“Un seductor a la francesa” es la comedia amable que, entre tanto estreno repleto de sustos, sangre y vísceras, llega a la cartelera para amenizarnos con simpatía la festividad de Halloween. Dirigida por el consagrado Laurant Tirad, nominado en diversas ocasiones al Premio César, y protagonizada por una pareja que demuestra una gran química en la pantalla: Jean Dujardin y Mélanie Laurent.
Crítica de la película “Un seductor a la francesa”
Agradable, blanca, y fácil de digerir es esta comedia de época francesa tituladaUn seductor a la francesa. Un producto que a pesar de ser típico en la industria cinematográfica vecina, no resulta nada tópico. Jean Dujardin (13,99 euros; The Artist) y Mélanie Laurent (El concierto; Malditos bastardos) se revelan como una pareja cómica irresistible y con mucha química. El consagrado director de ‘Molière’ y ‘El pequeño Nicolás’, Laurant Tirad-dos veces nominado al Premio César-, confirma en este película algo que ya sabíamos, es un gran artesano. Recomendable.
Sinopsis de “Un seductor a la francesa”
En la Francia Napoleónica, el capitán Neville (Jean Dujardin) pide la mano de Pauline (Noémi Merlant) justo antes de partir a la guerra. Promete escribirle con asiduidad, pero el capitán Neville incumple su palabra. La hermana mayor de Pauline, Elisabeth (Mélanie Laurent), decide iniciar una falsa correspondencia con su hermana, suplantando al capitán Neville, para que ésta no caiga enferma por la tristeza. Toda esta red de enredos y mentiras, eclosionará cuando el auténtico capitán Neville regrese del frente.
Análisis de la película “Un seductor a la francesa”
Ambientada en los bucólicos paisaje de la región de Borgoña, Un seductor a la Francesa, se destapa como una bonita sorpresa para el espectador amante de la comedia ligera folletinesca de época. Laurant Tirad tira de repertorio en historias de enredo de carácter femenino: desde Jane Austen y el sinfín de adaptaciones cinematográfica de su ‘Orgullo y Prejuicio’; pasando por ‘Mujercitas’ de Geroge Cukor, y sus no menos numerosos remakes.
Un seductor a la francesa toca de puntillas, y sin mojarse demasiado, pero lo suficiente para mantener la intriga y un clímax final digno, la dicotomía, muy manida, entre el relato veraz y fidedigno, y la leyenda cargada de prosopopeya y falsedad, cuyo refrente cinematográfico podríamos situarlo en ‘El hombre que mató a Liberty Valance’, de Jhon Ford.
Tanto la fotografía de Guillaume Schiffman, que aprovecha los bonitos paisajes y la luz del día para crear una atmósfera embriagadora y buen rolllista; como la correcta dirección de arte apoyada tanto en un colorido vestuario, como en las inmejorables localizaciones palaciegas, dotan de gran atractivo a esta comedia, y la confirman como una opción muy a tener en cuenta para la cartelera de este fin de semana.
