Llega a España la película que ha batido todos los records de taquilla en su país natal, Francia. Con más de siete millones de espectadores, “La familia Bélier” se presenta como un entretenimiento de primera para todos los públicos.
La familia Bélier: Crítica
La premisa de este relato podría espantar a más de uno con solo leer su argumento, pero nada más lejos de la realidad, pues apoyada en grandes dosis de humor y alejada del drama más duro, La familia Bélier es una grata sorpresa que puede ser disfrutada por cualquier espectador que solo busque un entretenimiento sin pretensiones, y que descubrirá que la cinta ofrece mucho más que eso.
La trama de la película gira en torno a la familia de Paula (Louane Emera), los cuales todos tienen discapacidad auditiva excepto ella, siendo la encargada de hacer las veces de interprete entre sus padres y el resto de la comunidad en relación a la granja que mantienen. Tras apuntarse al coro del instituto, su profesor descubrirá que posee un gran talento para el canto, por lo que decidirá presentarse a un concurso en París, lo que le haría tener que abandonar a su familia.
Sus virtudes son muchas y la complejidad que se percibe en el fondo queda camuflada en la forma, con un tratamiento sencillo por parte de su director, Eric Lartigau, que opta por una comedia ligera con dosis de drama que no llega a ser tramposa con el espectador, a merced de un guion bien ejecutado que equilibra todos los temas que trata la película, desde el amor adolescente, pasando por el síndrome del nido vacío o los problemas de comunicación; en una sociedad que no está preparada para convivir con personas con discapacidad, por mucho que nos hagan creer que sí.
Si algo destaca por encima de todo en “La familia Bélier” es su reparto, elegido con un gran criterio cómico. La familia nos regala momentos de absoluta comedia sin necesidad de pronunciar una sola palabra, remitiéndonos al slapstick de los orígenes del cine; modernizado para la ocasión pero sin recurrir a su elemento principal, presentarnos una realidad dramática -en este caso la sordera de los protagonistas- con bromas más o menos exageradas donde prima el gag visual. Y es que el tratamiento de las barreras físicas de los personajes por parte del director, intenta superar las barreras existentes aún hoy en día entre las personas con discapacidad y el resto . Un apartado especial merece la joven Louane Emera en su debut cinematográfico, el cual supera con creces defendiéndose en los momentos dramáticos y cómicos y sacando a relucir todo su potencial cuando canta.
Más allá de parecer una película convencional y dirigida a todos los públicos, de ahí su arrollador éxito, el director Eric Lartigau también se permite el lujo de mostrarnos cómo utilizar el lenguaje de las imágenes para transmitirnos lo que experimenta una persona sorda al ver cantar a alguien, en un clímax que emociona por su fuerza, convirtiéndose en lo mejor de la cinta, cuando la historia abraza definitivamente el drama.
“La familia Bélier” es la excusa perfecta para pasar una tarde de cine en familia, reírse y llorar a partes iguales sin más objetivo que el de entretenerse. Aunque pueda parecer vacuo, es algo difícil de conseguir y esta pequeña película lo hace alejada de los grandes estudios y los presupuestos desorbitados. No está de más reconocerle el mérito y apoyarla.
