Crítica de la película Intemperie, dirigida por Benito Zambrano y adaptación de la novela homónima de Jesús Carrasco. Protagonizada por Luis Tosar, Luis Callejo y Jaime López. Una genialidad que llega a la cartelera compitiendo con otro de los grandes títulos del cine nacional de este 2019, Adiós de Paco Cabezas.
Sinopsis
Un niño (Jaime López) huye de su pueblo con la intención de llegar a la ciudad, pero para ello debe atravesar una llanura que se extiende más allá de dónde alcanza la vista. Mientras, el Capataz del pueblo (Luis Callejo) organiza unas partidas para encontrarle con la excusa de que éste le ha robado. El niño ve frustrada su oportunidad de marcharse en autobús cuando agazapado entre unas piedras escucha cómo le buscan los hombres del capataz, por lo que continúa vagando a pleno sol por la llanura hasta que su cuerpo no puede más. Por suerte, un pastor (Luis Tosar) lo encuentra y decide ayudarle a escapar y ocultarse de sus perseguidores.
Crítica de la película Intemperie
Lejos de quedarse en un filme costumbrista, Intemperie se convierte en un western moderno con tintes de thriller y drama. La cinta narra la huida de un niño (Jaime López) de su pueblo y su sed de venganza. Es cierto que la película, con unas pinceladas muestra el transcurso de la vida en una región donde la tierra es árida y la miseria está en todas partes, utilizando para ello como escenario el sur de España en la época de la posguerra y a unos personajes que más que vivir, sobreviven. Pero con la aparición de “el capataz” (Luis Callejo), un hombre poderoso que controla el pueblo a base del temor que infunde, se rompe con el costumbrismo y se descubre el verdadero tono de la película.
Lo mejor y lo peor del ser humano
Cuando el niño huye, no puede sacarse de la cabeza la idea de volver convertido en un hombre para vengarse del capataz y quemar el pueblo. Lo único que éste conoce es el odio, la pobreza y el abuso, partiendo de una familia desestructurada en la que apenas puede confiar en su hermana. Por suerte, en su camino se cruza con un pastor conocido como “el moro” (Luis Tosar), que no solo le salva la vida si no que decide acogerle y ocultarte, ganándose poco a poco su confianza y mostrándole con sus actos lo que es la compasión y el perdón.
Bajo esta premisa comienza una película que a medida que avanza nos descubre secretos de los personajes que muestran lo mejor y lo peor del ser humano. Una eterna lucha entre el bien y el mal, dónde el niño tiene que elegir a qué bando quiere pertenecer a través de sus actos. Si bien perdonar a aquellos que le han hecho daño o vengarse y convertirse en la misma persona que se lo ha hecho.
El regreso de Benito Zambrano
De manera magistral y a través de la dirección de Benito Zambrano (Solas), los personajes lo cuentan todo de sí mismos y su historia en pequeñas dosis y sin necesidad de abrir la boca. Pasamos a analizar los aspectos más destacados en esta crítica de la película Intemperie.
Con escenas que destacan por una crudeza en la que no son necesarias las palabras para mostrar el lado más oscuro del ser humano y que gracias a unos grandes actores, consiguen estremecer.
La tensión que se crea desde el principio partiendo de que las probabilidades que tiene el niño de sobrevivir, llegar a la ciudad y no ser descubierto son mínimas. Por un lado, el capataz y sus hombres lo buscan por todas partes en un secarral en el que es difícil esconderse y por el otro, el calor y la falta de agua juegan en su contra. Esto consigue ser la combinación perfecta para no poder apartar la mirada de la pantalla ni un segundo.
Una escena que pasará a la historia del cine
Particularmente, quiero reseñar en esta crítica de la película Intemperie que una de las escenas a mitad de película ha conseguido grabarse a fuego en mi pensamiento tanto por su dureza como por la excelente forma en la que se suceden los acontecimientos. Como si se tratara del mejor suspense de Hitchcock y su famosa bomba debajo de la mesa, el niño permanece escondido en el fondo de un pozo mientras sus perseguidores interrogan al moro e inspeccionan el área. El niño permanece escondido, a punto de ser descubierto, mientras el moro resiste toda clase de tortura física y mental sin decir nada. Esta se convierte en una de las escenas más impactantes del filme tanto por la brutalidad de las imágenes como por la soberbia actuación de Tosar y Jaime López.
Destacar también la aparición de Manolo Caro como el tullido del pozo. Un papel que aunque no tiene mucho tiempo en pantalla, sin duda consigue dejar marca y crear cierta incomodidad en el espectador encarnando la impotencia y desesperación más absolutas.
La adaptación de la novela de Jesús Carrasco
La tensión se mantiene de manera constante durante toda la película aunque se nos permite algún descanso en el que se muestra la evolución del niño y su relación con el pastor, sin olvidar que están siendo perseguidos.
Lo más importante en esta adaptación es el subtexto o dicho de otra forma todo aquello que se dice sin decirse. Bastan unas miradas entre los personajes para entender todo lo que está pasando o ha pasado sin necesidad de expresarlo con palabras.
Sin conocer la obra original, me atrevo a decir que Daniel y Pablo Remón han conseguido transformar la novela de Jesús Carrasco en un guion que no pierde un ápice de profundidad y da mucha importancia a los detalles, consiguiendo una película que satisface al espectador en todos los sentidos.
El toque Western
Justo en el momento en que el moro y el niño van a separarse, aparece el capataz, regalando así al espectador ese enfrentamiento final tan esperado en el que el moro ha decidido que hay cosas que no pueden perdonarse.
Con la ayuda de este terreno árido y la visión de una España desierta de pueblos abandonados, se consigue ese duelo típico del western, en el que el bien y el mal se enfrentan cara a cara entre cristales rotos y la polvareda que levanta la tierra seca.
Opinión final de la película Intemperie
Intemperie (2019) es una película cruda que traslada la miseria humana con una perfección absoluta a la pantalla, creando personajes muy reales que a su vez son encarnados por grandes actores bajo la dirección de Zambrano, consiguiendo así una total verosimilitud.