La película Ricos en amor de Netflix es su nueva apuesta por la comedia romántica, esta vez de origen brasileño. La cinta no innova ni destaca en nada particular, nos presentará la típica historia de amor en la que los protagonistas tienen un flechazo y luego pasarán ciertas cosas que desestabilizarán las posibilidades de la pareja. Os dejamos con nuestra crítica de Ricos en amor, un buen plan para cuando no tienes otro plan mejor.
Sinopsis de Ricos en amor
Teto (Danilo Mesquita) es un niño mimado y pijo al que sólo le importan los lujos y la fiesta. Un día todo eso cambiará e intentará prosperar por su propia valía, infiltrándose como becario en la próspera empresa de su padre.
Crítica de Ricos en amor
En este puente de mayo Netflix ha tirado la casa por la ventana en lo que respecta a estrenos. La plataforma ha lanzado varias películas y series para que no podamos quitar la vista de la televisión, cosa que por otro lado no es complicado con el tema del confinamiento. Pues bien, si hace días os hablábamos de películas como ‘Dangerous lies‘ o ‘¡Tú la llevas!‘ y series como ‘Yo nunca‘, todo eso forma parte del pasado… prepárate porque no vas a dar abasto con todos los estrenos de Netflix en mayo 2020.
Ricos en amor de Netflix
Pues bien, como hay mucho nuevo en Netflix, y todo no podremos verlo, pretendemos servirte de guía para que de verdad no te pierdas los mejores proyectos de la plataforma. Para comenzar, hoy os traemos nuestra crítica de la película Ricos en amor (2020). Una comedia romántica de origen brasileño distribuida en exclusiva por Netflix.
¿De qué va la película?
En la película conoceremos a la familia Trancoso, los magnates del tomate en su país. Sí, del tomate. Tienen plantaciones quilométricas y hacen la salsa de tomate más conocida de todo Brasil, algo así como “el Orlando brasileño”. Pues bien, la multimillonaria empresa tiene un único heredero, Teto (Danilo Mesquita). Un chaval que sólo piensa en las fiestas, las chicas y gastarse el dinero de papá en lujos y caprichos.
Pero todo cambiará cuando en su cumpleaños, el denominado como el “príncipe del tomate” organice una guerra de tomates. Allí le lanzará un tomate a Paula (Giovanna Lancellotti), una médico residente que se encuentra en el pueblo celebrando la despedida de soltera de una amiga. Teto se enamorará inmediatamente de Paula, pero para conquistarla decidirá inventarse una nueva personalidad: ahora es un chico pobre que desea prosperar para sacar a su familia adelante.
La Tomatina brasileña
Bruno Garotti yAnita Barbosa dirigen una película que hemos visto ya en infinidad de ocasiones. Chico conoce a chica, se enamoran, pasarán ciertas cosas que les impidan estar juntos, y ¡oh, sorpresa! ¿aún no sabes cómo terminará la película? Nos encontramos ante una comedia romántica de manual, ni más ni menos.
Lo único reseñable es que incluyan un particular homenaje a la fiesta de la Tomatina española, algo que no es de extrañar porque es lo más internacional de nuestro país junto a la fiesta ibicenca. Y usarán ese momento para retratar el flechazo entre sus protagonistas. Luego, pues lo típico. Se enamoran, hay alguna situación absurda por el camino para que se pueda considerar comedia y el típico detonante para que la historia de amor no pueda continuar.
Lo peor de la cinta
Lo peor de la propuesta, que en general se deja ver sin más, será su doblaje. La película no aportada nada al género ni brilla especialmente en ningún aspecto, aunque puede servir perfectamente para rellenar el típico rato que no sabes qué ver y además necesitas algo ligero que no requiera pensar demasiado. Pero ojo, todo saltará por los aires cuando en vez de verla en su idioma original, decidas usar el único doblaje que hay disponible en nuestro idioma para esta cinta: el latinoamericano. Cuidado aquí porque la película cambia completamente, dando la sensación de encontrarnos ante una parodia de sí misma. Un auténtico despropósito donde ni tan siquiera están metidas las palabras en boca de los actores.
Opinión final de Ricos en amor
En conclusión de nuestra crítica de Ricos en amor de Netflix destacar que es una propuesta ligera y sin más pretensiones que hacernos pasar un rato entretenido. Y lo consigue, eso sí, siempre que no elijamos cambiar el brasileño por el español.
