Hay veces en las que uno, pese a saber que se va a aburrir en una fiesta, acude a ella con la esperanza de que la realidad sea completamente diferente a la idea preconcebida. Con la película El alma de la fiesta (2018) eso no ocurre. Ni tan siquiera llega a divertir… Aquí te dejamos nuestra crítica de la película El alma de la fiesta.
Sinopsis de El alma de la fiesta
Deanna (Melissa McCarthy) decide combatir la tristeza de su reciente divorcio regresando a la universidad y terminar con la carrera de arqueología. En el campus irá desenterrando viejas vivencias de su juventud y experimentará el choque generacional producto del paso del tiempo.
Crítica de la película El alma de la fiesta (2018)
Titular a esta película El alma de la fiesta me parece absolutamente pretencioso, ya que esta película es la alegría de la huerta. No divierte. Ni tan siquiera entretiene. No hay nada que poner en valor. De hecho, prefiero comenzar esta crítica matizando que no recomiendo ver, bajo ninguna circunstancia esta película. Personalmente, me ha parecido infumable.
Un guion repleto de clichés
Para empezar, hay que partir de un guion tan simplón en el que no hay margen para la sorpresa. Una sucesión de clichés que dejan sumamente claro lo que vendrá a continuación. Un par de líneas de diálogo y ya se establece la relación entre dos personajes y la evolución de dicha relación.
Además, la película manifiesta una continúa sensación de inseguridad ante lo que quiere contar. ¿Busca manifestar esa rebeldía o inconformismo propio de la gente joven y de todo campus universitario? ¿O más bien, mostrar ese viaje de redención de Deanna, de encontrarse a sí misma y recuperar el cauce de su vida, a través de la vuelta al pasado, como si borrase 20 años de su vida?
La película El alma de la fiesta adolece de concreción y de ir a lo seguro, lo que generalmente se traduce en un estrepitoso fracaso. Además, esa intención de manifestar el empoderamiento, el mensaje feminista, me ha parecido tan forzado que lo encuentro coherente. Es decir, ¿Qué necesidad hay de expresarlo con palabras cuando ya lo estás mostrando con imágenes? A fin de cuentas, eso provoca que el mensaje pierda fuelle.
La dirección de Ben Falcone
Por otro lado, Ben Falcone lleva a cabo una puesta en escena muy pobre. No es ingenioso con el montaje para ir generando las reacciones hilarantes propias de una comedia ni el propio uso de la cámara genera algo a lo que el espectador pueda aferrarse. La película es tediosa y plomiza. Una comedia ha de tener un ritmo rápido en el que los chistes o situaciones hilarantes se sucedan de forma fluida y sin regodeos. Se acaba un chiste y ha de empezar a labrarse el terreno para que el siguiente mantenga la comicidad de la película. Pues en este filme: ná de ná. Es como si uno estuviese a ver una sucesión de anuncios publicitarios por que no le queda otra si quiere seguir viendo el programa/película que está emitiendo.
Melissa McCarthy encabeza el reparto
A mayores, el reparto no acompaña. Ni tan siquiera una Melissa McCarthy. Y estamos hablando de una de las actrices más completas del Hollywood actual, que deja actuaciones memorables tanto en comedia como en drama. Ya sea en papeles protagonista o en papeles muy secundarios. Sin embargo, aquí da la sensación de estar sobreactuada, histriónica. Y con esto no quiero decir que una actuación deba ser siempre sumamente realista. No. Hay casos en las que una actuación sobreactuada puede ser lo que pida la película, como el caso de Nicolas Cage en Mandy. Pero en El alma de la fiesta, McCarthy está horrible, en línea del resto del reparto.
Opinión final de la película El alma de la fiesta (2018)
Por lo tanto, no puedo recomendar el visionado de la película El alma de la fiesta. No estaría siendo honesto como escritor de críticas (especialmente de esta). En cualquier catálogo en el que esté este largometraje ha de haber decenas de series y películas mucho más interesantes que esta. Una absoluta pérdida de tiempo. Es que no hay nada por lo que uno pueda recomendar esta película. Por no hablar de que, teóricamente, estamos ante una comedia y que, El alma de la fiesta, de comedia nada. De hecho, los teóricos chistes están tan forzados y tan mal introducidos, además de obvios, que ni tan siquiera generan el amago de sonreír.
En resumen de esta crítica de la película El alma de la fiesta (2018): eviten ver esta película. Me lo agradecerán.