La nueva película de los pitufos, ‘Los pitufos: La aldea escondida’, llega a la cartelera dispuesta a dejar entre los más pequeños un mensaje de respeto e igualdad para con las mujeres. Pitufina será por fin la líder de su aldea.
Crítica ‘Los pitufos: La aldea escondida’
Hace casi sesenta años, en 1958, nacieron de la mano de Peyo unos pequeños seres azules tan mágicos como bondadosos que eran perseguidos por un malvado Gargamel. La fórmula base de su argumento se ha seguido repitiendo desde entonces con igual éxito que la primera vez. Si algo funciona ¿para qué cambiarlo? Pero Sony Pictures ha decidido ir un paso más allá y arriesgar, partiendo de ese esquema básico, con su nuevo estreno cinematográfico: Los pitufos, la aldea escondida. En esta nueva aventura de los pitufos veremos como la rubita coqueta y risueña de la aldea, vamos Pitufina (a la que pone voz Macarena García), se alzará con el mando de su vida tras aventurarse en una arriesgada aventura que la llevará a encontrar un revelador e impactante secreto oculto en el interior del bosque -que no pienso contaros para que acudáis al cine- y, quizá algo más importante, descubrir que puede ser quién ella quiera ser. Para Pitufina, tras esta cinta, ya no habrá limitaciones.
La absoluta protagonista de esta historia, como ya os adelantaba, será Pitufina. La pobre se encuentra bastante perdida inmersa en una aldea donde sólo hay hombres que la halagan y la intentan proteger pase lo que pase. Se siente distinta a ellos; no hace falta que os recuerde cómo y de dónde surgió Pitufina (Gargamel es su padre… algo tan heavy como lo de Star Wars, desde luego). Pitufina está completamente perdida, no sabe quién es de verdad. ¿Es lista como Pitufo Filósofo?, ¿divertida como Pitufo Bromista?; ¿quizá protestona como Pitufo Gruñón?… o es simplemente la pitufa rubia de la aldea. Para conocerse así misma deberá salir de su zona de confort dentro de la aldea pitufa; y lo conseguirá, vaya sí lo conseguirá, tras las muchas aventuras que vivirá en Los pitufos, la aldea escondida se dará cuenta que no tiene límites, tan sólo los que ella misma se marque. Pitufina puede ser quién quiera ser. Este es el principal e importante mensaje que dejará la cinta pitufa en los más pequeños.
Los principales aciertos de Los pitufos, la aldea escondida serán: el conservar el “look” y espíritu original -aunque eso sí, disfrutan de todos los avances de la animación actual- de los tebeos de su creador, Peyo, dejando así atrás las películas donde compartían protagonismo junto a Neil Patrick Harris y que parecían no terminar de convencer a nadie; la abundancia de unos geniales y elaborados gags ideados para funcionar en todos los públicos; y apostar por una trama que empodera a Pitufina en una aldea donde hasta el momento, y por mayoría absoluta, reinaban los hombres. Sin duda, estamos ante la primera película 100% feminista de los pitufos. Su mensaje, aunque puede resultar oportunista, es completamente imprescindible en los duros tiempos que corren para las mujeres. Películas y mensajes como los que nos deja esta nueva historia pitufa son completamente necesarios para educar desde pequeños en la igualdad y el respeto hacia el género femenino.
Una película que aunque claramente mantiene un tono infantil, sí disfrutarán los adultos que acompañen a los más pequeños por su dinamismo, colorido y el buen rollo que dejará en la sala. La vida pitufa mola, incluso Gargamel mola (tantos años dándole esquinazo los ingeniosos pitufos que ya hasta te gustaría que se comiera uno…. que no, es broma). Los pequeños descubrirán ese mágico mundo repleto de pequeños seres azules con el que ya soñaban sus padres; eso sí, ahora los pitufos tienen hasta una mariquita 3.0 capaz de hacerles selfies o imprimir. Todo avanza, incluso para los pitufos, pero la esencia sigue estando ahí.
