película, aunque no lo tuviera muy complicado.
Opinión final de Una misión de locos
En definitiva, y para sintetizar, hay muy pocos motivos para ver esta película. No ya por lo insulsa que resulta en sí, sino por la infinidad de calcos que tiene, sobre todo en la comedia
francesa y que resultan mucho más entretenidas que esta. Si queremos ver alguna de la pareja protagonista, mejor que sean por separado, en ‘Bienvenidos al norte’ o ‘Je suis un no man’s land’ se lucen mucho más que en este escalafón de su carrera. Seguramente les podamos volver a ver en algún producto de la retahíla de comedias que la industria gala promete para este año.
