Tras arrasar en su taquilla natal, Francia, llega a nuestra cartelera ‘El hombre perfecto’. Un ejercicio de suspense al nivel de los grandes clásicos de Hitchcock que hará que espectador y protagonista viajen juntos por un laberinto de intrigas y engaños del que parece no haber escapatoria.
Crítica de la película ‘El hombre perfecto’ (2016)
“La vida es una acumulación de momentos heavys”. Esa es la conclusión que sacará el espectador del El hombre perfecto (2016), uno de los estrenos llegados desde tierras francesas este fin de semana y que sin duda os recomiendo. Una historia donde el suspense y el infortunio están en cada esquina rondando al pobrecillo de nuestro protagonista, encarnado por el actor Pierre Niney que logra enmarcar a su personaje en un halo de candidez e ingenuidad con el que toda la sala será capaz de empatizar desde le primer momento, pase lo que pase.
En la cinta conoceremos a Mathieu (Pierre Niney), un joven que centra todos sus esfuerzos en lanzar al mercado editorial su primera novela sin ningún éxito. Tan sólo sueña con ver publicado su libro y poder ganarse la vida con aquello que siempre ha soñado, pero por el momento tiene que trabajar en la empresa de mudanzas de su tío para ganarse la vida. En una de esas mudanzas encontrará por casualidad un diario manuscrito donde el dueño de la casa, ya fallecido, cuenta de manera magistral sus vivencias en el campo de batalla durante la Guerra de Argelia (1954-1962). Tras meditarlo mucho, decidirá copiar el texto y firmar con su nombre… la primera editorial no tardará en llamar para interesarse en publicar su primera novela, lo que parece ser un éxito seguro.
Todo es susceptible de empeorar y sino que se lo digan al pobre Mathieu. Una mala decisión condicionará su presente y su futuro, planteando una clara pregunta al espectador: ¿qué estarías dispuesto a hacer para conseguir el éxito y reconocimiento profesional? En esta El hombre perfecto (2016) encontramos un inteligente ejercicio de suspense al más puro estilo hitchcockniano donde poco a poco una situación que comenzará con una “pequeña mentirijilla” se irá convirtiendo en una bola más y más grande, donde la locura de los acontecimientos que se nos plantean irá siempre in crescendo. Tal es así, que nos encontraremos frente a frente con un personaje consumido por su propia mentira, hasta tan punto que se ha visto obligado a construir un personaje alrededor de su novela para superar los acontecimientos, en definitiva, estaremos ante un hombre sin escapatoria.
Dirigida por Yann Gozlan encontramos una película sólida, bien argumentada y que funciona a la perfección consiguiendo que el espectador sea cómplice de las locuras realizadas por el protagonista para sobrevivir a su propio engaño. Un película inteligente y entretenida, que recuerda en ciertos momentos a todo un clásico contemporáneo de dicho género como es ‘El talento de Mr. Ripley’ (1999), y que además nos ofrece un final tan revelador como impactante. Llegará a triunfar sí, pero a qué precio.
Además cuenta con fabulosas interpretaciones, a destacar desde luego la del joven actor francés Pierre Niney, quién ya me conquistó hace tiempo con su frescura en ‘20 años no importan‘ (2013) y su elegancia en ‘Yves Saint Laurent‘ (2014). Ahora nos dejará fascinados por su capacidad de manipular al espectador hasta lograr convertirle en cómplice de los acontecimientos. Su mirada de inocencia y desamparo nos hará desear que salga airoso de las situaciones más rocambolescas, ruines o psicóticas. Amigos, estamos frente a un asesino, y de los peligrosos, capaz de hacernos partícipes de su propia mentira. El hombre perfecto (2016) deja claro algo, que nadie es perfecto.
