Entrevista al director Paco Plaza por su película “Verónica”, uno de los estrenos más esperados del verano y uno de los mejores acogidos por la crítica cinematográfica en los últimos meses. ¿Quieres saber qué hay tras la terrorífica historia de la cinta? No te pierdas todo lo que nos cuenta en exclusiva.
Entrevista al director Paco Plaza por su película “Verónica”
¿Cómo llegas a la historia de “Verónica”?
Todo arranca como un encargo de la productora Apaches que querían hacer una película sobre el famoso “Expediente Vallecas”. Le dimos muchas vueltas a cómo abordarlo, porque hay muchas películas posibles como por ejemplo una reconstrucción de los hechos. Nos fuimos alejando de esa idea, aunque el factor fundamental para que la película te atrape desde el primer momento es el hecho de que haya un informe policial que relata todo lo que aconteció y que deja muy claro que los que acudieron a la llamada de los servicios de urgencia fueron testigos de fenómenos paranormales. Es muy fuerte que alguien de las fuerzas de seguridad del Estado se atreva a testificar que allí había pasado algo inexplicable.
¿Llegaste a acceder documentación o testimonio real del caso?
Bueno, leímos el famoso expediente que es una descripción cronológica de la visita de la policía al lugar de los hechos. La verdad es que es algo bastante impresionante por el formato, ya que es un documento oficial y redactado en terminología oficial. Y que finalmente viene a decir: “aquí ha pasado algo que no tenemos ni idea de lo que es”.
Los que fuimos niños o jóvenes en los 90 ¿estábamos hechos de otra pasta? Teníamos La Ouija compartiendo estantería con el Monopoly en los supermercados.
Yo creo que los adolescentes han sido iguales en cualquier época; en el fondo las inquietudes que sientes son las mismas. Cambia un poco el atrezo, antes teníamos La Ouija ahora tienen el Twitter. Lo que quiero decir es que ese desahogo adolescente sale por algún lado en función de la cultura en la que estés inmerso. Al final lo que sientes es ese miedo a crecer, a caminar tú sólo, y yo creo ese miedo es atemporal y universal.
¿Cómo ha sido reconstruir la atmósfera de los 90?
Pues hemos tenido coques culturales muy interesantes, por ejemplo hay una escena dónde Sandra (la actriz que protagoniza la película y que da vida a Verónica) tenía que llamar por teléfono y cuando cogió el teléfono no sabía cómo funcionaba porque era un teléfono de rosca. Y es cuándo te das cuenta de la aceleración de los tiempos que vivimos, y que hacen que rodar una película de los 90 necesite del mismo tratamiento que si se tratara de una de época. Todo es arcaico, diferente. Y no podíamos evitar cierta nostalgia al darnos cuenta de que los años van pasando y que parece que estamos ante una aceleración progresiva.
¿Y el título de Verónica de dónde viene? (ya que realmente la protagonista del Expediente Vallecas se llamaba Estefanía) ¿No vendrá de la famosa leyenda de los 90 en la que no podías decir tres veces Verónica delante de un espejo o…?
Es un nombre que tiene muchas resonancias esotéricas. Verónica es el nombre de la mujer que limpió la cara de Cristo cuando le bajaron de la Cruz. También hay infinidad de juegos que dependen mucho de la Comunidad Autónoma dónde vivas; Si la invocas tres veces delante del espejo verás el nombre de tu muerte… y el otro día me dijeron que eran cinco. ¡Por eso nunca se me apareció! Tiene ese componente que ya te suena a coqueteo con lo paranormal.
Imagino que te atraen todos estos del ocultismo y la parapsicología ¿Llegaste alguna vez a hacer La Ouija?
Sí claro. Cualquier persona de mi edad ha hecho La Ouija. Creo que cuando eres adolescente tu personalidad se va forjando intentando transgredir los límites. Empiezas a fumar, que no tienes que hacerlo; empiezas a beber; intentas tener relaciones sexuales lo antes posible. En definitiva coqueteas con todo lo que te dicen que no hay que hacer. Y en realidad jugar a La Oujija o invocar al Diablo no deja de ser romper con una especie de tabú, de intentar hacer lo prohibido o hacer algo que no debes. Está muy vinculado a la adolescencia y que hay una pulsión casi erótica en lo sobrenatural.
¿Te pasó algo curioso haciendo La Ouija?
Haciendo La Ouija siempre pasan cosas raras. Exceptuando la opción de que alquien esté moviendo el vaso; también hay gente que dice que no es un espíritu sino la fuerza mental de las personas reunidas que se sugestionan y mueven el vaso, algo que me parece todavía más increíble que la posibilidad de que se presente el espíritu. Yo creo que todo lo que es inexplicables es porque no adoptamos el ángulo correcto para explicarlo. Igual que los Mayas pensaban que cuando había un eclipse era que la oscuridad se apoderaba de la tierra, y luego aparece un señor y dice que la razón es que se pone la luna en medio y hace sombra. Creo que todo lo inexplicable tiene una explicación, lo que pasa es que hay muchas que no conocemos. Y en ese no saber qué es hay algo misterioso y atrayente.
Enhorabuena por la elección de Sandra Escacena, está excepcional en el papel de Verónica. ¿Qué tenía que tener tú Verónica? ¿Cómo fue el casting?
Vimos ochocientas niñas, a lo largo de seis meses pero a Sandra la vimos el primer día. Tienes mucho carisma, presencia y una comunicación con la cámara brutal. Transmite una inteligencia y una sensibilidad que en cuánto la vimos nos dimos cuenta que estábamos ante alguien muy especial. Y sabiendo ya que sería la hija de Ana Torrent en la película, para mí compartían algo en su presencia y en su mirada que me recordaba mucho a la Torrent de “Cría cuervos” y “El espíritu de la colmena”. Y una vez que hizo ella la prueba ya pensamos que no había otra Verónica.
¿Te ves fuera del cine de género en próximos proyectos?
La próxima película que haré no es de terror, pero seguro que después vuelvo porque como espectador es el cine que me gusta y como director el cine que me gusta hacer; no hay nada más divertido que rodar películas de terror.
Paco, tengo una pregunta que puede sonar a tontería pero que me he llegado a plantear viendo la película. Cómo director te has llegado a plantear ¿cómo saben los espíritus que no se tienen que manisfestar porque estas en mitad de un rodaje y no porque estés invocándolos?
La secuencia de La Ouija de Véronica tuvimos que rodarla un par de veces. Una de esas ocasiones rodábamos sobre las ruinas de un edificio dónde había muerto mucha gente, entonces te da cierto respeto de ver si se va a mover el vaso o no. Entonces lo que hicimos fue ponerle un palito y que lo moviera una persona de efectos especiales. Y así evitábamos la tentación de probar qué pasaría. Hay cosas que te las creas o no, tampoco hace falta ir provocando.