La secuela de la exitosa The babysitter (2017) llega tres años después de la original ofreciendo más dosis de comedia, más sangre, nuevos personajes y un mayor número de situaciones rocambolescas que su predecesora. Su propósito está claro: darle al espectador una mayor cantidad de todo aquello que funcionó en la primera película. ¿Más es mejor? Lo descubrimos en nuestra crítica de la película The babysitter Killer Queen, ya disponible en Netflix.
Sinopsis de The babysitter Killer Queen
Cole (Judah Lewis) sigue siendo el mismo joven tímido e inseguro que es acosado por sus compañeros de instituto. Nadie de su entorno cree su versión de los extraños y violentos sucesos acontecidos dos años atrás, a excepción de su íntima amiga Melanie (Emily Alyn Lind), con quien decide escaparse unos días para dejar atrás sus problemas. Pero pronto todo vuelve a complicarse.
Crítica de la película The babysitter Killer Queen de Netflix
En octubre de 2017 Netflix estrenó en su servicio de streaming The babysitter, una refrescante mezcla de comedia teen y slasher, cuya buena acogida ha derivado en esta secuela que continúa la historia dos años después.
La idea que se vislumbra durante toda la película es que los responsables de la película quieren repetir los aciertos de la primera y potenciarlos; es decir, mayor número de referencias cinéfilas, más sangre, y un tono incluso más salvaje en cuanto a sus chistes y su violencia.
El problema es que la original The babysitter (2017) jugaba la baza de la sorpresa, y ésta se desinflaba al final de su escaso y acertado metraje. El perder forzosamente ese elemento sorpresa acaba siendo una losa para The babysitter 2 Killer Queen, secuela innecesaria de por sí, pero que, pese a todo, sigue ofreciendo un entretenimiento bastante digno, aunque irregular.
McG retoma la historia de The babysitter
The babysitter hacía gala de un dinámico estilo visual, muy característico de su director, el estadounidense McG, que daba rienda suelta a todo su imaginario estético tan influenciado por el videoclip.
McG (Los ángeles de Charlie, Terminator Salvation) siempre ha sido un director grandilocuente, efectista y por qué no decirlo, vacío de contenido; pura carne del blockbuster más frenético y lineal. Sin embargo, ese estilo encajó perfectamente con la historia creada por el joven guionista Brian Duffield (La serie Divergente: Insurgente), y dio como resultado la película más disfrutable de toda su filmografía; un simpatiquísimo cóctel pop plagado de referencias al cine y la música comercial y que mezclaba comedia nerd, violencia gráfica y satanismo sin ningún tipo de complejo.
En la secuela The babysitter: Killer Queen no faltan los recursos que ya abundaban en la primera parte y que aquí se multiplican: la cámara lenta marca de la casa de su director, la aparición de rótulos de todo tipo que hacen que la película se vea en ocasiones muy Scott Pilgrim contra el mundo, una banda sonora profusa y ecléctica con éxitos de todo tipo (desde Queen y su Killer Queen hasta el exitazo romántico ochentero I want to know what love is de Foreigner), y la violencia exageradísima y salpicada en borbotones de sangre que chorrea por todas direcciones.
Aciertos y errores
Después de ver la original The babysitter uno se preguntaba si había algo más que contar sobre la historia de Cole y su niñera. Vista la segunda parte, uno llega a la conclusión de que la historia realmente no daba para más.
El guion de la película The babysitter: Killer queen, firmado por Dan Lagana, intenta profundizar en las motivaciones de unos personajes a los que no se les puede sacar demasiado jugo dada la propuesta paródica y gamberra del original. La trama y los personajes sufren un intento de complejización que no termina de cuajar y toda la película se ve artificialmente hinchada y poco creíble.
Un reparto con un peculiar encanto bizarro
Pese a todo, si uno asume lo absurdo de la narración es posible dejarse llevar por la simpatía que sigue generando su protagonista, bien encarnado de nuevo por Judah Lewis, y, sobre todo, por el bizarro encanto de sus personajes secundarios.
A este respecto, cabe destacar el mayor protagonismo dado en esta secuela a los personajes de John, el afroamericano que parece salido directamente de cualquier entrega de la saga Scary Movie, y a Archie, el padre de Cole, interpretados respectivamente por Andrew Bachelor y Ken Marino, quienes demuestran una vis cómica por encima del resto y se ganan la función con sus esporádicas apariciones.
Opinión final de la película The babysitter Killer Queen de Netflix
En conclusión de esta crítica, la película The babysitter: Killer Queen de Netflix es un divertimento de usar y tirar, que acierta al abrirse a localizaciones exteriores para dar más dinamismo a una propuesta consciente de lo absurdo de su trama. Entretiene pese a no sorprender al nivel de la primera parte. Su historia no interesa demasiado, pero que al menos sabe cerrar toda la trama, aunque sea con soluciones narrativas bastante discutibles.