Tenemos que hablar es la nueva comedia española de enredos fresca y despreocupada con la que pasarás un buen rato en la sala de cine sin más pretensiones más allá de echarnos unas risas.
Sinopsis ‘Tenemos que hablar’ (2016)
Nuria (Michelle Jenner) y Jorge (Hugo Silva) son un feliz matrimonio, bastante convencional y con la típica vida perfecta. Jorge, siempre inmerso en asuntos bancarios, aconseja a sus suegros una serie de inversiones ruinosas como comprar un piso en Seseña, hacerse con preferentes o apostar por el Fórum Filatélico. Como ya sabemos todos ninguna de estas inversiones obtendrán buen fruto, haciendo que sus queridos suegros queden en la más absoluta ruina. Ahora, dos años más tarde, Nuria ha vuelto a rehacer su vida, eso sí lejos de Jorge, y necesita el divorcio para poder casarse con su nueva pareja. Pero ¿será capaz de plantearle ese temido “tenemos que hablar” a un Jorge sin un duro, que vive de alquiler con un amigo, sin trabajo y depresivo?
Crítica ‘Tenemos que hablar’ (2016)
“Me ha sorprendido gratamente. El trailer no le hace justicia”. Esas son las valoraciones que les hice tanto a director como al guionista de la cinta cuando entré al junket de entrevistas en un arrebato de sinceridad. Y es que el trailer que sirve para promocionar Tenemos que hablar te deja una sensación de cutreza indescriptible que a más de uno y dos puede echar para atrás a la hora de decidirse frente a la taquilla del cine. Nada más lejos de la realidad. Podéis entrar confiados. Si esperáis una película de enredos con gags “made in Spain” sin más pretensiones que la que echaros unas risas, e incluso en algunas escenas soltar alguna que otra carcajada, esta es una gran opción.
Estamos ante el mal ejercicio promocional que realiza Atresmedia con todas sus películas… ¡si hubiera caído el proyecto en manos de Mediaset “otro gallo cantaría”! Estoy segura de que la habrían convertido la que nos ocupa en la nueva ‘Ocho apellidos vascos’. Buen material tienen entre manos, algo inferior a la genialidad de ‘Ocho apellidos vascos’ pero infinitamente superior a ‘Ocho apellidos catalanes’ y dudo que igualen su resultado en taquilla. Y es que a Atresmedia le faltan ganas, interés o no sé, tener un buen consejero en este aspecto, pero el caso es que no saben promocionar sus películas como deberían. No todo pasa por acudir a ‘El Hormiguero’. El esquema machacante, que tantas veces critico por otro lado, funciona a las mil maravillas sólo hace falta observar sus números de las cintas presentadas por Mediaset. A una película hace falta meterle dinero y dedicarle tiempo, esfuerzo y ganas, y el trailer de Tenemos que hablar ya deja notar que de todo eso andan bastante faltos en la denominada “cadena triste”.
Una cosa es cierta, la confianza en la película aumenta cuando averiguamos los nombres que hay detrás del proyecto. Nada más comprobar que su director es David Serrano, en gran parte el culpable de las grandiosas ‘Días de fútbol’ o ‘Los 2 lados de la cama’, y que ha trabajado “codo con codo” en el guion junto a uno de los ideadores de las magníficas ‘Ocho apellidos vascos’ o ‘Pagafantas’, Diego San José, las ganas de entrar en la sala y darle una oportunidad aumentan. Y aunque si observamos desde su arranque algún que otro diálogo más que forzado, personajes poco o nada relevantes -claro ejemplo el del novio de Nuria, del que luego más tarde se nota que no saben que hacer con él a nivel de guion- o alguna situación totalmente incoherente -Nuria vive como una auténtica millonaria mientras su padre limpia un edificio de oficinas y su madre vende tortillas para llegar a fin de mes-, la cinta en general no decepciona gracias a unos gags geniales y a una Michelle Jenner sembrada en su papel de niña buena-lianta, regalándonos uno de sus mejores momentos en la escena del restaurante.
Destacar también la buena pareja cómica que hacen Ernesto Sevilla y Belén Cuesta, caen bien por separado casi sin esfuerzo pero juntos son la bomba, también es verdad que siempre hacen el mismo papel estén en la película que estén -saben cuales son los puntos fuertes de sus gracias y las repiten hasta la saciedad-, algo que con el tiempo llegará a cansar. Hugo Silva sabe poner cara de pena, con ciertos arranques de “me vengo arriba” junto a una Jenner con la que se nota la química, y da totalmente en el clavo como Jorge. Pero la chispa y el carácter que aporta la gran Verónica Forqué al resultado final son inigualables.
Lo peor de Tenemos que hablar es claramente su final. Algo en lo que me dieron la razón tanto su director como su guionista, durante la entrevista de la que os hablaba anteriormente, al revelarme que no sabían como salir de tanto enredo y poner punto final a la historia entre Nuria y Jorge. No hacía falta que me lo contaran, la precipitación de la escena final habla por sí sola.
