Críticas

Crítica de la serie Y: El último hombre (2021), la serie de Disney Plus

Crítica de Y: El Último Hombre, la nueva serie de Disney Plus creada por Eliza Clark supone la adaptación de la saga apocalíptica de DC Comics escrita por Brian K. Vaughan y Pia Guerra

Sinopsis

Yorick Brown (Ben Schnetzer) es el último hombre de la Tierra. Todos los mamíferos con cromosoma. Y, salvo este hombre cisgénero y su mascota, han fallecido. El mundo queda dominado por mujeres que se enfrentan a una realidad totalmente nueva y desconocida.

Crítica de la serie Y: El Último Hombre de Disney Plus

La Tierra tal y como la conocemos ha colapsado. Yorick, un mago escapista de veintisiete años es el último hombre que queda con vida en todo el mundo. Él mismo dice que no tiene nada de especial y que la responsabilidad de ser el último de su especie le viene demasiado grande. Aún así, la serie lo coloca en el centro de su trama y le confía el poder (bastante incierto) de poder salvar al mundo. Mientras que relega a las mujeres que se esfuerzan por reconstruir la sociedad a un segundo plano. Comenzamos con nuestra crítica de Y: El Último Hombre, la nueva serie de Disney Plus.

Escena de la serie postapocalíptica

¿La renovación del género postapocalíptico?

Una metrópoli completamente destruida. Los coches abandonados en mitad de la carretera, los cuerpos de los fallecidos tendidos en el suelo, sus pertenencias desperdigadas por el pavimento… La quietud de la tragedia inunda las calles. Lo único que genera movimiento es el viento al revolver las hojas de los últimos periódicos que se expidieron antes de que el mundo tal y como lo conocemos acabase. No es la primera vez que vemos esta atmósfera postapocalíptica en la ficción pero Disney Plus se ha propuesto renovar el género con la serie Y: El Último Hombre. Estrenada el 22 de septiembre de 2021 en España, la ficción se basa en el cómic del mismo título publicado entre 2002 y 2008 y escrito por Brian K. Vaughan y Pia Guerra.

De qué va la serie Y: El último hombre

En esta historia la premisa es la siguiente: Yorick Brown (Ben Schnetzer), un joven aspirante a mago escapista, es el último hombre que queda en la Tierra. El resto han fallecido repentinamente ahogados en un charco de sangre. Él y su mascota, un mono llamado Ampersand, son los únicos con cromosoma Y que continúan vivos y nadie sabe por qué.

Una anticuada concepción binaria del mundo

Solo con el título y su sinopsis la serie ya genera muchas preguntas. Y no nos refiero a por qué Yorick ha sobrevivido a esta tragedia sino a toda la cuestión de género con la que colisiona la historia. ¿Cómo de diferente sería un mundo en el que solo existiese un hombre? ¿Cómo representar la fluidez de género y la identidad de género en una historia cuya premisa se basa en una anticuada concepción binaria del mundo?

Eliza Clark, creadora de la serie Y: El Último Hombre de Disney Plus, ha tenido que actualizar junto a su equipo de guionistas (mayoritariamente mujeres) el material original para adaptar la historia a los avances sociales que afortunadamente se han hecho estos años. Representaciones que si la serie ignorase estaría retratando una percepción anticuada, rancia y obsoleta del mundo en vez de ser una ficción con la mirada puesta en un futuro postapocalíptico.

Por ejemplo, el personaje de Sam (Elliot Fletcher) es una de las adición a la trama original y retrata a un hombre transgénero que se queja de todas las explicaciones que tiene que dar en esta nueva realidad en la que (casi) todos los hombres leídos socialmente como tal han fallecido. Y aunque las cuestiones y quejas de este personaje son de lo más interesantes, y ojalá la trama le diese más minutos, también pone de manifiesto que el surrealismo tiene un límite. Y que es más fácil imaginarse a la mitad de la población mundial muriendo instantáneamente, que la posibilidad de que llegue un momento en el que a las personas no cisgénero no se les demande ningún tipo de aclaración sobre su identidad.

Y: El Último Hombre de Disney Plus

Una historia de mujeres que protagoniza un hombre

Dejando a un lado todo el tema de la representación de género, otro asunto con el que la serie Y: El Último Hombre de Disney Plus se da de bruces son las mujeres. Es cuanto menos curioso que una historia basada en una idea tan disruptiva como es que los hombres desaparezcan de la faz de la Tierra tenga de protagonista, precisamente, a un hombre. Narrativamente funciona mejor poner el foco en aquello que destaca, que sea diferente o extraño. Pero, en este caso, igual de extraño es que Yorick sea “el último hombre” como que el mundo quede gobernado totalmente por mujeres.

Pocas horas después de que todos los hombres caigan inertes al suelo se ponen de manifiesto las consecuencias de haber vivido en una sociedad mayoritariamente controlada por ellos. Las industrias de abastecimiento y transporte hasta entonces dominados por ellos se colapsan y las ciudades se quedan sin suministros. El panorama político cambia drásticamente, los partidos más conservadores se quedan casi sin representantes y el presidente de EEUU muere. Da pena pensar hasta qué punto el colapso económico sería mucho menor si la tragedia fuese al revés, y las que hubiesen muerto fuesen ellas.

Cambio de paradigma social

Jennifer (Diane Lane), una senadora demócrata se ve obligada a asumir el mando de un país mientras lidia, como el resto de mujeres, con la pérdida de sus hijos, padres, amigos o parejas. El papel antagonista lo asume Kimberley (Amber Tamblyn) la hija del presidente que intenta salvaguardar en el nuevo orden social los valores patriarcales que defendía su padre y su partido. La serie Y: El Último Hombre de Disney Plus intenta así introducir un elenco más coral (y femenino) y poner el foco no solo en por qué ha ocurrido lo que ha ocurrido sino también en cómo se enfrentan las supervivientes a un cambio de paradigma social tan abrupto.

Sin embargo, en los primeros episodios este foco se siente más bien como una pequeña bombilla que parpadea, titubeante en cuanto a cómo abordar las posibilidades narrativas de un mundo dominado exclusivamente por mujeres. ¿Qué nuevos problemas surgirían si no estuviésemos bajo el dominio masculino? ¿El patriarcado desaparecería o encontraríamos cierta seguridad en él simplemente por ser lo conocido? ¿Quiénes asumirían los privilegios de los que antes disfrutaban ellos? ¿Sería la sociedad, a fin de cuentas, mejor? A medida que avanza la temporada la serie se adentra cada vez más por estos derroteros. Pero hasta entonces solo es una serie más postapocalíptica. Mala, no. Aburrida, tampoco. Pero una más.

Opinión final de la serie Y: El Último Hombre de Disney Plus

Un protagonista anodino y algo injustificado desvía la atención del verdadero potencial de la trama. La serie Y: El Último Hombre de Disney Plus tarda en arrancar y en focalizar su historia en algo que no hayamos visto antes. La pena es que pierde tanto el tiempo que puede que nos pierda también a nosotros por el camino…

Estreno y Ficha técnica

Título original: Y: The Last Man
Género: Ciencia Ficción, Drama
Sitio Oficial: Y: El último hombre de Disney Plus
País: Estados Unidos
Idioma: Inglés
Fecha de estreno en España: 22 de septiembre de 2021 en Disney Plus
Productora: Color Force, FX Productions
Distribuidora: Disney Plus
Duración: 10 capítulos (55 min. cada uno)
Año: 2021
Calificación por edades: No recomendada para menores de 16 años

Ficha Artística

Dirección: Eliza Clark (Creador), Destiny Ekaragha, Louise Friedberg, Daisy von Scherler Mayer, Mairzee Almas, Cheryl Dunye, Karena Evans, Lauren Wolkstein
Guion: Eliza Clark, Donnetta Lavinia Grays, Pia Guerra, Olivia Purnell
Música: Herdís Stefánsdóttir
Fotografía: Catherine Lutes, Kira Kelly, Claudine Sauvé
Reparto: Diane Lane, Ashley Romans, Ben Schnetzer, Olivia Thirlby, Marin Ireland, Quincy Kirkwood, Amber Tamblyn, Juliana Canfield, Diana Bang, Elliot Fletcher, Missi Pyle, Barry Keoghan, Jess Salgueiro

Cartel

Cartel de la serie Y: El Último Hombre de Disney Plus

Trailer

RESEÑA FINAL
La serie Y: El Último Hombre pierde un tiempo muy valioso planteándose preguntas que otras series postapocalípticas ya respondieron. Lo que nos interesa de ella no es cómo consiguen medicinas o alimentos sus personajes o cómo se desplazan de una ciudad a otra cuando los transportes dejan de funcionar. En un mundo en el que los hombres, el grupo social dominante, desaparece su valor está en indagar cuáles son los nuevos problemas que surgirían sin ellos y con cuáles tendríamos que seguir batallando. Saber si habría un futuro. Y si este sería mejor.
DIRECCIÓN
7
GUION
6
INTERPRETACIÓN
7
LO BUENO
Las posibilidades que tiene su premisa para indagar en cuestiones sociales de actualidad.
LO MALO
Tarda en reconocer dónde está el verdadero potencial de su trama.
6.7
Nota

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Cristina Blanco

Soy de las que busca en Google la definición de las emociones que siente, de las que piensa que la realidad no está a la altura de las películas que se monta en la cabeza, y de las que le apasiona hurgar en las historias hasta comprender por qué necesitan ser contadas. Tras tres años estudiando cine, y uno y medio trabajando como técnica en el sector (sin ningún tipo de glamour y viendo los focos desde lejos), mi mayor pasión sigue siendo conectar con la gente a través de historias. Puede que la ficción nunca supere a la realidad, pero yo me he pasado más horas hablando de 'Juego de Tronos' con algunos amigos que de mi propia vida. Basada en León.

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