“La Lego Ninjago película” demuestra que toda fórmula de éxito comienza a agotarse cuando se tiende saturar el mercado de más y más entregas. Lo poco gusta y lo mucho cansa. El universo construido de las míticas piezas ya no sorprende, y hay que encontrar otras vías para enganchar al espectador.
Crítica “La Lego Ninjago película”
En 2014 crítica y público quedaban fascinados ante la original y asombrosa “La Lego película“. Un guion tan ingenioso como divertido y una propuesta visual tan cuidada y fascinante no pasaron por alto en la cartelera encabezando durante semanas la taquilla nacional e internacional. No era difícil pronosticar que las intenciones de la división de animación de la compañía Warner Bros, tras semejante resultado, sería continuar con la que podríamos denominar “saga interminable”… “La Lego película” podría tener continuación, por supuesto, pero ¿a caso nos son infinitos los personajes y situaciones, conocidos o desconocidos, que podrían terminar teniendo su versión como piezas de las nostálgicas construcciones de Lego? Así que se pusieron manos a la obra para lanzar nuevos títulos cuanto antes.
En febrero de este mismo año estrenarían “Batman La Lego Película“, que aunque no alcanzaba los niveles de excelencia conseguidos por la primera entrega sí entretenía y divertía con la versión más gamberra de la historia de Batman y con la más moña de las versiones del Joker. Algo más de medio año y de nuevo aterriza el universo Lego en la gran pantalla. Ahora le llega el turno a su versión ninja con La Lego Ninjago película (personajes que ya son conocidos por los niños por la serie de televisión que protagonizan) y lo que era revolucionario y novedoso en “La lego película” empieza a correr el riesgo de cansar al presentarnos siempre más de lo mismo pero con distinto decorado y, desgraciadamente, con gags menos ingeniosos. Que a los niños les gustará está claro, son muchos los elementos que conquistarán a los más pequeños: los protagonistas son ninjas -sólo superados en popularidad entre los más pequeños por los dinosaurios y los piratas-; hay escenas de acción con piezas de Lego desparramadas por todos lados; una ciudad asediada por un gato; un malo súper cachondo que lanza tiburones… pero todo esto no significa que llegue a deslumbrar, dejando ya entrever que las ideas de la compañía comienzan a agotarse a la hora de dar forma nuevos guiones. Aunque indudablemente exprimirán la fórmula del éxito, algo que pasa ya con los Minions, hasta que el público se aburra de dicha franquicia y termine por reflejarse en los resultados de la taquilla.
Pero ¿de qué va “La Lego Ninjago película“? Nos situamos en la ciudad de Ninjago; lo más parecido a Tokio en piezas de Lego. Allí las fuerzas del bien y el mal miden sus fuerzas a diario en las calles, ante los ojos atónitos de miles de ciudadanos. Gargamon, el malo malísimo, tiene atemorizada a toda la población bajo la firme amenaza de someterla a su control y a la infinita oscuridad. Para combatirle el Maestro Wu ha logrado reunir a un pequeño grupo de guerreros ninja, liderados por Lloyd -también conocido como Ninja Verde-, que intentan hacerle frente.
Y bien, llegados a este punto podemos desvelar, y ni mucho es un spoiler, que la cinta basa su argumento en la relación padre e hijo que mantienen Gargamon, el malo, y Ninja Verde, el bueno. El padre intentará llevar a la lado oscuro a su hijo pero para eso está su tío, sí el Maestro Wu, para recordarle y guiarle por el buen camino. A todos nos suena el argumento ¿verdad? Pues eso es todo. Luchas y más luchas. Piezas de Lego por todos sitios. Personajes metidos a calzador porque realmente no tienen ningún peso en la trama, el ejemplo más significativo es el del resto de los ninjas. Mil escenarios distintos a los que se trasladan la acción por el simple hecho de tener una excusa para lanzar más juguetes… No todo vale para atraer a las familias a los cines.
Eso sí, os daré dos razones de peso para verla. Por un lado tenemos la aparición estelar al comienzo y final de la cinta del gran Jackie Chan que hará las veces de narrador y que además presta su voz al Maestro Wu en la versión original. Y el magnífico doblaje del actor Carlos Santos como el malo Garmadon (y eso que no estoy muy a favor del doblaje realizado por el famoso de turno, algo que casi siempre sale mal), otorgándole un carisma especial al dotarlo de mil matices pero siempre desde un prisma súper cachondo.