Taika Waitiki (Thor Ragnarok) viaja a la Segunda Guerra Mundial con una (tragi)comedia que no dejará inferente. Llegará a los cines el 24 de enero pero ¡ya puedes leer la crítica de Jojo Rabbit en Los Interrogantes!
Sinopsis
Johanes “Jojo” Betzler (Roman Griffin Davis) es un niño de apenas 10 años con una fuerte devoción por la ideología nazi y que tiene como amigo imaginario a Adolf Hitler. Tras un campamento militar y una complicada situación en su casa, su visión de la realidad comienza a ser más amplia.
Crítica de Jojo Rabbit
Antes de continuar con la secuela de su visión del dios nórdico de Marvel, Taika Waitiki se empeñó en realizar antes esta sátira del nazismo, la cual está teniendo muy buena acogida entre los críticos allá por dónde ha pasado. Pero para quien esto escribe, la película tiene serios problemas de coherencia y de enfoque, problemas que pueden sacarte de la historia o que te hagan preguntarte qué demonios es lo que estás viendo.
Aviso, querido lector, que lo escrito a continuación es una opinión, fundamentada por supuesto, pero opinión a fin de cuentas, así que es posible que tu visión/percepción de la obra haya funcionado para ti, aunque no lo haya hecho para mí. Y así empieza esta crítica de Jojo Rabbit.
¿Sátira sin límites o drama humano?
Jojo Rabbit comienza sin miramientos como una comedia mordaz, una sátira que no se ha puesto límites. Y aquí empiezan los problemas. Su humor es basto, exagerado, pero ante todo demasiado obvio. Los chistes y gags visuales sobre los nazis no son más que exageraciones de comportamientos que todos ya conocemos y que le restan cualquier tipo de credibilidad a los acontecimientos visionados. No es un humor sutil, no brilla por mostrarnos las cosas, sino por contárnoslas de manera demasiado directa, haciendo chistes fáciles y sacando obviedades que no llegan a ser brillantes. El humor se queda en un punto medio entre ser totalmente paródico o ser sutil, como no terminar de decantarse por sobrepasar el límite para entender a qué nos enfrentamos.
Y aunque el humor no termine de cuajar, que la película tome este camino no sería un problema en sí, si todo el enfoque de la película fuese en esa dirección, si estuviésemos ante una sátira que va a llevar su comedia al extremo, al ridículo, para denunciar desde ahí la ideología nazi. Pero no. Tras el primer acto, pasamos de una comedia con tintes de Mel Brooks a un drama verosímil que nos mete en una situación real. Un drama muy bien construido, con una historia y unos personajes con los que empatizamos y a los que queremos acompañar, pero que deja de lado casi por completo ese humor mordaz que veíamos al comienzo del film.
¿Funciona la propuesta?
Un cambio que, personalmente, me desubicó demasiado sobre el metraje que estaba viendo. El contacto de JoJo con la realidad se hace cada vez más palpable con la aparición del personaje de Elsa Korr (Thomasin McKenzie) y aquí, desde luego, la película toma muy bien su nuevo rumbo, llegando a ser tierna y entrañable a la par que cruda y verosímil. La construcción narrativa de los personajes y su situación se desenvuelven con mucha naturalidad, siendo el desarrollo de la historia muy orgánico y fácil de seguir.
Pero precisamente por este motivo, no termino de entender por qué el inicio es tan, digamos, alocado con el humor, estableciendo una sátira exagerada, para luego llevarnos a una historia muy humana que, descontando un par de gags y chistes, no tienen relación con el resto de la historia. De haber sido este cambio paulatino, dejando poco a poco la comedia para darnos de bruces con la realidad, lo habría entendido, pero si era esa la intención de Waitiki, no ha conseguido su objetivo (al menos conmigo).
Las interpretaciones: de Scarlett Johannson a Rebel Wilson
Las actuaciones son, desde luego, de lo mejor que vemos en el film. Los niños, Roman Griffin Davis y Thomasin McKenzie brillan en sus actuaciones, manteniendo aún la inocencia en un mundo cruel. En la crítica de “En los 90s” referí que nunca antes habíamos tenido tantos actores niños tan buenos, y esta película ratifica mi afirmación. Scarlett Johannson como Rosie, la madre de Jojo, cumple correctamente su cometido en el film, aunque tampoco resalta, Sam Rockwell es sin duda quien mejor se lo pasa con su personaje y Taika Waitiki como el Hitler en la imaginación de Jojo, es meramente un relief cómico que se queda, por desgracia, en el director disfrazado de Hitler sin aportar nada que enriquezca al personaje.
Opinión final de Jojo Rabbit
Podemos debatir si el estilo de Waitiki justifica los cambios de enfoque del film, pero éstos existen y, en función de cómo te afecten, dependerá el que esta película te encante o te decepcione. Esta es mi opinión final de Jojo Rabbit. Esperamos vuestros comentarios.