Bryan Cranston
Bryan Cranston

Crítica ‘Trumbo: La lista negra de Hollywood’

Bryan Cranston es la guinda de un fantástico trabajo artístico y técnico. El director Jay Roach, y el guionista John McNamara se afanan en desvelar de forma trajicómica el drama que supuso pertenecer a la lista negra de Hollywood.

Crítica ‘Trumbo: La lista negra de Hollywood’

Estados Unidos exporta un tipo de cine que se le da de maravilla: El género biográfico. No importa el tipo de protagonista, siempre saben como exprimir al personaje y la situación para que sean unos auténticos héroes, o en su defecto, en reflejar los momentos más épicos o trascendentales de su vida. El rigor histórico puede quedar a un lado (o no), pero eso poco importa a la hora de llevar a buen puerto una espectacular historia biográfica. Ejemplos hay cientos. Se pueden centrar en un genio trastornado (Una mente maravillosa), una asesina en serie (Monster), un caradura con recursos (El lobo de Wall Street), un héroe de guerra (El único superviviente), un ama de casa (Joy), un equilibrista (El desafío)… El guión puede centrarse en un episodio en concreto de la persona, en toda su vida o, llegado el caso, si el personaje da para mucho, pueden llevarse a la pantalla con varias entregas. Como la vida del inventor Tomas Edison, que fue llevada a la gran pantalla por Metro-Goldwyn-Mayer en dos partes: Una basada en el crío Edison, “El joven Edison” con Mickey Rooney de protagonista y su segunda parte, ‘Edison, El hombre’, con Spencer Tracy repartiendo valores y sabiduría. Estas dos últimas producciones constatan el hecho que el género biográfico ha funcionado bien desde siempre, tanto a nivel lucrativo (“Edison el hombre” tuvo un millón de euros de beneficios en 1940) como en notoriedad y prestigio (esta última estuvo nominada al Oscar de Mejor Historia).

Bryan Cranston, Diane Lane
Bryan Cranston, Diane Lane

En el caso de la película de ‘Trumbo: La lista negra de Hollywood‘, se queda con el prestigio de haberse llevado unas cuantas nominaciones a los premios más relevantes del mundo cinematográfico (Oscar, Globo de Oro y Bafta) gracias a su protagonista Bryan Cranston, y a su actriz de reparto Helen Mirren, que también fue nominada al Globo de Oro por su papel como la impasible periodista de prensa rosa Hedda Hopper. Sin embargo lo lucrativo se le escapa, pues por ahora la película de Jay Roach tiene una cuenta negativa de casi siete millones de dólares de un presupuesto de quince.

Bryan Cranston, Diane Lane, Elle Fanning
Bryan Cranston, Diane Lane, Elle Fanning

Sin duda Trumbo, por lo que cuenta, por como lo cuenta, y por quien lo cuenta, no merece este absurdo resultado. Más aun cuando ¡Ave, César!, espectacular en forma, pero absolutamente insulsa en forma, se llevó a las arcas unos 62 millones de dólares. Las dos hablan de la misma época, y, salvando las diferencias de ¡Ave, César!, las dos tratan (o tocan de alguna manera) temas parecidos como “El anticomunismo” histérico del cine americano de los años 50. Pero ahí donde los Cohen dejan un vacío absoluto tras disfrutar de su parafernalia audiovisual, Jay Roach trasmite un conocimiento, un razonamiento cercano a la verdad, una inquietud tal, que conseguirá atrapar la curiosidad del espectador tanto por el personaje, como por la famosa lista negra de Hollywood.

La adaptación de Trumbo de John McNamara parte de la biografía de Dalton Trumbo escrita por Bruce Alexander Cook, contemporáneo del protagonista. Este guión contextualiza a la perfección la conocida caza de brujas en el país cuyo eslogan, “Tierra de libertad”, es esgrimido con tanta fuerza para preservarlo de los alienantes que acaba por ser espachurrardo sin remedio. Concretamente, Trumbo es el elegido para conducir al espectador a través de la creación, desarrollo y liquidación de “la lista negra de Hollywood” que también sufriera Charles Chaplin. Esta lista no era otra que una abierta denegación de trabajo a aquellos que fueran sospechosos de llevar a cabo acciones antipatrióticas. Y en este caso concreto, la justificación del libre pensamiento político, hizo que “el bueno de Dalton”, así como muchos colegas de profesión y del sector cinematográfico, cayeran en desgracia. Pero tranquilos, que aunque sea un hecho histórico, no seré yo quien adelante acontecimientos.

Helen Mirren
Helen Mirren

Volviendo a la contextualización, el guión menciona las protestas de segregación racial, sitúa a la perfección la relevancia de la postguerra y la consiguiente guerra fría, y muestra el hábil aprovechamiento por parte de políticos como el senador Joseph McCarthy para consolidar su influencia para evitar la supuesta infiltración de espías comunistas. Aparecen retratados grandes personajes del cine como John Wayne (David James Elliott), adalid del Comité Especial de Actividades Antiestadounidenses gracias a su protagonismo en películas propagandísticas anticomunistas y antisoviéticas; Hedda Hopper (Helen Mirren) voz periodista del mismo organismo; Kirk Douglas (Dean O’Gorman), protagonista de Espartaco; Otto Preminger (Christian Berkel), director de Éxodo; así como personajes menos conocidos historicamente como Frank King (John Goodman); la hija de Donald Trumbo Niki (Elle Fanning); su esposa Cleo (Diane Lane) pero totalmente relevantes para conocer a Donald, así como una versión reducida de “Los 10 de Hollywood” (guionistas que fueron condenados por sus actividades antiestadounidenses) materializada en el personaje ficticio Arlen Hird interpretado por Louis C.K.

Bryan Cranston
Bryan Cranston

El equilibrio entre entre verdad, ficción y espectáculo es sobresaliente. La integración de episodios documentados -como la declaración de Dalton ante el Comité de Actividades Antiestadounidenses de 1947- están realizados de forma inteligente y sencilla. No se hecha mano a textos o voces narradoras para guiar la historia. Todo está bien encajado dentro de los sucesos conocidos -los documentados por la historia en periódicos, grabaciones, entrevistas- y los íntimos -aquellos sucesos privados que conocemos gracias a las declaraciones de las hijas de Dalton Trumbo, Niki y Mitzi, quienes trabajaron estrechamente junto al guionista John McNamara para lograr retratar lo más humanamente posible a uno de los genios de Hollywood.

A nivel interpretativo Bryan Cranston hace que todo sea posible. Da escalofríos escuchar grabaciones originales de Trumbo y recordar la voz con la que el señor Cranston da vida a la leyenda. Pero no es el único que hace posible la magia, pues aquellos personajes históricos con los que se cruza Trumbo -John Wayne (John Wayne), Kirk Douglas (Dean O’Gorman), el director Otto Preminger (Christian Berkel)-, están recreados de tal forma (dentro de la ficción), que nos harán viajar en el tiempo. Además tenemos la pequeña gran aportación de John Goodman como uno de los productores más tróspidos (aunque en realidad no era tan tróspido como lo pintan) que ha conocido el cine, Frank King. Una licencia, como la malignidad de Hedda Hopper (Helen Mirren), que aporta espectacularidad a la película de Trumbo. Algo más que necesario, imprescindible, para que el show logre llegar a todo el mundo. Como decía al principio, el cine norteamericano sabe muy bien cómo edificar una biografía potente, fantástica y épica sin alejarse demasiado de la realidad. Justo lo contrario que la película de Altamira, claro ejemplo de lo que no debe hacerse.

Truman también reconoce el valor de los guionistas en el proceso creativo cinematográfico. Un oficio que es imprescindible para esta industria. Un equipo de pirados (no más que el resto de departamentos, la verdad), cuyas mentes sueñan con las historias y diálogos que reproducen los actores. Es verdad que sin actores no habría películas (y sin técnicos, y sin pintores, y sin…), pero sin guionistas no habría universos en los que intérpretes pudieran trabajar. Trumbo, además, es la representación del trabajo de un guionista y el de todos. No es que todos lleven un loro regalado por Kirk Douglas al hombro, no es que todos trabajen metidos en la bañera, no es que todos sean tan mordaces y ágiles con la palabra… pero los que yo conozco, serían capaz de todo ello y más. No dejen de ver la película.

Trailer ‘Trumbo: La lista negra de Hollywood’

DIRECCIÓN
8
GUIÓN
10
INTERPRETACIÓN
10
Reseña de lectores3 Votos
6.6
LO BUENO
Un viaje temporal para descubrir un personaje épico
Una recreación fascinante para descubrir un poco más sobre "la caza de brujas" a supuesto comunistas
La historia se asienta sobre un poso de verdad (aunque se haya magnificado para otorgarle espectacularidad)
LO MALO
Perdérsela en versión original y pésimo cartel con el que se presenta en España a la película
Recordar que Kirk Douglas tiene casi cien años.
La baja recaudación de una película tan notable.
9.3