Gareth Edwards dirige la película de ciencia ficción The Creator, una película de ciencia ficción que se deja ver, que entretiene, pero que no logra sorprender en la temática sobre la inteligencia artificial que trata: ¿Son los robots seres vivos?
Sinopsis
En un futuro cercano Estados Unidos está en guerra contra los robots desde que estos, que en principio vivían integrados con la sociedad humana, fueron los responsables de la detonación de una bomba nuclear en mitad de una ciudad estadounidense provocando millones de muertos.
Joshua (John David Washington), cuya operación encubierta para encontrar y acabar con el diseñador de la inteligencia artificial en la que se basan los robots fracasó, ahora se debe infiltrar en un remoto país asiático que apoya y defiende la vida de estos “simulantes”. Integrado en un equipo de élite dirigido por la coronel Howell (Allison Janney) deberá encontrar la más poderosa arma secreta diseñada por “El creador”, capaz de destruir el arma “defensiva” de los EEUU. La convicción de Joshua sobre los robots se verá afectada cuando en su camino se encuentre con Alphie(Madeleine Yuna Voyles) la primera simulante con aspecto de niña creada por el arquitecto de IA conocido con El Creador.
Crítica de “The Creator”
“The Creator” es una película de ciencia ficción de aventuras en la que el protagonista, tal y como indica su director en el coloquio con el publico realizado en Madrid en la semana antes de su estreno, debe realizar el viaje del héroe. Es decir, ir a un sitio, hacer algo bueno y volver a casa. ¿Es entretenido este viaje? Sí. ¿Es el paradigma o la mejor película de ciencia ficción de la década? Pues, por mucho que las noticias gancho se empeñen en inventar titulares llamativos, la respuesta es no. Eso sí, cualquier fan de la ciencia ficción no debería perdérsela y menos en una butaca de cine.
Buscando la originalidad
Cuando la película ofrece imágenes tan potentes como robots con hábitos de monjes rezando, gigantescas fábricas en mitad de campos de cultivo, o una mega estructura espacial que despliega unos bestiales haces de luz sobre la superficie del planeta, el espectador ambicioso está esperando un guion lo suficientemente profundo como salir del cine y plantearse la reciente existencia de la poderosa IA. Cientos de noticias inundan cada día los medios alertando sobre la cantidad de puestos de trabajo que peligran por culpa de la IA. Algunas noticias van más allá y ponen el grito en el cielo haciendo eco de voces de “expertos” que piensan que podrían incluso acabar con la vida humana. Y las menos, hablan sobre sus ventajas.
Pues bien, “The Creator” apenas aborda el tema de la inteligencia artificial salvo si los robots se pueden considerar máquinas sin sentimientos o si por el contrario deberían ser vistos como seres vivos e inteligentes. Este tema, que aquí se trata más explícitamente que en otras películas, de hecho es el tema principal por el que transitará Joshua, lo hemos visto sin darnos cuenta en todas y cada una de las películas en las que existe un robot, lo único es que aquí se le ha puesto cara de niña pequeña, de monje, de chavala moderna enrollada, en definitiva, de persona.
“The Creator” divide el conflicto de la película entre las personas que los considera iguales -los buenos- y personas que las considera cosas, y que además están convencidas de que deben acabar con ellas -los malos- porque están rotas pues detonaron una bomba nuclear en una ciudad como terroristas -los malos-. Y, por mucho que algunos personajes cambien un poco dentro de la historia, ahí se queda el asunto sustentado por alguna que otra pincelada aportada por algún que otro momento.
La dirección
Lo positivo es que Gareth Edwards se esfuerza en crear imágenes muy llamativas y potentes a lo largo de la historia. La inmensísima nave que castiga a los terroristas que apoyan a la IA y al Creador lanzando gigantescas bombas desde el espacio es un ejemplo guiadas a través de unos espectaculares haces de luz azul que parecen escanear la superficie del plante es un ejemplo. El curioso diseño de los “simulantes” que tienen un hueco que cruza donde deberían estar las orejas es otro. Las dinámicas escenas de acción suma otro más. Y así la película avanza montada entre escaramuzas, tiroteos y momentos casi estrafalarios -dejo a los espectadores que descubra estos-.
El guion de “The Creator”
Estoy seguro de que el guion hubiera sido bien distinto si Gareth Edwards lo hubiera escrito después del lanzamiento de ChatGPT, en noviembre de 2022. Hasta entonces el mundo veía la IA como algo anecdótico, incapaz de sustituir a ningún ser humano más allá de conceptos repetitivos o mecánicos. Pero tras el lanzamiento de esta IA al público la humanidad ha descubierto que tareas con cierto punto de creatividad, pueden ser emuladas por la Inteligencia Artificial.
En la película de “The Creator” ni siquiera contempla la posibilidad de que los robots contra los que luchan los Estados Unidos se autoconcebirse. Es decir, se pueden replicar y fabricar pero para el desarrollo de esa IA necesitan de un arquitecto conocido como “El Creador”. Algo curioso porque en la película vemos Robots que parecen procesar la fe, la religión, la empatía, siendo incluso capaces de formar parte de una familia con miembros humanos pero el guion es incapaz de profundizar en ninguno de estos aspectos más allá de presentar la anécdota. Todo esto hace que la idea de “The Creator” sea muy atractiva aunque nunca llegue a germinar, ni siquiera cuando se produce el desenlace.
Los puntos negativos de la película de “The Creator” son aquellos donde los personajes antagonistas, rudos soldados, se permiten el lujo de realizar chistes en territorio hostil. Toques que personalmente siempre me sacan del argumento de la película pues me llevan a recordar absurdas películas de acción al más puro estilo de “Fast and Furious” o Los Mercenarios. Y eso sin mencionar la habilidad que tienen los animales asiáticos para detonar explosivos. Estos toques infantilizan innecesariamente la obra ya que, debido a la violencia que refleja, el público infantil está inmediatamente excluido.
La película, a pesar de sus intentos por ser original, nos recordará inevitablemente a las películas que le dieron la fama a Neil Blomkamp (Distrito 9, Elysium o Chappie) llegándonos a encontrar ciertas similitudes con ellas.
La interpretación
El papel de Alphie (Madeleine Yuna Voyles) es ciertamente sobresaliente, si bien es cierto que sus escenas sólo están basadas en pequeños momentos emotivamente cómicos o en grandes momentos emotivamente dramáticos.
Joshua (John David Washington), el papel del héroe, es el personaje más interesante y cuyo intérprete no pudo ser más acertado. El que fuera protagonista de Tenet (2020) encarna un personaje lleno de cicatrices tanto físicas como metafóricas y es capaz de hacerlo con tal soltura que conquista al público para acompañarlo sin dudarlo encantado en su viaje. Tal es el poder de convicción del actor que, independientemente de lo que defienda o piense su personaje, el público quedará totalmente convencido de sus motivaciones, por muy cuestionables que sean.
Mención especial para la grandísima Allison Janney (Espías, Serie Mom) en el papel de Coronel Howell. En un papel rígido como el personaje ella es capaz de proyectar el más absoluto de los desprecios y la firmeza más tenaz de los antagonistas más villanos del cine. No es que destaque por nada, su papel no lo permite, pero siempre es un placer ver a esta magnífica secundaria cuyos productores confían tanto para hacer la más absurda de las comedias como Espías, como el más serio de los personajes como en Yo, Tonya, trabajo que le valió el Bafta en 2018.
Opinión final de “The Creator”
Para aquellos que tengan años de cine de ciencia ficción a sus espaldas, “The Creator” será un entretenimiento más que invitará a tirar de hemeroteca mental para localizar las similitudes. Para aquellos jóvenes (casi niños) que se inicien en el tema, “The Creator” logrará despertar la curiosidad en la historia fílmica de dicho tema. A quienes no les interese la ciencia ficción poca gracia les hará la película, pues aunque tiene escenas cargadas de acción, no serán suficientes para satisfacer la sed palomitera.