I love dogs es una comedia llena de pasajes melodramáticos donde cinco historias que tienen en común algún perro, se desarrollan de la forma más previsible y amable posible. Dirigida por Ken Marino (Sácame del paraíso), la película se conforma con entretener, por suerte, desde la comedia, aunque haya un par de inevitables (e innecesarios) toques de dramáticos.
Sórdido, rocambolesco y efectista thriller español. A pesar de resultar evidente, en más de una secuencia, la carestía de medios técnicos, consigue envolver al espectador de una atmósfera asfixiante y lúgubre con la que viajar al fin de la noche de Germán (Julián Villagrán) en su inevitable descenso a los infiernos.