Asamblea de Álex Montoya intenta poner a prueba el sistema asambleario tan de moda durante la crisis económica de 2010. Un grupo de personas intentarán ponerse de acuerdo para sacar adelante un proyecto ¿lo lograrán? Comenzamos con la crítica de la película la Asamblea, que se estrena hoy en la plataforma Filmin.
Sinopsis de la película Asamblea
Un grupo de personas quedan para realizar una asamblea, de la cual saldrá la decisión definitiva consensuada y votada por todos sus asistentes. Pero los minutos pasarán, y lo que iba a convertirse en “un votar y listo” se va volviendo cada vez una reunión más compleja. Hay un objetivo común sí, pero mil puntos de vista y propuestas diferentes. La asamblea se pondrá a prueba a sí misma para ver si sus miembros son capaces de ponerse de acuerdo.
Crítica de la película Asamblea
Empiezan a llegar a las plataformas las películas cuyo estreno estaba previsto durante el fallido Festival de Málaga de este 2020. Una de ellas llega a Filmin con un título y un argumento más que cercano para cualquiera que haya participado alguna vez en una reunión de cualquier tipo: Asamblea, dirigida por Álex Montoya. ¿Logrará conquistarnos una propuesta tan pegada a una realidad tan poco atrayente a priori? Comenzamos con la crítica de la película Asamblea.
Álex Montoya dirige la propuesta
El cineasta Álex Montoya (autor de cortos comoLucas), revisa, en el que supone su primer largometraje, el sistema asambleario, el cual se hizo tan popular con el Movimiento 15-M y con la consolidación del grupo político Podemos. La cinta supone la adaptación cinematográfica de la obra de teatro de Juli Disla y Jaume Pérez, guionistas ahora de la película; y no tardaremos en advertir que ciertamente su argumento funciona mejor sobre el escenario que en esta nueva versión.
El sistema asambleario puesto a prueba
De todas maneras la película Asamblea (2020) no propone nada que no hayamos visto o incluso vivido todos en algún momento de nuestras vidas: reuniones de la comunidad de vecinos, de padres, asambleas vecinales, de peñas o agrupaciones culturales, de inversores… y un largo e inmenso etcétera. ¿Y qué tienen en común todas estas reuniones de personas? Pues muy fácil, además de un supuesto objetivo o interés común, el inevitable conflicto, la estrella de cualquier reunión que se precie.
“Es difícil, pero sigue siendo la mejor manera”, es una de las frases que escucharemos en la película. Puede ser cierta esta premisa, pero lamentablemente lo habitual en cualquier reunión o asamblea es que surja el conflicto, antes o después, por la disparidad de opiniones, intereses personales e ideas que se vierten; algo que no sería malo si no fuese porque normalmente derivan en una pérdida de tiempo que no lleva a ninguna propuesta común.
Siempre nos encontramos con los que nunca ceden, los que siempre quieren llevar la razón, los que intentan imponer su criterio al resto del grupo, los que llevan la contraria por sistema, los que pasan completamente y no se implican en nada, los que cambian de opinión como una veleta… pues ese es el complejo y, sin remedio, aburrido argumento que encontraréis en Asamblea. Unos personajes discutiendo y dándole vueltas sobre un enigmático “Concierto” que pretenden constituir.
Un reparto coral
Francesc Garrido, Cristina Plazas, Marta Belenguer, Greta Fernández yNacho Fresneda, entre otros, protagonizarán las acaloradas discusiones sobre el tema a debatir en la Asamblea. El elenco brillará, hay grandes actores entre su coral reparto, pero lamentablemente, hemos de decir en esta crítica de la película Asamblea que el argumento de la cinta no da para mucho más.
Un giro final que no llega
El espectador estará todo el metraje atento a sus conversaciones, esperando que en algún momento se desate la tormenta propia de este tipo de situaciones y el argumento de un giro de 180º, pero los minutos pasarán y ese prometedor suceso jamás llegará a pasar.
Opinión final de la película Asamblea
Asamblea es una película que narra lo habitual en una reunión de este tipo, sin entrar en más valoraciones ni juicios. Egos y egoísmos reinarán en un debate que hemos vivido cada uno de nosotros en nuestras propias carnes en infinidad de ocasiones. Eso sí, sirve para replantearnos un mal endémico que persigue a este tipo de reuniones, y donde en ocasiones debatimos hasta la saciedad pero no aportamos soluciones ni las propiciamos.