Cincuenta y cuatro años después, llega a nuestras pantallas la película El Regreso De Mary Poppins, secuela del que es, sin duda, uno de los musicales familiares más venerados de la historia del cine. ¿Estará el resultado a la altura, o saldremos todos corriendo a recuperar la película original para recobrarnos del susto?
Crítica: El Regreso De Mary Poppins
Un clásico en mayúsculas, de los que nos han acompañado, literalmente, durante toda nuestra vida; de esos proyectos de los que todo el mundo recela una vez se hacen públicos. ¿Existía, por tanto, un clamor popular que reclamara una secuela de Mary Poppins? Indudablemente no. Más aún, si hay una cosa clara con respecto al film de 1964, es que no se puede hacer mejor. De ahí que, en esta era en la que Disney marca el compás de la cinematografía prácticamente a nivel mundial, en lugar de desarrollar un remake más grande, más largo y sin cortes, la casa de Mickey haya optado por una continuación de la historia. Esta, ubicada temporalmente dos décadas después de la primera aparición en el hogar de los Banks de una niñera prácticamente perfecta en todo.
Sinopsis: El Regreso De Mary Poppins
20 años después de su primera visita a la familia Banks, Jane (Emily Mortimer) y Michael (Ben Whishaw), ahora ya adultos, recibirán una nueva visita de su niñera Mary Poppins (Emily Blunt), después de haber perdido a una persona muy importante para ellos.
Rob Marshall dirige ‘El Regreso De Mary Poppins’
El director Rob Marshall, director curtido ya en musicales (Chicago – 2002; Nine – 2009; Into The Woods – 2014), es el elegido para liderar un proyecto que, desde su inicio, no esconde la enorme impronta de la primera entrega. Las primeras secuencias del film funcionan como somera presentación de personajes y de conflicto, así como catálogo de escenas trufadas de entrañables referencias y adorables guiños hacia su predecesora. Tanto es así, que el guion usa la alegórica cometa de la película original para vehicular el ansiado regreso de la institutriz, en una secuencia emocionante y estéticamente bella.
Lo bueno y lo malo de la película El Regreso De Mary Poppins
Hay dos elementos que impiden a la película planear a la altura de las expectativas. El primero de ellos es su estructura en set pieces; al igual que sucedía en‘El Gran Showman (2017)‘, otro musical dirigido al espectro familiar, queda la sensación de que la historia se vuelca al completo en los números musicales, olvidándose de armar narrativamente los segmentos entre canciones, restando enteros a la organicidad del conjunto.
El otro problema a tener en cuenta es el notable esfuerzo por asegurar que todo lo que vemos en pantalla, cada número musical, nos suene familiar: la importancia de ejecutar apropiadamente las labores del hogar; una aventura inmersos en un universo de dibujos en dos dimensiones; incluso contamos con un espectacular número coral de desconocidos faroleros cuyo uniforme de trabajo se parece misteriosamente al de los deshollinadores. Tal es así, que el mejor número de la película (el que introduce a Topsy, la prima de Mary Poppins), juega a revertir la ley de la gravedad al igual que se hacía en el film original.
Dicho esto, El Regreso de Mary Poppinsse nos presenta como una experiencia reconfortante y, en ocasiones, cautivante. Las canciones (sin llegar a la excelencia de las compuestas por los gemelos Sherman en 1964) rayan a muy buen nivel; y las coreografías y el diseño de producción de cada número apabullan y emocionan a partes iguales. Emily Bluntencarna con carisma y buen tino a Mary Poppins y los tres niños que conforman la nueva generación Banks no desentonan; en cambio, Lin-Manuel Mirandaen su interpretación de Jack no acaba de cogerle del todo el pulso a su personaje, un trasunto del fantástico Bert que nos regaló el incombustibleDick Van Dyke.
Conclusión: El Regreso De Mary Poppins
En resumen, la película ‘El regreso de Mary Poppins’resulta entrañable y bien cuidada; un musical que nos permite sumergirnos en ese retrato romántico de un Londres mágico y misterioso que, al igual que las versiones adultas de Jane y Michael Banks (interpretados por Emily Mortimery Ben Wishaw, respectivamente), conocimos siendo niños.