Kevin Costner se pone en la piel de un curtido espía quiere conciliar la poca vida familiar que le queda con su forzada situación laboral. Con guion de Luc Besson, “3 días para matar” se alza como una buena opción para pasar la tarde en el cine a golpe de palomitas. Entretenimiento asegurado con esta comedia de acción.
Sinopsis de ‘3 días para matar’
Ethan (Kevin Costner), un más que eficiente veterano agente de la CIA, tiene sin saberlo las horas contadas. Mientras él ha sido asignado a una peligrosa misión en la que deberá liquidar a los compradores de un arma de destrucción masiva, una misteriosa y bella mujer, Vivi Delay (Amber Heard) tiene el encargo directo de los directivos de la misma agencia de desenmascarar y eliminar al encubierto terrorista conocido como “El lobo” (Richard Sammel), quien siempre actúa a través de su despiadado y característico esbirro “El Albino” (Tómas Lemarquis), quien esta vez se encargará de realizar la venta. El resultado de la misión será incierto y descubrirá que apenas dispone de tiempo para poner en orden su vida personal.
Licenciado a la fuerza, Ethan se trasladará a Paris donde querrá recuperar el tiempo perdido con Zooey (Hailee Steinfeld) su díscola hija adolescente a la que apenas conoce, intentando a su vez ganarse algo más que la confianza de su ex esposa y madre de su hija Christine (Connie Nielsen).
La retorcida y enigmática agente Vivi, que ya pudo comprobar la letal efectividad de Ethan, querrá sacar partido del que ahora pretende ser padre de familia, tentándolo con un remedio experimental que puede prolongar su vida de forma indefinida. A cambio, Ethan tendrá que trabajar en la más absoluta clandestinidad, extorsionando, amenazando, torturando y asesinando hasta sacar a “El lobo” de la madriguera y terminar con la misión que tiene asignada la manipuladora Vivi.
¿Podrá Ethan dar caza a uno de los mayores criminales del mundo sin poner en peligro ni descuidar su recién adquirido compromiso familiar?
Crítica de ‘3 días para matar’
Luc Besson vuelve a la carga en su prolífico papel de guionista acompañado de Adi Hasak, como ya hicieran en 2010 con Desde París con amor. El esquema de la película el mismo que ya ha utilizado alguna vez el director de “El profesional” o “El quinto elemento”: Hombre peligroso de ética cuestionable pero en cierto modo correcta, inesperadamente se hace cargo de jovencita mientras afronta un violento cometido que puede estar provocado por, para, con, o implica o salpica de alguna manera a la cría o a la relación que tiene con ella, quien a su vez consigue despertar algún tipo de sentimiento paternalista al protagonista. ¿Wasabi? ¿Venganza? No, estamos hablando de 3 días para matar.
Si en Venganza podíamos ver a un magnífico Liam Neeson cumpliendo su palabra de la forma más dramática y contundente posible, en 3 días para matar nos encontramos a un maduro Kevin Costner interpretando a un infalible agente secreto algo pasado de rosca, al que se le complica la conciliación familiar, siendo el tono de la película una cosa intermedia entre la seria Venganza y la cómeica Wasabi.
La película está llena de disparatadas situaciones en las que el insensible agente Ethan lo mismo tiene a bien liquidar una habitación llena de esbirros armados hasta los dientes, para lo que despliega toda su habilidad creativa para el asesinato a tiros al más puro Misión Imposible (que para eso comparte nombre con su colega) que llama para felicitar por su cumpleaños a su desconocida hijita en plena misión de alto riesgo.
La cosa irá a más cuando el “bueno” de Ethan quiera recuperar el tiempo perdido, ya que descubrirá en seguida que ser padre no es tan fácil para él crear cadáveres a base de balas sin sentir el más mínimo remordimiento. Así pues Ethan querrá conocer al novio de su rebelde hija, vivirá su puesta de largo para el baile de fin de curso, vigilará por donde sale, quienes son sus amigos… y por supuesto, no le gustará nada de lo que la princesita caprichosa y con un genio de la leche, haga. Así que, como Ethan sólo ha tenido una vida, la de agente secreto que sigue sin poder abandonar, llegará a situaciones en las que tendrá que pedirle consejos sobre jóvenes chicas adolescentes, pistola en mano, a aquellos criminales clave de los que depende para dar con su objetivo principal, “el lobo”. Lo más impresionante es que, sin apenas esfuerzo, uno entra en el juego sin que la película pierda seriedad… ¡y eso que toda ella está llena de personajes arquetípicos propios de las películas de agentes secretos (tomen como ejemplo al Albino, que mira tú por donde, ha coincidido que el característico actor aparece en otro de los estrenos de la semana)!
Alguno puede preguntarse ¿y será divertido esto? ¡Pues sí! Porque como ya he dicho, el señor Besson ha utilizado la plantilla que sabe que le funciona y el director y productor (y no sé por qué me da colega de copas), McG, con su saber hacer, ha dotado a la película de magníficos intérpretes, ritmo trepidante y la dosis justa de humor para que 3 días para matar se mantenga interesante, entretenida y divertida durante las casi dos horas que dura. No sorprende a nadie y es previsible pero… aquello que siempre deseamos (lo sepamos o no) en una película de acción nos lo da de la mejor forma posible, sin escatimar en violencia (insinuada) y espectacularidad.
