Mi primer gran combate de Netflix es una película infantil que combina la lucha libre de la famosa WWE, la amistad y la superación personal. Una mezcla que, pese a tener todos los elementos para atraer a los chavales, no logra ni tan siquiera entretener. Os dejamos con nuestra crítica de Mi primer gran combate, una oportunidad perdida de captar la atención de todo tipo de públicos.
Sinopsis de Mi primer gran combate
Leo Thompson (Seth Carr) es un chaval de 11 años apasionado de los combates de la WWE. Un día, escapando de los matones del cole, se encuentra una antigua máscara de lucha libre con poderes mágicos que le otorga superfuerza y una seguridad en sí mismo arrolladora. Con la máscara y el incondicional apoyo de su abuela (Tichina Arnold), Leo se presentará al campeonato que la WWE convoca en su ciudad.
Crítica de Mi primer gran combate
Aún recuerdo con cariño aquellas jornadas maratonianas viendo ‘Pressing Catch’ con mi abuelo. Hulk Hogan, El Enterrador 0 Jake “The Snake” Roberts, se convertían en todo un fenómeno televisivo que con asiduidad y fervor seguíamos los más pequeños de la casa en los años 90.
Pues bien, en esa pasión que los chavales sienten por el wrestling, una lucha libre bastante teatralizada, se basa el argumento deMi primer gran combate. Una película que protagoniza un crío aficionado y fiel seguidor de los combates de WWEque un día ve su sueño hecho realidad al convertirse, gracias a una enigmática máscara, en uno de sus famosos luchadores. Comenzamos con la crítica de Mi primer gran combate, una película producida por Netflix junto a WWE Studios.
Mi primer gran combate de Netflix
Estamos ante la nueva apuesta de Netflix, en tiempos del coronavirus, por atraer a los más pequeños de la casa a la plataforma de streaming. Si hace semanas incluyeron en su catálogo el pelotazo de ‘Los Futbolísimos‘, y poco más tarde se estrenaba ‘Go karts‘, ahora regresan a la carga con Mi primer gran combate.
Una cinta de entretenimiento familiar con acción, lucha libre y colegas como elementos atrayentes, que además cuenta con cameos de primera línea de la WWE como el del luchadorKeith Lee.
Una cinta de entrenamiento infantil
Dirige la cinta Jay Karas, un director curtido en la televisión que ya se ha lanzado varias veces a dirigir películas infantiles sin mucho éxito, dicho sea de paso. En la que nos ocupa la cosa no resultará mejor y sólo terminará siendo valorada como instrumento para entretener a los más pequeños de la casa mientras el adulto se centra en otras tareas.
Una historia que no engancha
Lo malo será que puede no terminar funcionando ni tan siquiera para dicho fin. La cinta contiene un argumento y diálogos tan simples, y la puesta en escena de sus momentos delucha de la WWE resultarán tan falsos, que se corre el peligro de que ni siquiera logre entretener a los críos, su púbico objetivo.
Y eso no será todo, lo peor vendrá cuando la película quiera resultar molona y moderna porque sí, en un engañino intento de que los chavales se vean reflejados. Una advertencia: a lo niños tan poco les vale todo…
Opinión final de Mi primer gran combate
La idea de resucitar la pasión entre los chavales por la WWE agregándole además a la historia un claro guiño hacia un clásico de la comedia, ‘La máscara’ (1994), parecía un acierto seguro. Lástima que no se haya sabido desarrollar la idea en un buen guion y en unas escenas de lucha verosímiles. Molesta tanta falta de interés en hacer un producto atrayente y estimulante para los chavales.