Nerve es una de esas películas prescindibles, por mucho que nos encontremos ante la adaptación de la novela de Jeanne Ryan. Un relato que busca el ser crítico con ciertos comportamientos y actitudes y que, sin embrago, no lo consigue por su tono sumamente naif. Una “distopía” que, a fin de cuentas, podía haberse quedado en lo más fondo del cajón de proyectos rechazados. Os dejamos con nuestra crítica de la película Nerve Un juego sin reglas, que ahora también podéis encontrar en Netflix.
Sinopsis de Nerve
Una juventud que no sabe en qué consumir su tiempo, decide ganar dinero participando en un juego de acción real llamado Nerve. Sin embargo, el juego pronto termina de serlo, mostrando el lado más pesadillesco y terrorífico de la realidad.
Crítica de la película Nerve Un juego sin reglas
A todo aquel que le guste las historias protagonizadas por dos estrellas adolescentes, donde no se cuente nada y en las que se haga un uso excesivo de música pop para aligerar lo tedioso del largometraje, Nerve es su película. De no ser un absoluto fanático de este “género”, lo mejor será que se prescinda de ver esta película.
¿Qué serías capaz de hacer por aumentar tu número de seguidores?
Teóricamente, la película Nerve pretende criticar la adicción que genera en el ser humano tanto Internet como esa imperiosa necesidad de buscar ser alguien que no es ante los demás. De cómo en la actualidad importa mucho más el tener un elevado número de “Me gusta” en nuestra última foto de Instagram o en nuestro último tweet, que tener un poco más de autoestima y aprecio por uno mismo. En resumen, una sociedad recargada de ornamentación exterior pero completamente vacía por dentro.
Sin crítica ni complejidad
Pero, entonces, ¿cuál ha sido el problema de la película Nerve? Básicamente esa actitud de no querer abordar el tema con un mayor criticismo, como si realmente no fuese importante el debate. Además, si a eso le sumamos una actitud infantiloide, la película termina por ser un ejercicio estrepitoso de pretensiones vacías. Tal y como el grupo de adolescentes protagonistas.
La dirección de Ariel Schulman y Henry Joost
En cuanto a la puesta en escena, al verla me ha dado la sensación continuada de estar viendo una sucesión aleatoria de videoclips. Es decir, la película Nerve (2016) trata la imagen no como algo que implique ciertas connotaciones narrativas; sino como algo que ha de filmarse de esa forma para que parezca atractivo visualmente y ayude a disfrazar una historia que se cae ya al inicio de la película. A fin de cuentas, y siento tener que repetirme, estamos ante el vacío total (siendo en este caso en lo relativo a la imagen, y por ende al uso de una música pop que sirve de adorno y nada más). A lo que hay que añadirle un uso bastante lamentable de los efectos especiales. No aportan nada y parece que su busca el mostrar una imagen mucho más fresca y juvenil de lo habitual y, por el contrario, resulta banal e intrascendente.
Emma Roberts yDave Franco
Por último, el reparto es lo que es. No se puede decir mucho más, aunque su pareja protagonista esté interpretada por Emma Roberts yDave Franco. Se tratan de clichés vistos hasta la saciedad: el guaperas que en el fondo es un trozo de pan con un pasado muy difícil, la chica/chico populares y que buscan ser el centro de atención, el friki o la chica tímida a la que le falta creérselo más para sacar a la luz todo su potencial.
Cualquier espectador más o menos con cierto bagaje cultural y/o cinematográfico podrá dilucidar como irán evolucionando cada uno de los personajes; así como la jerarquía en cuanto a su protagonismo en el filme de cada uno de ellos.
Opinión final de la película Nerve (2016)
Por lo tanto, la película Nerve Un juego sin reglas resulta tan plomiza e innecesaria que, realmente, no merece la pena ser vista. Es que ni tan siquiera presenta ninguna utilidad en el caso de que en casa uno viva con adolescentes o niños. Esta película no les advertirá de los peligros de confundir el mundo fabuloso y sumamente falso de Internet con la realidad. Lógicamente, esta película va dirigida a ese grupo de espectadores, pero es que no hay por donde cogerla. Es tan inocente que da lástima ver como no se ha sabido una idea que podría haberse exprimido en mayor medida.
