Keira Knightley es Rachael Morgan en "El día que vendrá".

El día que vendrá: Crítica de la película

“El día que vendrá” es una película que fuerza el drama sin apenas mostrarnos toda la historia de los personajes. Reflejando en pequeñas dosis el dolor de cada uno, teniendo que intuir nosotros, a lo largo de la película, la pesada carga que cada uno lleva sobre sus hombros. El amor (y la traición) es el motor principal de la película, forzando de manera radical los acontecimientos, sin un leitmotiv claro desde un primer momento que nos permita empatizar con los personajes para no sentenciarlos por la traición tan infame, y por otro lado, tan humana, que están cometiendo. Es por eso que el final sorprende, porque nos permite entender la razón de cada acto.

Sinopsis de El día que vendrá

Ambientado en la postguerra en Alemania del año 1946, una mujer, Rachael Morgan (Keira Knightley), llega a una Hamburgo destruida para poder reencontrarse con su marido, Lewis (Jason Clarke), el cual es el coronel británico encargado de reconstruir la ciudad tras los bombardeos. Tras llegar a su nueva casa, Rachael descubre que su marido ha decidido acoger a los anteriores inquilinos: un viudo alemán (Alexander Skarsgard) y su hija. Aquí nos encontraremos con una serie de dramas que acabaran llevando a los personajes a las situaciones más apasionadas y dolorosas.

Jason Clarke como Lewis Morgan y Keira Knightley como Rachael Morgan en El día que vendrá.

Crítica

Las atroces consecuencias de la segunda guerra mundial en Alemania han llevado a un coronel británico a asentarse en Hamburgo para iniciar la reconstrucción de la ciudad. Personaje al que da vida el actor Jason Clarke, al que pudimos ver, hace relativamente poco, en la película “El primer hombre”, y al cual se le nota una larga trayectoria en el mundo del cine, lo que hace de él un actor experimentado capaz de caracterizar a cualquier personaje sin ninguna dificultad. Sin embargo, no ocurre lo mismo con el personaje del entrañable y apuesto viudo alemán al que da vida Alexander Skarsgard, con el cual apenas podemos empatizar ni alcanzar a entender sus motivaciones, tanto por la incapacidad del guión para ponernos en situación como por sus dificultades al dar vida al personaje. Ya pudimos ver en la desastrosa película de “La leyenda de tarzán” que sus dotes interpretativas aún no están lo suficientemente pulidas.

Por otro lado, Keira Knightley, la maravillosa actriz que ya nos cautivó en su día con “Piratas del caribe”, le ocurre lo contrario, no son sus dotes interpretativas lo que hace fallar en determinadas circunstancias al personaje, sino la vertiginosidad del guión, que por querer forzar las situaciones y mostrarnos un amor furtivo, el cual, en mi opinión, no se justifica adecuadamente, nos hace pensar que las motivaciones del personaje son contradictorias o no se adecuan a una mujer con los valores que porta. Esto implica que muchas veces no seamos capaces de creernos al personaje y pensemos que la actuación no es lo suficientemente buena aunque esto no sea realmente así, ya que en realidad el desarrollo del personaje no es el más adecuado para una película de estas características o este presupuesto.

Alexander Skarsgård y Keira Knightley en un fotograma de la película.

Esto nos lleva directamente a valorar el guión, en esta ocasión, para mí, Joe Srapnel y Anna Watterhaus no han sido capaces de sacar provecho a la maravillosa historia que tenían entre manos, forzando las emociones sin una razón justificada y restando importancia a los acontecimientos que realmente causaban interés, como era la evolución del personaje del coronel y la situación dramática que existía en la Alemania de la época. Pese a esto, no podemos decir que la película sea mala, es bastante entretenida y la historia, aunque bastante sencilla, acaba funcionando, con un final el cual apenas nadie se esperaba. Podríamos decir, sin miedo a equivocarnos, que los últimos veinte minutos del film arreglan la historia. Esto se debe principalmente a que logramos entender al final las motivaciones de cada personaje y las enormes cargas que portaban cada uno de ellos.

Es preciso también hacer una breve mención a la banda sonora del compositor Martin Phipps, la cual nos hace profundizar en la historia y en los sentimientos de los protagonistas. Me ha llamado bastante la atención que hay momentos en la película que la música desaparece, sin un motivo aparente, pues no hay una clara intención dramática o conceptual.

Keira Knightley interpreta a Rachael Morgan en “El día que vendrá”.

Por último debemos hablar del director ya que, pese a lo que se podría pensar, no se me ha olvidado, simplemente quería reservarlo para el final, porque quizá, salvo por algunas excepciones, lo que más me ha gustado de la película es su capacidad para mostrarnos a través de imágenes lo que iba a suceder. Es verdad, que a veces, sin demasiadas sutilezas, pero aun así, el director británico James Kent, bastante experimentado en series de televisión y alguna que otra película del mismo género o similar, como puede ser “Testamento de juventud”, nos deleita con una enorme experiencia artística y una hermosa habilidad para retratar a través de las imágenes las emociones de los personajes, las cuales muchas veces no se terminan de explicar a través del guión. Aun así, no logra sacar todo su potencial en esta película debido a las incongruencias argumentales o las prisas por hacernos ver que estamos ante una película de amor y drama.

He decidido, por otra parte, no profundizar en los temas más interesantes de la película para evitar destripárosla, pues en realidad, la traición es lo menos relevante para el espectador. Prestar atención a la hija del alemán y a su evolución que es lo que realmente os enganchará a la película, junto con la magnífica interpretación de Jason Clarke y los dramas a los que se tiene que enfrentar.

Opinión final

Es una película entretenida que cumple con lo que se lo podría pedir al género, pero que no es capaz de ahondar más a fondo en los sentimientos de los personajes ni en el drama que se vivía en las calles de la ciudad, junto con las dificultades que esto podía suponer para un experimentado coronel del ejército. Es posible que no sea la historia que más me hubiese gustado que me contaran, pero una vez me la han contado, salí satisfecho del cine al ver una conclusión final que no esperaba y que logró levantar la película.

Cartel

Póster de la película “El día que vendrá”.

Trailer final

DIRECCIÓN
7
GUIÓN
4
INTERPRETACIÓN
7
LO BUENO
El personaje al que da vida Jason Clarke y la enorme carga que recae a sus espaldas que lograran que, pese a los esfuerzos de la película por poner el foco en la pasión, sea el personaje con el que más logréis empatizar.
El inesperado final, el cual conseguirá que te replantees lo que te ha parecido la película.
LO MALO
La pésima evolución y falta de motivaciones del personaje al que da vida Alexander Skarsgard, cuya interpretación no ayuda a que sintamos interés por él.
Las denotadas prisas del guión por mostrarnos una relación apasionada y dramática.
6