Disney se atreve con ‘Into the woods’, el musical que veía un poco más allá del típico final “y vivieron felices para siempre”. El resultado, dos horas fantásticas de teatralidad, humor, diálogos rítmicos y fantásticas interpretaciones.
Sinopsis de la película “Into the woods”
Un panadero (James Corden) y su mujer (Emily Blunt) desearían poder tener hijos. Así mismo, Jack (Daniel Huttlestone) desearía que su mejor amigo, una vaca, diera leche; Caperucita roja (Lilla Crawford), vivir sin miedos; y cenicienta (Anna Kendrick), su príncipe azul. Por suerte para los primeros y para infortunio del resto, una malvada bruja (Meryl Streep), se ofrecerá a romper la maldición que ella misma lanzo sobre la familia de panaderos. Para ello necesitará una capa roja, una vaca blanca como la nieve, un zapato de oro y un mechón de pelo tan rubio como el maíz, objetos que se tornarán imprescindibles para lograr los ensueños de sus respectivos propietarios que por distintos motivos se encuentran vagando en el bosque.
La familia, que de verdad desea ampliar la familia, se pondrá manos a la obra y se adentrará con ahínco para buscar aquello que la bruja necesita para conseguir que la desdichada pareja halle la felicidad por medio de un retoño… aunque eso pueda significar la infelicidad de otras personas.
Crítica de la película “Into the woods”
‘Into the woods’el famoso musical de éxito en los 2000, llega a las pantallas de la mano de Disney, un insospechado pero totalmente ideal y más que apropiado mecenas. No se me ocurre nadie mejor para enfrentarse a sí mismo para romper el mito que tantos años lleva arrastrando desde que se lanzara la película de “Blancanieves”. Aunque todavía hay muchos que no ven más allá de sus narices, hace muchos años ya que esta empresa rompió los moldes machistas con los que nació; menos, desde que empezó a utilizar la paleta de grises; y relativamente poco, cuando empezó a mostrarnos la cara B de sus clásicos (Maléfica). Desde hoy, y gracias a Into the woods, un musical irreverente, lleno de humor, cargado de segundas lecturas y lleno de humanidad, tendremos la posibilidad de explorar un nuevo mundo que va más allá de ofrecernos la cara amable de “los malos”. Pero entremos juntos en el bosque a descubrir de qué estamos hablando.
En el teatro, Into the woods, contaba la historia de distintos cuentos clásicos de sobra conocidos por todo el mundo, y los entrelazaba para crear un brillante argumento lleno de humor. Mediante canciones despojadas de dulces melodías, situaciones cómicas e inteligentes diálogos, cada uno de los personajes protagonistas se revelan mucho más humanos que mágicos. Una hora y media de diversión en la que todos acaban “felices y comieron perdices”. Fin. Muy bien. El público se levanta de los asientos y se va a casa. No. Un momento. ¡Si esto es el descanso! ¡Todavía queda la segunda parte! A partir de ahí, y tras los guiños y pistas lanzados antes del interludio, es cuando empieza lo bueno pues el libreto original de James Lapine, ágil y rítmico gracias a las partituras del veterano Stephen Sondheim, desgrana la supuesta felicidad que les debe corresponder a los protagonistas del “y fueron felices para siempre” para terminar de rematar todo lo insinuado en la primera parte.
La película de Disney adapta exactamente lo mismo haciendo un uso inteligente del fantástico despliegue de medios. Efectos visuales, movimientos de cámara, y espectacularidad potencian en lo posible aquello que cada número musical tiene que representar. La película Into the woodsrespeta tanto la música y la estructura de la obra original (no podía ser de otra forma), que apetece levantarse de la butaca para aplaudir las interpretaciones de los actores al final de los respectivos números.
Todos están fantásticos e inmejorables en sus respectivos papeles, triunfo de los responsables del casting, que supieron nutrirse de grandes y pequeños artistas para la composición del reparto de la película. En los bosques encontraremos a Anna Kendrick en el papel de la Cenicienta, quien participó en la famosa saga “Crepúsculo”, reparamos en ella con “Dando la nota” donde descubrimos que desde niña llevaba años siendo una absoluta profesional del musical y que por aquel entonces estuvo nominada a los Tonys siendo una de las más jóvenes de la historia. Así todo el reparto está relacionado con el mundo de la música, como el Panadero interpretado por James Corden (Begin Again), o su mujer en la ficción Emily Blunt (El día del mañana, El diablo viste de Prada) que también toca el chelo. Además disfrutaremos de la eterna secundaria de series Christine Baranski (Big Bang Theory), que no descubrió su voz hasta aproximarse a la treintena y de Chris Pine, el nuevo y carismático capitán Kirk de la última generación de “Star Trek”, que está que ni pintado para el papel de príncipe encantador pretendiente de la Cenicienta.
Las nuevas generaciones como Daniel Huttlestone (Jack) y Tammy Blanchard (Caperucita Roja), vienen de sobra preparados; Daniel ya trabajó en el musical “Oliver!” junto a Rowan Atkinson (Mr. Bean) y “Los Miserables”; y Tammy, antes de ser seducida (atención con las dobles lecturas de esta escena) por el lobo feroz (Johnny Depp) fue la protagonista en broadway del musical de “Annie” cuyo remake se estrenará la semana que viene en España. Me queda mencionar a Meryl Streep quien está nominada al Oscar precisamente por este papel de bruja. Como una bruja ya se comportó con Emily Blunt en “El Diablo viste de Prada”, fue la mejor amiga de Christine Baranski en “Mamma Mía!”, y una Bruja será para las dos en esta “Into the woods”. Una bruja llena de ritmo, ironía, pragmatismo y un poco de mala leche. No se llevará el oscar, raro sería que por un papel así fuera recompensada, pero esta mujer está por encima de todo ello.
En definitiva, “Into the woods” es una película tan sorprendente como su antecedente musical y que resulta todavía más atractiva siendo Disney la que ha dicho: “¡Hagámosla!”. Esperemos que sigan con esta racha y arriesguen con productos tan mágicos como inteligentes. ¡Vamos todos al bosque!