Miguel Ángel Vivas dirige la película Asedio, un tenso y frenético thriller en el que el personaje de Natalia de Molina busca su lugar en medio de una trama de persecución y corrupción policial. La película destaca por su puesta en escena, su protagonista y sus nulos complejos. Estreno en cines el 5 de mayo de 2023.
Sinopsis
Dani (Natalia de Molina) es miembro del cuerpo de la Policía Nacional. Aunque parece decidida a prestar servicio, se muestra cohibida a la hora de tomar determinadas acciones y fuera de lugar, en contraposición con unos compañeros mucho más violentos e impulsivos. Dani se ve comprometida en un caso de corrupción y en una vorágine de situaciones limite que no harán sino hacer que cada vez se cuestione más su lugar en el cuerpo.
Crítica de la película Asedio (2023)
Toda la película, tras unas primeras secuencias de presentación, sucede en un mismo edificio. La operación de desalojo del bloque de pisos, ocupado por inmigrantes, muchos de ellos ilegales, acaba en una persecución después de que Dani se vea involucrada en un caso de corrupción que escapa a su entendimiento.
La dirección de Miguel Ángel Vivas
Miguel Ángel Vivas hace de ese edificio un auténtico laberinto. Las numerosas estancias, la estrechez de los pasillos y de las propias imágenes, que parecen constreñir y asfixiar entre su formato más vertical que el apaisado más habitual. Los pisos y pasillos superiores se diferencian entre sí lo justo para no parecer el mismo sitio y ampliar la sensación de que, más que un edificio, es un pequeño mundo. Más abajo, literal y metafóricamente, y con una iluminación más penumbrosa, se encuentra el submundo habitado por los invisibilizados y satanizados.
La película Asedio no sería lo que es sin una dirección que maneja la cámara y el tempo para que no se pierda un ápice de tensión, ni siquiera en los momentos justos en los que necesita, y necesitamos, coger un poco de oxígeno. Momentos en los que una cámara inestable y el ruido atronador de los antidisturbios que llenan abruptamente la pantalla dan paso a una insoportable quietud.
El abuso de poder y la brutalidad policial
En lo temático, no tiene ningún sentido que nos andemos con rodeos y medias tintas cuando es lo último que quiere hacer esta propuesta. La película Asedio, de clara vocación política, no tiene el menor reparo en ser una crítica frontal y de lo más explícita contra el abuso de poder y la brutalidad policial. Más aún, señala directamente a la policía como un cuerpo de hombres varoniles en el peor de los sentidos, machistas, soberbios, violentos y corruptos, plenamente conscientes de su maldad y de no servir al ciudadano, sino a los de arriba; y se contrapone al cuerpo directamente con la marginalidad y la indefensión que encarnan aquí los inmigrantes. La prueba más evidente, un plano que invoca claramente el asesinato de George Floyd.
Una valentía digna de aplauso, se esté de acuerdo o no con el diagnóstico. También es verdad que en la vida, y esto no quiere decir que no haya que posicionarse, hay tonalidades grises que habría estado bien que se contemplaran de alguna manera en la película. Se utiliza incluso la bandera rojigualda como otro símbolo de todo lo que representa aquí la policía, en lo que no queda tan claro si es una crítica o una asunción de la apropiación de estos símbolos por parte de ciertos sectores de la política.
La interpretación de Natalia de Molina
La mencionada falta de ambigüedades en el mensaje de la película Asedio resalta el personaje y la interpretación de Natalia de Molina. Los gestos cohibidos y dubitativos de de Molina, que van tornándose poco a poco en determinación, encumbran a una protagonista que llega a ser tan contestataria como el propio filme. Se llega a empatizar con suma facilidad con el extrañamiento entre ella y su entorno, a la vez que se vislumbra un personaje muy interesante del que gustaría haber sabido un poco más, aunque quizá hay sea donde reside parte de su magnetismo. Así, Dani se convierte en el vehículo perfecto para transitar por un viaje visual y sonoro memorable, con el único posible pecado de que su valentía se acaba tornando en conclusiones demasiado maniqueas.
Opinión final de la película Asedio
Al final, queda una película que es adrenalina pura, asfixiante, nerviosa en el mejor de los sentidos, con una gran protagonista y valiente en sus planteamientos, aunque estos sean un poco maniqueos y reduccionistas.
- Ya tienes disponible nuestra entrevista al director Miguel Ángel Vivas por ‘Asedio’.
