Entrevistamos al actor Raúl Fernández de Pablo con motivo de su trabajo en la película “El club de los buenos infieles”, del director Lluis Segura. ¿El rodaje fue tan loco cómo la juerga que se corren sus personajes? No te pierdas lo que nos contó.
El club de los buenos infieles: Entrevista a Raúl Fernández de Pablo
¿Cómo fue el rodaje de “El club de los buenos infieles“?
Fue durito… ¡toda una experiencia! Gran parte de la película fue toda improvisada, por lo que todas las situaciones que estábamos viviendo eran reales, sin figurantes ni decorados. Eran nuestros personajes interactuando con la realidad. Lo dejamos todo un poco patas arriba. Fue un rodaje muy loco de un mes rodando casi todo el día.
Seguro que hay alguna anécdota divertida de todo eso…
Yo creo qua a todos se nos pasa por la cabeza una escena que rodamos en una habitación de hotel. En pantalla se ve que fue una auténtica locura pero en la realidad estuvimos rodando toda una noche en una habitación de hotel real, y puedo decir que quedó completamente destrozada después de rodar la post juerga de estos personajes. Ese remate de juerga fue completamente real. Había tan buen rollo que cuándo llegó a rodar Adrián Lastra flipó, y luego no se quería ir y él sólo tenía que trabajar tres días.
Precisamente esa libertad a la hora de rodar será la que le da ese tono tan fresco a la película ¿no?
Seguramente. Es que la mayoría de las tomas se rodaban soltándonos en una localización real e interactuando con la gente, ¡y lo que surgiera! Lluis, el director, se preocupó mucho de huir de todo lo que supusiera no reflejar algo real.
Me recuerda mucho a “Resacón en Las Vegas” made in Spain…
Sí, por su puesto. Es una película que con un presupuesto irrisorio logra mantener el tipo frente a títulos como este. Es una historia de hombres que confiesan un determinado conflicto con sus parejas, que tiene que ver con el sexo, y se afronta desde el punto de vista de los “tíos” que puede beber un poco de “Sexo en Nueva York“. Cinco infelices que se proponen hacer un club para serles infieles a sus esposas, con la excusa patética de salvar sus matrimonios.
¿Y crees que este falso documental refleja esos anhelos de los hombres tras años de matrimonio?
Hay una parte de público, los que corresponden sobre todo a nuestra generación, que se va a sentir identificados con los personajes o quizá con ciertas situaciones que se plantean en la película. Pero lo que les va a parecer realmente divertido será ver a estos cinco hombres haciendo el cafre, en un intento patético de regresar a su juventud.
Tras cinco años desde que la rodasteis ¿esperabas ya verla en la cartelera?
Si te digo la verdad, no. Hacía mucho tiempo que no teníamos noticias de la peli, yo ya pensaba que iría directa a dvds o a alguna plataforma. Todos sabemos de la cantidad de películas que una vez rodadas se quedan en un cajón. Ha sido toda una sorpresa, un notición que “El club de los buenos infieles” pueda tener un recorrido en los cines.
¿Cómo aconsejas verla? ¿En pareja o con los colegas para hacer el cafre?
Que vayan en pareja, a reírse juntos, y con los colegas también. Luego, en las cañas, van a tener tiempo para comentar “la jugada” de estos cinco personajes y reírse. Seguramente salgan anécdotas del grupo de amigos a la luz.
Próximos proyectos…
Voy a rodar una serie en Soria. Es una comedia que relata las aventuras de un grupo de gente que huye de la gran ciudad; en el caso de mi personaje porque tiene una crisis existencial y de pareja.