Os dejamos nuestra esperada crítica de Star Wars: El ascenso de Skywalker, libre de spoilers aunquebastante cañera. La saga galáctica más famosa de la historia del cine, Star Wars, llega a su fin con el episodio IX, cerrando la nueva trilogía comenzada por Disney en 2015. ¿Estábamos ante una muerte ya anunciada?
Sinopsis
Rey (Daisy Ridley), Poe (Oscar Isaac) y Finn (John Boyega) continúan en su búsqueda de ayuda para combatir a la Primera Orden desde todos los extremos de la galaxia, mientras que Kylo Ren (Adam Driver) descubre una nueva fuerza para aplastar a la Resistencia.
Crítica de Star Wars: El ascenso de Skywalker (2019)
Seamos directos y sinceros: La película Star Wars: El ascenso de Skywalkeres un auténtico desastre. Un despropósito. Y aunque no es totalmente culpable de no haber sido una resolución a la altura de una nueva trilogía de Star Wars, tiene tantos problemas, internos como externos, que era bastante improbable que el resultado pudiera ser satisfactorio.
¿Un auténtico desastre?
Para poder analizar dichos problemas en esta crítica de Star Wars: El ascenso de Skywalker (2019), tenemos que tener en consideración que esta entrega es el desenlace de una nueva trilogía. Una trilogía que, aunque mal nos pueda pesar, nunca tuvo claro a donde iba. Disney no fue capaz de hacer con 3 películas de Star Wars lo que sí hizo con 23 películas de Marvel, razón por la cual este Episodio IX es, entre otras cosas, insulso y un poco sin sentido. ¿Por qué?
El planteamiento del Episodio IX…
Pues en primer lugar, porque comienza estableciendo unos conflictos para los cuales no se nos ha prevenido en las anteriores entregas. El planteamiento del Episodio IX está totalmente “sacado de la manga”, es en sí mismo un Deux ex machina que tira de la nostalgia para embaucar al fan más aférrimo de Star Wars pero que carece de todo sentido de coherencia narrativa. Por lo cual, la reacción inicial es de “¿¡Cómo!?”
Por ende, tenemos una película que no tenía desde donde partir, una película que opta por “comenzar de nuevo” pero que no tiene ni tiempo ni construcción suficiente para convencernos de este nuevo arco. De haber sido este planteamiento el origen de toda la nueva trilogía, se podría haber desarrollado a su debido tiempo y haber funcionado, pero al aparecer sólo en esta película, es un recurso que deja todavía más en relieve una triste realidad: No sabían qué hacer.
Las alianzas inesperadas de la cinta
Siguiendo en esta línea, nos encontramos con Rey, Finn y Poe quienes se comportan como si fueran amigos de toda la vida, ignorando que Rey y Poe se conocieron al final del Episodio VIII, algo que entonces te descoloca por completo porque no has podido ver qué tipo de relación tienen, cómo se llevan. No puedes pretender crear un nuevo triunvirato de Star Wars si no construyes relaciones previamente entre ellos. Y el motor de su andadura, es otra cosa que debía haberse establecido previamente pero que tenemos que tragarnos porque sí, que “así había ocurrido” para que al menos la película finja que tiene relación con los episodios anteriores.
El ritmo frenético de la cinta no acompaña
Conforme Star Wars: El ascenso de Skywalker avanza, nos damos cuenta casi ipso facto de que la película ha de instaurar muchos elementos nuevos que deberían haber sido previamente establecidos, razón por la cual el ritmo es tan alocado que impide cualquier conexión o identificación con la trama. Todo ocurre tan deprisa (porque sabe que se queda sin tiempo) que no puedes digerir todo lo que estás viendo.
Se presentan pequeños conflictos que se resuelven en cuestión de minutos y la historia sigue sin que te dé tiempo a parpadear. Pero aun así, sabiendo que no tiene tiempo para mucho, prefiere perderlo en situarnos en algunas localizaciones que carecen de interés para la trama y en presentarnos personajes a los cuáles sabe que no va a poder desarrollar en vez de centrarlo en el conflicto de los personajes principales. Algo que, llámenme loco, habría sido más importante.
Los conflictos que se plantean en esta entrega
E hilando con estos conflictos, están tan mal llevados que no termina de quedarte claro qué es lo que quiere Finn, entiendes el problema interno de Rey porque lo ves pero no porque lo sientas (y por ende, le quita todo suspense e intriga a su arco, el cual tendría que ser el punto álgido de la película) y las intenciones de Kylo Ren son opuestas a lo que hace en el film, razón por la cual sus participaciones en los diferentes momentos de la trama carecen de motivación real. Algo que se nota sobre todo en su arco, el cual funciona más por lo ocurrido en Los últimos Jedi y en el esperado duelo de sables láser visto en los trailers, el cual es insulso y nada emotivo dado que no tienen un conflicto real sobre el que basarse.
¿Lógica o espectacularidad?
Pero por si esto no fuera ya suficiente, la película trata al menos de ser grandilocuente, de ser espectacular, pero sacrifica toda lógica (¿todas esas naves estuvieron ahí todo el tiempo con sus integrantes dentro?) o congruencia en aras de tener un clímax desorbitante que, sinceramente, resulta indiferente. ¿Que en las anteriores entregas había batallas de naves? ¡Aquí tenemos que meter muchas más naves! Como ya he referido en varias críticas, lo mejor es enemigo de lo bueno. Y quien mucho abarca, poco aprieta. Y cantidad, no es sinónimo de calidad. La película está tan saturada de efectos, de escenarios y de posibilidades que ni siquiera los momentos más dramáticos tienen donde reposar para parecer, al menos, verosímiles.
¿Lo mejor de Star Wars 9?
No obstante, hay que dejar claro en esta crítica de Star Wars: El ascenso de Skywalker (2019) que no todo es malo en este Episodio IX. Ciertamente el aspecto visual es el punto más fuerte de esta entrega, haciendo que merezca la pena verla en pantalla grande, los actores tienen la suficiente presencia para darle un punto de credibilidad a la historia y propensan un par de momentos que llegan a emocionarte un poco, tratando de dar unas últimas bocanadas de aire a un cuerpo ya fallecido.
Podría continuar horas y horas hablando de todo lo que falla en este Episodio IX, pero no quiero cansarle más, fiel lector, ya que ha de ser usted quien saque sus propias conclusiones de esta última entrega galáctica. He pretendido poner palabras a la sensación que me produjo a mí y a muchos en la sala el visionado de esta novena entrega de Star Wars.
Opinión final de Star Wars: El ascenso de Skywalker (2019)
Una película que no tenía muchas posibilidades de emerger y que lo intenta todo a la vez para ver si algo cuece. Por querer hacerlo todo, lo hace todo mal, sin el tiempo suficiente que deberían haberle brindado sus anteriores entregas para poder desarrollarse con naturalidad, cerrando una saga de la manera más insulsa y poco interesante posible. Una auténtica lástima, esta es la opinión final con la que puedo concluir esta crítica deStar Wars: El ascenso de Skywalker.